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La polémica por el genocidio armenio
06:49 - Fuente: CNN

(CNN) – El sábado, el presidente Joe Biden se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en reconocer oficialmente como genocidio la masacre de armenios bajo el Imperio Otomano, con el riesgo de una posible ruptura de las relaciones con Turquía, pero señalando un compromiso con los derechos humanos a nivel global.

En una declaración que marca el aniversario 106 del comienzo de la masacre, Biden escribió: “Cada año, en este día, recordamos las vidas de todos los que murieron en el genocidio armenio de la era otomana y volvemos a comprometernos a evitar que esa atrocidad vuelva a ocurrir”.

“Hoy, mientras lamentamos lo perdido, volvamos también nuestros ojos hacia el futuro, hacia el mundo que deseamos construir para nuestros hijos. Un mundo no manchado por los males cotidianos del fanatismo y la intolerancia, donde se respeten los derechos humanos, y donde todas las personas puedan seguir sus vidas con dignidad y seguridad”, dijo Biden. “Renovemos nuestra determinación compartida de evitar que se produzcan atrocidades en el futuro en cualquier parte del mundo. Y busquemos sanación y reconciliación para todas las personas del mundo”.

La medida cumple la promesa de campaña de Biden de usar finalmente la palabra genocidio para describir la matanza y deportación sistemáticas de armenios en lo que hoy es Turquía hace más de un siglo. Los predecesores de Biden en la Casa Blanca no usaron ese término, recelosos de dañar los lazos con un aliado regional clave.

A principios de esta semana funcionarios estadounidenses dieron señales a algunos aliados fuera del gobierno, que habían presionado para que se hiciera una declaración oficial respecto al genocidio. Al abordar la potencial mendida en una entrevista con una emisora ​​turca esta semana, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo: “Si Estados Unidos quiere empeorar los lazos, la decisión es de ellos”.

Cavusoglu dijo el sábado que Ankara rechaza completamente el uso del término usado por Biden.

“No vamos recibir de nadie lecciones sobre nuestra historia. El oportunismo político es la mayor traición a la paz y la justicia. Rechazamos por completo esta declaración que solo se basa en el populismo”, afirmó en un tuit.

El gobierno de Turquía a menudo registra quejas cuando gobiernos extranjeros describen el evento, que comenzó en 1915, usando la palabra “genocidio”. Sostienen que era tiempo de guerra y hubo pérdidas en ambos lados, y situaron el número de armenios muertos en 300.000.

Los presidentes Barack Obama y Donald Trump no usaron la palabra genocidio para evitar enojar a Ankara.

Pero Biden ha determinado que las relaciones con Turquía y el presidente Recep Tayyip Erdoğan, que de todos modos se han deteriorado en los últimos años, no deberían impedir el uso de un término que validaría la difícil situación de los armenios hace más de un siglo y señala un compromiso actual con los derechos humanos.

La declaración no traerá consigo otros efectos legales para Turquía, solo consecuencias diplomáticas.

Como vicepresidente, Biden trató con frecuencia con Erdogan e hizo cuatro viajes a Turquía, incluso después de un fallido intento de golpe. Pero desde entonces ha ofrecido una visión menos optimista del líder turco.

“He pasado mucho tiempo con él. Es un autócrata”, dijo a la junta editorial del New York Times en 2020. “Es el presidente de Turquía y mucho más. Lo que creo que deberíamos hacer ahora es tomar un enfoque muy diferente con él, dejando en claro que apoyamos el liderazgo de la oposición”.

Biden habló por teléfono con Erdogan el viernes, su primera conversación con el líder turco desde que asumió el cargo. El largo período sin comunicación se había interpretado como una señal de que Biden otorgaría menos importancia a la relación de Estados Unidos con Turquía en el futuro.

Los dos hombres acordaron reunirse en persona al margen de una cumbre de la OTAN a mediados de junio en Bruselas. La Casa Blanca dijo que Biden transmitió “su interés en una relación bilateral constructiva con áreas ampliadas de cooperación y una gestión eficaz de los desacuerdos”, pero la lectura no mencionó el tema del genocidio armenio.

Las atrocidades del Domingo Rojo

La campaña de atrocidades que Biden reconoce comenzó las noches del 23 y 24 de abril de 1915, cuando las autoridades de Constantinopla, la capital otomana, detuvieron a unos 250 intelectuales armenios y líderes comunitarios. Muchos de ellos terminaron deportados o asesinados. El 24 de abril, conocido como Domingo Rojo, es conmemorado por los armenios de todo el mundo como el Día del Recuerdo del Genocidio.

El número de armenios asesinados ha sido un importante punto de discordia. Las estimaciones oscilan entre 300.000 y 2 millones de muertes entre 1914 y 1923, sin todas las víctimas en el Imperio Otomano. Pero la mayoría de las estimaciones, incluida una de 800.000 entre 1915 y 1918, realizada por las propias autoridades otomanas, se sitúan entre 600.000 y 1,5 millones.

Ya sea por asesinatos o deportación forzada, el número de armenios que vivían en Turquía se redujo de 2 millones en 1914 a menos de 400.000 en 1922.

Si bien se discute el número de muertes, las fotografías de la época documentaron algunos asesinatos en masa. Muestran a soldados otomanos posando con cabezas cortadas, otros con ellos de pie entre cráneos en la tierra. Se informa que las víctimas murieron en incineraciones masivas y por ahogamiento, tortura, gas, veneno, enfermedad y hambre. Se conoció que los niños fueron cargados en botes, llevados al mar y arrojados por la borda. También se denunciaron violaciones con frecuencia.

Un compromiso que no cumplió Obama ni Trump

Como candidato, Biden dijo que si era elegido “Me comprometo a apoyar una resolución que reconozca el genocidio armenio y haré de los derechos humanos universales una máxima prioridad para mi gobierno”.

Pero compromisos similares no se han cumplido antes. Cuando Obama se postuló para presidente, declaró en una extensa declaración que compartió “con los estadounidenses armenios, muchos de los cuales son descendientes de sobrevivientes del genocidio, un compromiso de principios para conmemorar y poner fin al genocidio”.

Pero al igual que los presidentes antes que él, las realidades de la diplomacia intervinieron una vez que asumió el cargo. En los ocho años de su presidencia, Obama evitó usar «genocidio» al conmemorar el evento de abril. Con Turquía posicionada como un socio clave en la lucha contra los terroristas de ISIS, el tema parecía aún menos aceptable.

Algunos funcionarios del gobierno de Obama, incluido su asesor adjunto de seguridad nacional Ben Rhodes y la entonces embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Samantha Power, expresaron posteriormente su pesar por no haber dado el paso. Power es el candidato de Biden para dirigir la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

En 2019, la Cámara y el Senado aprobaron una resolución que reconocía como genocidio los asesinatos en masa de armenios de 1915 a 1923. Antes de su aprobación, el gobierno de Trump pidió a los senadores republicanos que bloquearan la solicitud de consentimiento unánime varias veces con el argumento de que podría socavar las negociaciones con Turquía.

Trump intentó cultivar una amistad con Erdogan, incluso cuando las relaciones entre Washington y Ankara se deterioraron por la compra por parte de Turquía de un sistema de defensa aérea de fabricación rusa y presuntos abusos de derechos humanos por parte de las fuerzas respaldadas por Turquía en Siria.

Un grupo de más de 100 legisladores republicanos y demócratas escribió una carta a Biden este mes en el pedían que reconociera formalmente el genocidio armenio. El grupo estaba dirigido por el representante Adam Schiff, demócrata de California. Una gran comunidad armenia estadounidense reside en el distrito de Schiff en Los Ángeles y sus alrededores.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo en un comunicado el sábado que “nuestros corazones están llenos de alegría porque el presidente Biden ha dado el paso histórico de unirse al Congreso con un reconocimiento formal en el Día del Genocidio Armenio”.

“Para conmemorar este solemne día de recuerdo, prometamos estar siempre firmes contra el odio y la violencia dondequiera que lo veamos y renovar nuestro compromiso de construir un futuro de esperanza, paz y libertad para todos los niños del mundo”.

Daniella Diaz, Donald Judd y Jasmine Wright de CNN contribuyeron a este informe.