(CNN) —- Estados Unidos empezará a compartir pronto millones de dosis de la vacuna contra covid-19 de AstraZeneca con otros países, declaró el lunes un funcionario a CNN.
EE.UU. tiene almacenadas decenas de millones de vacunas de AstraZeneca, pero ninguna se ha utilizado porque la Administración Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) aún no le otorga la autorización de uso de emergencia. Como los funcionarios del presidente Joe Biden ahora confían que el país tiene suficientes dosis para su población, comenzarán a distribuirlas a otros países a la espera de una revisión de seguridad.
Varios líderes mundiales han presionado a Biden para que comparta las dosis, ya que otros países tienen problemas para aumentar la vacunación. Una de esas naciones es India, que actualmente atraviesa una de las peores olas de covid-19 en el mundo.
Biden y el primer ministro de la India, Narendra Modi, hablaron por teléfono el lunes, pero una copia de la llamada publicada por la Casa Blanca no mencionaba la repartición de vacunas.
La agencia Associated Press fue la primera en informar los planes de EE.UU. de compartir las dosis.
Países piden a EE.UU. que les envíe vacunas
Los países han estado solicitando insistentemente a Estados Unidos que envíe vacunas a medida que las dosis son acaparadas por las naciones ricas. Funcionarios de la administración de Biden confirmaron llamadas telefónicas casi diarias con aliados —pobres y ricos por igual—, en busca de ayuda para conseguir dosis de vacunas.
Se estima que Estados Unidos tenga un excedente de vacunas de cientos de millones de dosis. Algunas de esas ya fueron enviadas a México y Canadá.
Pero la “diplomacia de las vacunas” de EE.UU. se ha visto fuertemente limitada por la preocupación de los funcionarios de Biden de que factores imprevistos puedan hacer necesaria una reserva de dosis, como que se necesiten refuerzos después de un tiempo, la propagación de variantes y la naturaleza aún incierta de qué vacuna funciona mejor en los niños.
Las preocupaciones políticas también influyen en los funcionarios, que son cautelosos de enviar dosis al extranjero antes de que todos los estadounidenses puedan acceder a ellas.
“Estamos estudiando qué se va a hacer con algunas de las vacunas que no estamos utilizando. Tenemos que asegurarnos de que son seguras para ser enviadas. Y esperamos poder dar esperanza y ser de utilidad para los países de todo el mundo”, comentó Biden a principios de este mes.
Otros países como Rusia y China —regímenes en donde los inconvenientes políticos del envío de vacunas al extranjero tienen poca influencia en la toma de decisiones de los dirigentes— han superado con creces a Estados Unidos en la distribución de vacunas, ampliando su influencia en lugares como el sudeste asiático.