Londres (CNN)– El organismo de control del gasto político de Gran Bretaña iniciará una investigación formal sobre la financiación de las renovaciones del departamento del primer ministro Boris Johnson en Downing Street, dado que se enfrenta a múltiples acusaciones de corrupción y escándalo político.
La Comisión Electoral del Reino Unido dijo en un comunicado este miércoles que “hay motivos razonables para sospechar que puede haber un delito o delitos. Por lo tanto, continuaremos este trabajo como una investigación formal para establecer si este es el caso”.
Johnson ha sido presionado para que explique cómo pagó las remodelaciones de su departamento, que según los medios de comunicación británicos costaron alrededor de £ 200.000 (US$ 280.000). Los primeros ministros reciben £ 30.000 (US$ 41.000) de dinero público al año para renovar la propiedad durante su mandato.
Acusaciones cercanas
El líder del Reino Unido se enfrentó a un mayor escrutinio después de que su ex asesor principal lanzara acusaciones de comportamiento poco ético la semana pasada.
Dominic Cummings, que dejó su papel de ex asesor principal de Johnson a finales del año pasado después de ganarse la reputación de impulsor de la política del Brexit y de la reelección del primer ministro, afirmó en una entrada de su blog que Johnson planeaba que los donantes del Partido Conservador pagaran por la renovación.
Si ese fuera el caso, el préstamo tendría que haber sido declarado a la Comisión Electoral. Las donaciones y los préstamos políticos están estrictamente controlados en el Reino Unido, y los préstamos de más de £ 7.500 (US$ 10.400) son registrados y revelados públicamente por la comisión cuatro veces al año.
La comisión está facultada para imponer sanciones, entre ellas importantes multas, si se comprueba que se ha infringido alguna norma.
También puede remitir a la fiscalía cualquier infracción aparente del derecho penal. Si la comisión descubre que el Primer Ministro o el Partido Conservador, o posiblemente ambos, no han declarado un préstamo o una donación, podría imponer una multa de hasta £ 20.0000.
La comisión añadió en su declaración del miércoles que “la investigación determinará si cualquier transacción relacionada con las obras del 11 de Downing Street entra en el régimen regulado por la Comisión y si dicha financiación se declaró conforme a lo exigido”.
Las preguntas sobre quién pagó inicialmente la remodelación del departamento han dominado los medios de comunicación del Reino Unido desde hace días, y la noticia de que se ha abierto una investigación formal podría suponer más problemas para Johnson.
El primer ministro y su gobierno se enfrentan actualmente a varias acusaciones de comportamiento poco ético, a una guerra de palabras con Cummings y a una acusación potencialmente muy dañina de que Johnson estaba contento de dejar morir a la gente para evitar poner a Inglaterra en un segundo confinamiento por la pandemia.
Cuestionamiento de la oposición
Convenientemente para la oposición, el anuncio de la comisión se produjo justo antes de que comenzara la sesión semanal de preguntas al primer ministro en el Parlamento, dando al líder de la oposición, Keir Starmer, mucha munición para el debate.
Starmer aprovechó la oportunidad, desafiando repetidamente a Johnson sobre el tema, preguntando al Primer Ministro si pagó inicialmente la factura y si cree que se infringió alguna norma o ley en el proceso.
Johnson respondió diciendo, varias veces, que él mismo pagó las obras, pero no abordó la cuestión de si lo hizo “inicialmente”.
El primer ministro pareció alterado, y por momentos enfadado, durante el intercambio y, a su vez, acusó al líder del Partido Laborista de hacer maniobras políticas en el momento en que el país se enfrenta a los efectos de la pandemia del covid-19. Sugirió que “la mayoría de la gente encontrará absolutamente extraño” que Starmer se centre en el tema.
“Tiene media hora cada semana para hacerme preguntas serias y sensatas… y no para de hablar… del papel tapiz cuando, como le he dicho ya en innumerables ocasiones, yo lo pagué”, dijo Johnson.
Starmer también volvió a la acusación de que Johnson dijo en octubre que prefería que “los cadáveres se amontonaran por miles” antes que imponer otro cierre por pandemia. El líder de la oposición preguntó directamente al primer ministro si “hizo esos comentarios o comentarios en ese sentido”.
Johnson volvió a negar que hubiera hecho esos comentarios, a pesar de los múltiples informes de los medios de comunicación que citaban fuentes anónimas esta semana. Hay mucho en juego, porque si se demuestra que hizo el comentario, su negación del miércoles se interpretaría como un engaño al Parlamento. De acuerdo con la legislación, Johnson tendría que dimitir.
‘No es posible que viva en un contenedor’
Un portavoz de la oficina del primer ministro dijo a CNN a principios de la semana que el gobierno ha “expuesto de forma transparente el gasto histórico” y que “cualquier costo de una remodelación más amplia… ha sido cubierto por el primer ministro personalmente”. CNN se puso en contacto con la oficina del primer ministro para pedirle su opinión este miércoles.
El primer ministro y sus aliados han defendido enérgicamente su comportamiento y han negado rotundamente las acusaciones. Sarah Vine, una periodista británica de alto nivel, y la esposa del alto ministro del gobierno Michael Gove, dijo el miércoles en el programa de radio de noticias insignia de la BBC que “no se puede esperar que el primer ministro viva en un contenedor”.
No obstante, las elecciones locales de la semana que viene en todo el Reino Unido serán una prueba de hasta qué punto el escándalo ha hecho mella en la opinión pública.
– Rob Picheta, Matt Wells y Luke McGee de CNN contribuyeron a este reportaje.