(CNN Español) – Tras semanas de rumores sobre la posible vuelta de los espectadores a los estadios de fútbol en España, desde el Ministerio de Sanidad enfriaron este lunes esa posibilidad.
“No sería lo más aconsejable”, afirmó la ministra Carolina Darias al ser preguntada al respecto en una rueda de prensa ofrecida en Oviedo.
Las palabras han causado malestar en el organismo que gestiona la primera división de fútbol española, desde donde sus directivos reclaman a las autoridades del ministerio que reconsideren su decisión.
“Solicitamos la vuelta del público según la situación sanitaria de cada Comunidad Autónoma”, decía el comunicado compartido por el organismo el mismo lunes tras conocer las declaraciones de Darias. Esta solicitud “ha sido aprobada por unanimidad por la Comisión Delegada de LaLiga, […] incluso teniendo en cuenta […] que habría clubes que podrían no tener público”, añadía la nota.
En aras a revertir esta posición del Ministerio de Sanidad, LaLiga anuncia que se reunirá de forma urgente con la liga profesional de baloncesto, la ACB, que también resulta perjudicada por esta medida que consideran “discriminatoria e incoherente”.
Esta petición se eleva a pocos días de que decaiga el estado de alarma en España, hecho que ocurrirá este domingo 9 de mayo a la medianoche. Desde el pasado 25 de octubre esta herramienta permitió a las regiones españolas modular las diferentes restricciones para controlar el avance de la pandemia, tales como cierres perimetrales de regiones, toques de queda nocturnos o limitaciones de aforo en comercios y hotelería.
España llegará al fin del estado de alarma con una situación epidemiológica diferente, según la Comunidad Autónoma. Por ejemplo, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad este lunes, el País Vasco presenta una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 496 casos positivos de covid-19 por cada 100.000 habitantes, mientras que en las Islas Baleares este parámetro baja hasta los 61 casos. Para considerar que la situación epidemiológica es buena en España, el Gobierno fija como meta que la incidencia acumulada a nivel nacional baje hasta los 50 casos por cada 100.000 habitantes. Actualmente, se encuentra en 223.