Nueva York (CNN Business) – El mercado laboral de Estados Unidos se derrumbó hace un año, cuando desaparecieron más de 20 millones de empleos en un solo mes. Ahora, la economía se está recuperando, pero millones de personas siguen sin trabajo.
Y a pesar de los meses de crecimiento récord de empleo del pasado verano, y de que el ritmo de mejora aumentó de nuevo esta primavera, el país aún está lejos de sanar.
La pandemia ha distorsionado un mercado de trabajo que antes era fuerte, dejando sin empleo a los trabajadores con ingresos más bajos, a las mujeres y a los trabajadores hispanos y negros.
Ahora, el despliegue de la vacuna, el clima más cálido y la reapertura de la economía están dando sus frutos, ayudando a que la recuperación del empleo se fortalezca. Los economistas encuestados por Refinitiv prevén una media de 978.000 puestos de trabajo en abril, frente a los 916.000 de marzo. Pero muchas de esas predicciones superan ampliamente el promedio. Jefferies prevé que se añadan 2,1 millones de puestos de trabajo, y Goldman Sachs pronostica 1,3 millones, según Refinitiv.
Aun así, Estados Unidos ha perdido millones de puestos de trabajo, más de 7 millones si se cumplen las predicciones, en comparación con el mes de febrero del año pasado, antes de que se produjera la pandemia. Los economistas confían en que muchos de estos puestos perdidos se recuperarán a lo largo del año.
Este miércoles, el informe de empleo de ADP, que analiza las nóminas privadas, indicó que en abril se crearon 742.000 puestos de trabajo, sobre todo en el sector de los servicios, especialmente en el ocio y la hostelería. El informe, que no tiene correlación con el recuento del Gobierno, ha estado por debajo de las cifras oficiales en los últimos meses.
Mientras tanto, las solicitudes semanales de subsidio de desempleo cayeron a 498.000 la semana pasada, según informó el jueves el Departamento de Trabajo. Esta fue la primera vez durante la pandemia que las solicitudes semanales cayeron por debajo de 500.000. Aunque las solicitudes de subsidio de desempleo siguen siendo más del doble que antes de la pandemia, la semana pasada se registraron 40.000 solicitudes menos de las que esperaban los economistas.
“El repunte del crecimiento del empleo no es tan fuerte como esperábamos, especialmente si tomamos en cuenta el reciente impulso a la demanda del estímulo fiscal, y podría ser una señal de que los informes cada vez más generalizados sobre la escasez de mano de obra están empezando a limitar la contratación”, dijo Andrew Hunter, economista sénior de Estados Unidos en Capital Economics. De hecho, hay algunos sectores en los que las empresas tienen dificultades para encontrar trabajadores. Las fábricas y los fabricantes siguen teniendo problemas para encontrar trabajadores especializados e incluso de nivel básico. Los ejecutivos del sector afirman que a muchos empleados potenciales les preocupa que esos puestos de trabajo no sean sostenibles porque podrían ser enviados al extranjero o sustituidos por la automatización.
Esta escasez de trabajadores podría hacer que los salarios aumenten, lo que podría reflejarse en el informe de empleo de abril, según los economistas.
Cómo podría reaccionar la Reserva Federal
La Reserva Federal también sigue de cerca las mejoras del mercado laboral. Después de todo, lograr el “máximo empleo” es uno de los dos mandatos del banco central.
El otro es mantener estable la inflación. Pero la reapertura de la economía, así como el aumento de los costos de las materias primas y la energía, están haciendo subir los precios. La Fed ha dicho en repetidas ocasiones que es demasiado pronto para hablar de subir sus tasas de interés ultrabajas o de reducir sus compras mensuales de activos por valor de miles de millones de dólares.
Pero la confluencia de datos económicos está preparando el terreno para un posible cambio de política, a finales de este año: el índice de precios de los gastos de consumo personal, que se considera la medida de inflación preferida por la Reserva Federal, se situó en el 2,3% en el año terminado en marzo. Junto con el fuerte aumento del empleo, esto podría hacer que el banco central cambie de opinión.
El objetivo de la Fed es que la inflación se sitúe en torno al 2%, pero ha dicho que busca una tasa moderadamente más alta a medio plazo.
El banco central podría señalar un cambio inminente en su reunión de junio, “con un anuncio formal de reducción en las reuniones [de la Fed] de septiembre o noviembre”, dijo Veronica Clark, economista de Citi, en una nota reciente. Esto iría en consonancia con la promesa del organismo de alertar al público con suficiente anticipación al cambio de su política.
Este martes, la secretaria del Tesoro y expresidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo que posiblemente haya que subir las tasas de interés para evitar el sobrecalentamiento de la economía, lo que provocó la caída de las acciones. Yellen se retractó de sus declaraciones más tarde en el día, diciendo que la Fed es independiente en su toma de decisiones y que no estaba haciendo una predicción o recomendación.