(CNN) – El conflicto entre israelíes y palestinos estalló esta semana y se convirtió rápidamente en una de las peores olas de violencia entre las dos partes en los últimos años.
Una situación ya tensa provocada por los movimientos para desalojar a las familias palestinas de sus hogares cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén estalló en uno de los lugares más sagrados de la ciudad, conocido por los musulmanes como el Noble Santuario y por los judíos como el Monte del Templo.
La policía israelí entró en la mezquita de Al Aqsa y se enfrentó a los palestinos dentro del lugar sagrado, disparando granadas paralizantes mientras los palestinos lanzaban piedras.
Los enfrentamientos resultantes allí y en otras partes de la Ciudad Vieja dejaron heridos a cientos de palestinos y algunos policías israelíes. Los grupos militantes palestinos en Gaza se unieron a la refriega disparando cohetes contra Israel, que respondió con ataques aéreos.
Al día siguiente, un representante de las Naciones Unidas advirtió que la situación estaba “avanzando hacia una guerra a gran escala”.
“Detengan el fuego de inmediato. Estamos avanzando hacia una guerra a gran escala. Los líderes de todos los bandos tienen que asumir la responsabilidad de reducir la escalada”, dijo Tor Wennesland, coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Medio Oriente.
Pero poner un freno a la violencia puede que no sea fácil. Los factores políticos, religiosos y nacionalistas influyen en la situación.
¿Por qué sucede esto ahora?
La ciudad había vivido tensión durante varias semanas por la ira de los palestinos debido al cierre de una plaza popular justo cuando comenzaba el Ramadán, al mismo tiempo que una batalla legal de años para sacar a siete familias palestinas de sus hogares en Jerusalén Este parecía estar a punto de terminar con un desalojo.
Las familias han estado viviendo en el vecindario de Sheikh Jarrah, justo al norte de la Ciudad Vieja, desde 1956, en un acuerdo negociado por las Naciones Unidas para encontrar hogares en Jerusalén Este, entonces controlada por Jordania, para las familias que perdieron sus propiedades en lo que se convirtió en el Estado de Israel en 1948.
Una organización nacionalista israelí llamada Nahalat Shimon está usando una ley de 1970, aprobada después de que Israel obtuvo el control sobre Jerusalén Este, para argumentar que los propietarios de la tierra antes de 1948 eran familias judías, es decir, que los ocupantes palestinos actuales deberían ser desalojados y sus propiedades entregadas a judíos israelíes.
Los palestinos sostienen que las leyes de restitución en Israel son injustas porque no tienen medios legales para reclamar la propiedad que perdieron ante las familias judías a finales de la década de 1940 en lo que se convirtió en el Estado de Israel.
La Corte Suprema de Israel debía escuchar una apelación en el caso de Sheikh Jarrah el 10 de mayo. Pero el fiscal general de Israel pidió posponerla.
La batalla legal por las casas en Sheikh Jarrah ha reavivado un debate a fuego lento sobre quién tiene derecho a la ciudad, sus lugares sagrados y su historia. Jerusalén siempre ha sido la parte más sensible del conflicto palestino-israelí. Pequeños cambios en una situación delicada pueden desencadenar protestas masivas. Y las voces extremistas a menudo están presentes y se hacen escuchar.
Cientos de extremistas judíos marcharon por Jerusalén a finales de abril cantando “Muerte a los árabes”, en una noche en la que se informaron varios incidentes de comunidades judías y árabes de la ciudad que se atacaban entre sí.
A principios de esta semana, la marcha anual del Día de Jerusalén, que normalmente atraviesa el Barrio Musulmán de la Ciudad Vieja, fue redirigida en un intento de evitar una mayor escalada.
FOTOS | Miedo y dolor en Gaza e Israel: Los rostros de la tensión en medio de la escalada de violencia
¿Qué es Jerusalén Este y por qué es tan sensible?
Durante casi dos décadas después de la fundación del Estado de Israel en 1948, la ciudad de Jerusalén estuvo dividida. Jerusalén Este estaba controlada por los jordanos, mientras que Jerusalén Occidental estaba controlada por los israelíes, quienes la convirtieron en su capital.
De manera crucial, la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus lugares sagrados estaban en Jerusalén Este.
La Ciudad Vieja es el hogar de la Iglesia del Santo Sepulcro donde los cristianos creen que Jesucristo fue enterrado.
Es el hogar de la Mezquita Al Aqsa donde los musulmanes creen que el profeta Mahoma hizo su Viaje Nocturno, así como el sitio donde creen que ascendió al cielo.
Y es el hogar del lugar más sagrado del mundo para los judíos, la piedra donde creen que Abraham vino a sacrificar a su hijo Isaac, y donde se encontraban el Primer y Segundo Templo en la antigüedad.
Durante la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel capturó Jerusalén Este, poniendo toda la ciudad bajo control israelí. Israel también capturó la Ribera Occidental, los Altos del Golán y la península del Sinaí.
Esta última fue devuelta a Egipto en virtud del acuerdo de paz de 1979, pero Jerusalén Este y los Altos del Golán han permanecido bajo el control total de Israel.
Los palestinos disfrutan de una autonomía limitada en Gaza y partes de la Ribera Occidental, pero Israel mantiene el control de todas las fronteras y la seguridad.
¿Cuál es la realidad en Jerusalén hoy?
Toda la ciudad de Jerusalén está bajo control israelí.
Israel dice que no hay diferencia entre el este y el oeste de la ciudad, sino que la describe como su capital unida. (Aun así, la ciudad está en gran parte auto-segregada. Jerusalén Este es mayoritariamente palestina, mientras que Jerusalén Occidental es mayoritariamente israelí. Los taxistas israelíes a menudo se niegan a conducir a lugares en Jerusalén Este).
Pero el derecho internacional considera a Jerusalén Este, la Ribera Occidental, los Altos del Golán y Gaza como territorio ocupado según las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aunque Israel discute esa caracterización.
La Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobada en 2016, dijo que los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado “no tienen validez legal” y constituyen una flagrante violación del derecho internacional.
El derecho internacional no distingue entre asentamientos en la Ribera Occidental o asentamientos en Jerusalén Este, considerándolos ambos territorios ocupados.
La Ciudad Vieja, y más específicamente el complejo de Al Aqsa, se rige por su propio acuerdo conocido como Status Quo.
Israel está a cargo de la seguridad en el sitio y Jordania, a través de una organización islámica llamada Waqf, administra los sitios religiosos.
En tiempos normales, los visitantes de todas las religiones pueden visitar el complejo, pero solo los musulmanes pueden orar allí.
Los palestinos ven a Jerusalén Este como la capital de un futuro estado palestino.
¿Qué dicen los funcionarios israelíes y palestinos sobre el caso de Sheikh Jarrah?
Los líderes palestinos dicen que el esfuerzo por desalojar a las familias de sus hogares es nada menos que una “limpieza étnica” destinada a “judaizar la ciudad santa”, informó la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
Israel dice que el conflicto es simplemente una “disputa inmobiliaria”. El Ministerio de Relaciones Exteriores acusó a la Autoridad Palestina y grupos militantes de “presentar una disputa inmobiliaria entre particulares, como causa nacionalista, para incitar a la violencia en Jerusalén”.
Más de 700.000 palestinos fueron desplazados durante la creación del Estado de Israel, según la agencia de las Naciones Unidas que apoya a los refugiados palestinos.
¿Cuál es la posición de la comunidad internacional?
El esfuerzo por desalojar a las familias palestinas del vecindario de Sheik Jarrah ha sido ampliamente criticado.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo a principios de mayo que Estados Unidos está “profundamente preocupado por el posible desalojo de familias palestinas en los barrios Sheikh Jarrah y Silwan de Jerusalén, muchas de las cuales han vivido en sus hogares durante generaciones”.
“Como hemos dicho constantemente, es fundamental evitar medidas que exacerben las tensiones o nos alejen más de la paz. Esto incluye desalojos en Jerusalén Este, actividad de asentamientos, demoliciones de viviendas y actos de terrorismo”, dijo Price.
La Comisión Europea también condenó la violencia y expresó su preocupación por los posibles desalojos.
“Tales acciones son ilegales según el derecho internacional humanitario y solo sirven para alimentar las tensiones sobre el terreno”, dijo Peter Stano, portavoz principal de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Comisión de la UE, en un comunicado.