Hong Kong (CNN) – Los planificadores militares en Washington presionaron a la Casa Blanca para que alistara planes de uso de armas nucleares contra China continental durante la crisis del Estrecho de Taiwán en 1958, parecen confirmar documentos recientemente filtrados.
Los documentos, sobre los que informó por primera vez The New York Times el sábado, revelan el alcance de las discusiones de Washington sobre el uso de armas nucleares para disuadir una invasión china de Taiwán, incluida la aceptación por parte de algunos líderes militares estadounidenses de posibles ataques nucleares de represalia contra bases estadounidenses.
La nueva información fue proporcionada al diario por Daniel Ellsberg, el denunciante que en 1971 filtró los Papeles del Pentágono que detallaban la duplicidad del gobierno de Estados Unidos en su manejo de la Guerra de Vietnam.
“El primer uso de armas nucleares por parte de Estados Unidos no debe ser contemplado, preparado o amenazado en ningún lugar, bajo ninguna circunstancia, incluida la defensa de Taiwán”, dijo Ellsberg en una publicación en su Twitter el domingo.
La filtración de Taiwán proviene de secciones previamente clasificadas de un informe de 1966 del grupo de expertos Rand Corporation sobre la crisis del Estrecho de Taiwán de 1958, escrito por MH Halperin para la Oficina del entonces subsecretario de Defensa.
Después de que el Partido Comunista tomó el poder en China continental en 1949, luego de una brutal guerra civil, el gobierno nacionalista huyó a Taiwán. Pero Beijing vio a la isla como parte de su territorio, y las dos partes se enfrentaron de forma intermitente durante las siguientes décadas.
Lo más cerca que estuvieron Estados Unidos y China de un conflicto armado fue durante la crisis del Estrecho de Taiwán en 1958, cuando la República Popular China disparó artillería contra las islas periféricas de Taipei. A Washington le preocupaba que el bombardeo pudiera ser un precursor de una invasión total.
El bombardeo se centró en los grupos de islas Quemoy y Matsu, que se encuentran entre Taiwán y China continental y que Rand Corporation describe como “la primera línea de defensa” de Taipei.
Aunque ya es de conocimiento público que la administración de Eisenhower debatió sobre usar armas nucleares para disuadir a China de atacar a Taiwán, los documentos parecen revelar por primera vez el alcance de la planificación.
Según los documentos filtrados, algunos funcionarios del Departamento de Estado y de Defensa de Estados Unidos estaban preocupados de que la pérdida de las islas periféricas en 1958 pudiera conducir a una “toma de posesión de Taiwán por parte de los comunistas chinos”.
En caso de un ataque aéreo y marítimo en las islas, el general de la Fuerza Aérea de EE.UU. Nathan Twining dijo que Estados Unidos tendría que usar armas nucleares contra las bases de la fuerza aérea china “para evitar una campaña de interdicción aérea exitosa”, comenzando con “de diez a quince kilotones de armas nucleares”.
Si esto no condujera a una ruptura en el asalto desde China continental, “Estados Unidos … no tendría otra alternativa que llevar a cabo ataques nucleares en las profundidades de China hasta el norte de Shanghai”.
Según los documentos, el presidente del Estado Mayor Conjunto reconoció que esto conduciría “casi con certeza” a una represalia nuclear contra Taiwán y la base militar estadounidense en Okinawa en Japón. “Pero enfatizó que si la política nacional es defender las islas cercanas a la costa, entonces se deben aceptar las consecuencias”, dice el documento.
Dado que China aún tenía que desarrollar sus propias capacidades nucleares, cualquier represalia nuclear habría venido de la Unión Soviética, posiblemente provocando un conflicto global aún más devastador. El informe dijo que no está claro dónde se habría originado la represalia nuclear.
El documento decía que el Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, y Twining en particular, veían el uso de armas atómicas como “inevitable”. En una sección, el general Laurence S. Kuter, el principal comandante de la Fuerza Aérea para el Pacífico, afirma “rotundamente” que cualquier acción aérea estadounidense contra un ataque chino en las islas periféricas “no tenía posibilidades de éxito a menos que se utilizaran armas atómicas desde el principio.”
Al final, Eisenhower dudaba en usar armas nucleares y presionó para que las tropas estadounidenses se apegaran a las armas convencionales. Joshua Pollack, editor de Nonproliferation Review, dijo en Twitter el domingo que la idea de que Estados Unidos hubiera arriesgado un intercambio nuclear con la Unión Soviética por islas sin “valor militar” era “discordante”.
“No es de extrañar que la Casa Blanca haya dicho que no”, dijo.
El 6 de octubre de 1958 se alcanzó un alto el fuego en el Estrecho de Taiwán, aunque ha habido tensiones continuas entre Beijing y Taipei.
En un discurso en enero de 2019, el presidente de China, Xi Jinping, advirtió que usaría “todos los medios necesarios” y no “renunciaría al uso de la fuerza” para regresar Taiwán a China continental.
Beijing reclama la soberanía total sobre Taiwán, una democracia de casi 24 millones de personas ubicada frente a la costa sureste de China continental, a pesar de que los dos lados han sido gobernados por separado durante más de siete décadas.
Con las tensiones militares aumentando nuevamente entre Estados Unidos y China, el denunciante Ellsberg dijo en su entrevista con The New York Times que había proporcionado los documentos debido a sus preocupaciones sobre la posibilidad de una nueva guerra sobre Taiwán.
El domingo, Ellsberg recurrió a Twitter para pedir a ambas partes que actuaran con moderación.
“Nota para @JoeBiden: aprenda de esta historia secreta y no repita esta locura”, dijo.