(CNN Business) – Un fondo de cobertura que ha criticado la estrategia de ExxonMobil frente a la crisis climática ganó suficiente apoyo de los accionistas para reemplazar a al menos a dos directores del consejo del gigante petrolero, una pérdida importante para la otrora poderosa compañía.
Por primera vez en la historia moderna, la compañía petrolera más grande de Estados Unidos se enfrentó a un desafío creíble de un inversor activista, Engine Nº 1. Molesto con los resultados financieros de Exxon y su acción deficiente en temas climáticos, el fondo de cobertura trató de expulsar a cuatro directores en la junta anual de accionistas de la compañía.
Engine Nº 1 ganó dos asientos en la junta en la votación de los accionistas. Otros dos puestos todavía estaban demasiado reñidos como para anunciar un ganador el miércoles por la tarde.
La votación es un hito importante en la batalla contra la crisis climática, porque es la primera lucha por el control del directorio en una de las principales empresas estadounidenses en que el argumento para el cambio es la necesidad de alejarse de los combustibles fósiles.
El derrocamiento de al menos dos directores de Exxon envía un fuerte mensaje a otras compañías de combustibles fósiles en un momento en que la Agencia Internacional de Energía ha advertido al mundo que necesita detener inmediatamente la perforación para obtener petróleo y gas para evitar una catástrofe climática. Engine Nº 1 ha criticado la renuencia de Exxon a diversificarse hacia la energía renovable y los pasos para maximizar la producción de petróleo.
Respaldo
“Los inversores ya no están al margen. Este es un día de ajuste de cuentas”, dijo en un comunicado Anne Simpson, directora general de inversiones del Sistema de Retiros de Empleados Públicos de California (CalPERS). CalPERS está entre los principales inversores y fondos de pensiones que apoyaron la campaña activista.
“Los inversores enviaron una advertencia a Exxon, pero su impacto repercutirá en las juntas de todas las principales compañías de combustibles fósiles”, dijo en un comunicado Mark Campanale, fundador y presidente ejecutivo de la Iniciativa de Seguimiento del Carbono.
El consejo de Exxon reconsiderará dos propuestas de accionistas que recibieron la aprobación mayoritaria de los accionistas, según la compañía. Las propuestas incluyen la solicitud de un informe sobre el cabildeo y un informe sobre el cabildeo en temas climáticos.
“Nos hemos estado involucrando de manera activa con los accionistas y hemos recibido comentarios positivos y apoyo, particularmente por nuestros anuncios relacionados con soluciones bajas en carbono y los progresos en los esfuerzos para reducir costos y mejorar las ganancias”, dijo Darren Woods, presidente y CEO de ExxonMobil en un comunicado. “Hoy escuchamos a los accionistas sobre su deseo de impulsar más estos esfuerzos y estamos bien posicionados para responder”.
Los tropiezos abrieron la puerta a la rebelión
Esta pelea con los activistas se produce después de un período de pésimo desempeño por parte de Exxon.
Exxon, que era la compañía más valiosa del mundo en 2013, ha perdido casi US$ 200.000 millones en capitalización de mercado desde su punto máximo. Desde 1928 había formado parte de manera ininterrumpida del promedio industrial Dow Jones hasta que fue expulsado del índice exclusivo el verano pasado.
Durante los cinco años anteriores a la pandemia, el rendimiento total de Exxon (incluidos los dividendos) se redujo en un 17,5%, según Engine No. 1. Fue por lejos el peor resultado entre las cinco compañías petroleras más grandes. De hecho, Exxon fue la única que sufrió pérdidas y el S&P 500 subió casi un 80% durante el mismo período.
Sin embargo, Exxon se recuperó en 2021 a medida que subieron los precios del petróleo. La cotización de las acciones ha subido un 41% este año, casi cuadruplicando el avance del S&P 500. Aun así, Exxon se mantiene lejos de los máximos históricos alcanzados a mediados de 2014.
‘Estrategia cuestionable’
Engine No. 1 argumenta que la crisis climática representa una amenaza existencial para Exxon, un tema que la compañía no se ha tomado lo suficientemente en serio. A diferencia de BP, Royal Dutch Shell y otras grandes petroleras europeas, Exxon le ha apostado todavía más al petróleo y el gas a pesar de la creciente preocupación por la crisis climática.
“La negativa a aceptar que la demanda de combustibles fósiles puede disminuir en las próximas décadas ha hecho que no se den ni siquiera los primeros pasos hacia una evolución y que se haya generado confusión sobre los riesgos empresariales a largo plazo en lugar de abordarlos”, escribió Engine No. 1 en su presentación para los inversores.
Institutional Shareholder Services ha aconsejado a los accionistas que voten a favor de tres de los candidatos de Engine No. 1.
Citando la “cuestionable estrategia” de Exxon para el futuro y los “rendimientos decrecientes”, Glass Lewis, otra influyente firma de asesoría, instó a los accionistas a respaldar a dos de los cuatro candidatos.
“Creemos que Engine No. 1 ha presentado un caso convincente, que sin una respuesta más concertada y una estrategia bien desarrollada (…) relacionada con la transición energética global, los retornos, el flujo de caja y los dividendos de Exxon, y por lo tanto su valor para los accionistas, están cada vez más en peligro”, escribió Glass Lewis en su informe.
Los tres grandes tienen la llave
Engine No. 1 posee solo el 0,02% de las acciones de Exxon. Sin embargo, el fondo de cobertura ha obtenido el respaldo de importantes inversores institucionales, incluido el Fondo Común de Retiro de Nueva York, la Iglesia de Inglaterra, el Sistema de Retiro de Empleados Públicos de California (CalPERS) y el Sistema de Retiro de Maestros del Estado de California (CalSTRS).
Pero como la mayoría de las luchas por poderes, es probable que la guerra la gane el lado que obtenga el apoyo de los tres grandes administradores de activos. BlackRock, State Street y Vanguard poseían colectivamente casi el 19% de las acciones de Exxon a fines de marzo, según Refinitiv.
Es por eso que es muy importante que Reuters informara que BlackRock ha votado por tres de los cuatro candidatos de Engine No. 1 para que se unan a la junta de Exxon. Un portavoz de BlackRock se negó a comentar sobre el informe.
BlackRock, el administrador de activos más grande del mundo, está siendo criticado por activistas que exigen que cumpla con sus propias promesas climáticas. La campaña está dirigida por BlackRock’s Big Problem, una coalición que incluye a Sierra Club, la red Rainforest Action y Friends of the Earth.
“Cuestionamos si BlackRock está listo para responsabilizar a los mayores contaminadores [las empresas] de petróleo y gas —y a sus financistas—. Cualquier cosa menos es palabrería y hacer creer que hacen más por el medio ambiente de lo que están haciendo”, escribió Roberta Giordano, una de las organizadoras, en un memorando el lunes.
Más allá de la batalla de la junta, Exxon también enfrenta múltiples propuestas de accionistas relacionadas con el clima.
Tanto Glass Lewis como ISS recomiendan a los accionistas respaldar tres propuestas separadas que piden a Exxon que emita informes que detallen los impactos financieros del escenario de emisiones cero neto para 2050 de la Agencia Internacional de Energía, sobre los pagos y políticas de cabildeo y sobre la alineación del cabildeo corporativo sobre clima con el acuerdo climático de París.
Exxon promete seguir renovando su directorio
Exxon ha defendido su estrategia señalando las proyecciones que indican que continuará la demanda de petróleo y gas natural, particularmente de los mercados emergentes. La compañía también ha señalado los esfuerzos para reducir las emisiones e invertir en la captura y almacenamiento de carbono, así como en el hidrógeno. Exxon ha estimado que la captura de carbono por sí sola podría ser un mercado de US$ 2 billones para 2040.
“Creemos que el éxito en el desarrollo de estas tecnologías será fundamental tanto para avanzar en las ambiciones de la sociedad de un futuro con menos emisiones de carbono como para generar valor a largo plazo para los accionistas”, escribieron Woods y el director principal de Exxon, Ken Frazier, en una carta a los accionistas el lunes.
Sin embargo, Glass Lewis dijo que no cree que Exxon “haya presentado un caso convincente” de que la captura de carbono se volverá económicamente viable o crecerá a la escala requerida para convertirse en la pieza central de la estrategia de transición energética de la compañía.
“Nos queda la sensación de que Exxon no está haciendo lo suficiente en términos de preparación o inversión para el futuro”, escribió Glass Lewis.
En una señal de la presión que enfrenta Exxon, la compañía también prometió agregar dos nuevos directores durante los próximos 12 meses, uno con experiencia en la industria energética y otro con experiencia en el clima. Eso se sumaría a los seis nuevos directores que se han agregado desde 2017.
Por su parte, Engine No. 1 instó a los accionistas a no dejarse llevar por lo que denominó “maniobras cínicas de última hora” de Exxon.
“Esta es la misma empresa que durante años se ha negado a dar pasos incluso graduales para estar mejor posicionada a largo plazo en un mundo descarbonizado”, dijo Engine No. 1 en un comunicado.