(CNN) – La temporada de huracanes 2021 en el Atlántico comienza oficialmente este martes 1 de junio y se pronostica que será ajetreada otra vez.
Con una temporada activa en mente, Amazon y la Cruz Roja esperan que un nuevo centro de ayuda en casos de desastre y una asociación permitan una respuesta más rápida a los lugares afectados por huracanes y otros desastres naturales.
“Nuestro equipo de respuesta y socorro en casos de desastre se está asociando con organizaciones globales de ayuda humanitaria para aprovechar la escala de Amazon, para ayudar a mejorar el tiempo de respuesta a desastres naturales a gran escala en todo el mundo”, dijo Alicia Boler Davis, vicepresidenta de Cumplimiento Global de Clientes en Amazon, en un comunicado de prensa a CNN.
Amazon anuncia la apertura de su Centro de Socorro en Casos de Desastre en Georgia, para ayudar rápidamente a responder a los desastres naturales, y su asociación con seis organizaciones mundiales de ayuda humanitaria, incluida la Cruz Roja.
Trevor Riggen, vicepresidente sénior de Servicios de Desastres de la Cruz Roja Estadounidense, dice que esta nueva empresa combina sus propios antecedentes de respuesta a desastres con los conocimientos de entrega de Amazon.
“Este esfuerzo más reciente en el centro de socorro en casos de desastre es una oportunidad para que nosotros [la Cruz Roja] aprovechemos su experiencia [de Amazon] en logística y podamos trabajar con ellos para obtener recursos justo a tiempo a lugares a los que es difícil llegar”, aseveró Riggen. “Lugares que son difíciles de mover recursos sin un avión, y Amazon tiene esa capacidad de mover las cosas rápidamente”.
Esto incluye lugares como Puerto Rico, las Islas Vírgenes, América Latina, el Caribe e incluso las regiones rurales y remotas de Estados Unidos.
La sede
El centro de Amazon, ubicado en Atlanta, almacenará más de medio millón de suministros de socorro donados por Amazon.
Habrá suficientes suministros almacenados para llenar inmediatamente un avión 767 de Amazon Air para entregar rápidamente bienes críticos a los socios de la comunidad cuando ocurra un desastre.
El programa comenzó debido a una carta al ex CEO de Amazon.
“Jeff Bezos en realidad recibió una carta de alguien en Louisiana, en 2016, cuando las inundaciones golpearon y dijo: ‘Amazon es el mejor para llevar cosas a las áreas más remotas de Estados Unidos, ¿cómo puede ayudarnos a obtener suministros aquí?’”, dijo Bettina Stix, directora de Ayuda para Desastres en Amazon. “Esa fue realmente la visión que tuve. Podemos llegar incluso a las comunidades más rurales, tenemos métodos de transporte para llegar allí”.
Después de un desastre natural, los equipos de emergencia evalúan qué suministros tienen, adquieren los artículos que necesitan y luego consolidan, empacan y los envían a las zonas de desastre. Este proceso puede tardar varios días. Para acortar el procedimiento, Amazon estudió sus datos de soporte de desastres a lo largo de cuatro años y formó una estrategia.
La ubicación es todo
Las organizaciones eligieron la ubicación de Atlanta debido a su proximidad a las áreas más a menudo golpeadas por huracanes. Atlanta, por ejemplo, está a solo 300 millas (482 km) de la costa del Golfo, a unas 700 millas (1.120 km) de las Bahamas y a 1.500 millas (2.414 km) de Puerto Rico y otras islas del Caribe.
En Estados Unidos, las ubicaciones rurales pueden plantear problemas cuando las carreteras se dañan.
El suroeste de Louisiana fue golpeado varias veces el año pasado por diferentes sistemas tropicales.
Durante el huracán Sally, el año pasado, el puente de la bahía de Pensacola fue gravemente dañado, lo que limitó no solo a las personas que intentaban evacuar, sino también a la ayuda.
En el Caribe, muchas islas pueden ser difíciles de alcanzar justo después de un desastre, lo que hace que los aviones sean la única forma accesible de entrar.
“Desde 2017, hemos tenido huracanes: María, Irma, Dorian, todos ellos golpearon islas, y como sabemos, la forma crucial de entrar allí es en avión, esa es la forma más rápida”, dijo Stix.
No solo todos esos huracanes golpearon islas, sino que todos alcanzaron la categoría 5, el nivel más alto posible para un ciclón tropical. El huracán Dorian fue excepcionalmente devastador.
“No solo fue uno de los más fuertes registrados en la cuenca del Atlántico, sino que estuvo estacionario, o casi estacionario, sobre las Bahamas durante más de 24 horas como una tormenta de categoría 4-5”, recordó Taylor Ward, meteorólogo de CNN.
“Esto hizo que fuera uno de los peores desastres naturales en la historia del país. La fuerza extrema devastó la zona y el lento movimiento retrasó la llegada de la ayuda humanitaria”, destacó Ward.
La esperanza es que si ocurre un desastre similar, no se perderá un tiempo precioso al localizar, clasificar y empacar los artículos de socorro.
El pronóstico llama a otra temporada activa de huracanes
Este año podría ser la sexta temporada consecutiva de huracanes por encima del promedio, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Este año, también marcó el séptimo año consecutivo que al menos un sistema tropical con nombre se ha formado en el Atlántico antes del inicio oficial de la temporada.
“Nos preparamos cada año como si fuera a ser una temporada de desastres muy ocupada, pero cuando vemos estos pronósticos son casi una garantía de que va a haber una cantidad de actividad por encima del promedio, eso nos dice que vamos a estar ocupados todo el verano y hasta el otoño”, dijo Riggen.
“Una gran cantidad de planificación previa entra en una temporada alta como esta para asegurarnos, independientemente del nivel de actividad, de que tenemos suficientes recursos y podemos moverlos justo a tiempo”, dijo.
Desde su creación, en 2017, los esfuerzos de respuesta y socorro en casos de desastre de Amazon han proporcionado más de 13 millones de artículos y decenas de millones de dólares para apoyar a los socios comunitarios en todo el mundo durante 59 desastres naturales separados, según Amazon.
Cómo prepararse para lo desconocido
Hay tres fases por las que pasa la Cruz Roja durante una operación: el qué, dónde y cuándo.
“Las personas no siempre necesitan los suministros de limpieza desde el primer minuto, necesitan los suministros de socorro, necesitan asegurarse de que puedan mantener a su familia segura, que tengan comida y agua justo después de la tormenta. Ese es el qué”, dijo Riggen.
Luego está el lugar… ¿dónde están las personas? Hay que tener en cuenta que algunas personas se mudan a un refugio, se quedan con familiares, o en algunos casos toda una comunidad es evacuada a una comunidad vecina. Así que esos suministros deben ir a donde está la gente después del desastre, no antes.
Comunicaciones
También hay otro factor a considerar: la conectividad. La gente quiere conexiones wifi y la capacidad de usar sus teléfonos celulares. No solo las personas que viven en las comunidades afectadas por las tormentas, sino también los socorristas y los trabajadores humanitarios.
La capacidad de comunicarse con sus seres queridos, decirles que están bien después de que ocurra un desastre, o la capacidad de los responsables para comunicarse con las comunidades y entre sí, es fundamental.
El Programa de Respuesta a Desastres de Amazon Web Services (AWS, por sus siglas en inglés), que realiza un seguimiento de los desastres globales, también se asociará con organizaciones, como la ONG Help y el Centro de Recursos para Desastres de Tecnología de la Información (ITDRC, por sus siglas en inglés) ayudando a las personas a acceder a datos críticos localmente.
La AWS y el ITDRC aparecerán en una escena de desastre con generadores, antenas parabólicas, repetidores wifi y kilómetros de cable.
Estos voluntarios trabajan para establecer una conectividad temporal cuando el suministro de energía se corte y no haya antenas de servicio de telefonía celular. Al mismo tiempo, las empresas de telecomunicaciones y servicios públicos pueden centrarse en la reparación de la infraestructura permanente.
Los alimentos, el agua y el refugio son esenciales para la recuperación ante desastres, pero la capacidad de distribuir esos elementos esenciales depende en gran medida de una buena comunicación.
Alrededor del 30% de todos los huracanes en el Atlántico tocaron tierra en Estados Unidos. Sin embargo, no es necesario que todas los ciclones pronosticadas tocaran tierra en EE.UU. para que sea una temporada destructiva.
“No importa si hay 30 ciclones o una […] si te afecta, es una temporada alta”, dijo Ken Graham, director del Centro Nacional de Huracanes.
Si eso ocurre, esta asociación puede ayudar a disminuir la inevitable interrupción que trae consigo un sistema de los trópicos no deseado.