(CNN) – Las órdenes de confinamiento establecidas con el fin de controlar el contagio del covid-19 se relacionan con una reducción promedio del 37% de la delincuencia en 27 ciudades de 23 países, según informó el miércoles un equipo internacional de investigadores.Los robos y hurtos fueron los que más se redujeron, en un 46%, quizá porque la gente se quedó en casa en lugar de ir a trabajar. Los homicidios disminuyeron un 14%, según informan los investigadores en la revista Nature Human Behaviour.
“Nuestros hallazgos muestran que las medidas de confinamiento se asociaron a un descenso sustancial de la delincuencia urbana”, escribieron Amy Nivette, de la Universidad de Utrecht, Países Bajos, y sus colegas de todo el mundo.
“En promedio, la reducción general de los niveles de delincuencia en todas las ciudades incluidas fue de alrededor del 37%”.
Los investigadores descubrieron que había muchas diferencias entre las ciudades. “Las ciudades representan una gran variación de medidas relacionadas con las restricciones de confinamiento. Van desde recomendaciones en su mayoría voluntarias para evitar el espacio público (por ejemplo, Malmö y Estocolmo en Suecia) hasta el cese total de todas las actividades, excepto las más esenciales, conbase en una legislación de emergencia y con sanciones sustanciales por el incumplimiento de las normas (por ejemplo, Lima en Perú)”, escribieron.
“Como la mayoría de la gente se quedó en casa durante todo el día, menos casas quedaron sin vigilancia y los robos en residencias pueden haberse vuelto mucho más difíciles, mientras que los edificios comerciales probablemente se volvieron menos supervisados y, por lo tanto, un objetivo más fácil”, añadieron. Además, se registraron menos peleas en bares, pero el potencial de violencia doméstica aumentó.
“El menor descenso de los casos de homicidio puede deberse a varios factores. En primer lugar, en muchas sociedades, una proporción sustancial de los homicidios se cometen en contextos domésticos y, por tanto, no se ven afectados por la reducción de la densidad de los encuentros diarios en las ciudades. En segundo lugar, una proporción variable de los homicidios está asociada a la delincuencia organizada, a conflictos entre bandas o a conflictos relacionados con el tráfico de drogas”, escribió el equipo.
Como era de esperar, la situación varió mucho de una ciudad a otra. Los investigadores descubrieron que los robos se redujeron en un 84% en Lima y aumentaron en un 38% en San Francisco. La policía de muchas ciudades de EE.UU. informó de un aumento significativo de los delitos violentos con la pandemia.
Pero las ciudades de Estados Unidos no llegaron a registrar medidas de cierre similares a las que se impusieron en Europa, en partes de Sudamérica, incluido Perú, y en Asia. Y en Estados Unidos, millones de personas se unieron a las protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial, que en ocasiones se vieron empañadas por la delincuencia. Las dos ciudades estadounidenses incluidas en el estudio presentado este miércoles fueron San Francisco y Chicago.
Los investigadores descubrieron que el rigor de las leyes de cierre no parecía estar directamente relacionado con los cambios en la delincuencia.
“Los resultados muestran que las restricciones más severas a la apertura de los colegios, al trabajo desde casa, a los actos públicos, a las reuniones privadas y al movimiento interno no están significativamente relacionadas con la magnitud de los efectos, con una excepción: las reducciones o cierres más estrictos del transporte público se asocian con efectos más negativos solo para el robo y el hurto de vehículos”, escribieron.