(CNN Español) – La investigación sobre la muerte de Diego Armando Maradona avanzó esta semana con las primeras tres audiencias indagatorias. En mayo, el equipo de fiscales de San Isidro a cargo de la causa imputó por el presunto delito de “homicidio simple con dolo eventual” a siete de los profesionales que asistieron al astro del fútbol durante sus últimas semanas de vida, según consta en un documento del expediente al que accedió CNN. Los siete acusados también tienen prohibido salir del país.
Este viernes al mediodía, Mariano Ariel Perroni, supervisor y coordinador de los enfermeros de Maradona, se presentó a declarar ante la Fiscalía en una audiencia de indagatoria. El pasado lunes y miércoles, los fiscales también tomaron declaraciones a Ricardo Omar Almirón y a Dahiana Gisela Madrid. Ambos son los enfermeros que acudían a controlar al Diez durante los días de semana.
Los tres indagados corroboraron ante los fiscales que el control sobre el estado de salud del astro del fútbol era escaso y en oportunidades nulo; que uno de ellos reclamó acceso a elementos para controlar el funcionamiento de su corazón, pero que dichas herramientas de resucitación y asistencia nunca llegaron; y que en algunos casos no se pudo corroborar que tomara su medicación, confirmaron a CNN tres fuentes con acceso directo a la causa.
Maradona permanecía en una casa de un barrio privado de la localidad de Tigre, donde se instaló a principios de noviembre de 2020 con un grupo de allegados tras ser operado por un hematoma subdural en el cráneo. En dicha propiedad, falleció el pasado 25 de noviembre tras sufrir un edema pulmonar agudo como consecuencia de una patología cardíaca, según el informe de autopsia y la Junta Médica.
En esas últimas tres semanas, las instrucciones médicas y las decisiones tomadas por los profesionales en torno a su estado de salud fueron clave para su desenlace, establecieron los fiscales Laura Capra, Patricio Ferrari Cosme Iribarren y el fiscal general John Broyad en un documento en el que formularon las imputaciones a los acusados.
Ante los fiscales, el coordinador Perroni declaró que su función se limitaba a organizar los turnos de los enfermeros y no a tomar “acciones médicas”. Aseguró que sólo controlaba los ingresos y egresos del personal a la casa, pero nunca ingresó a la vivienda. “Cada informe que yo recibía de los enfermeros se lo transmitía a (la médica Nancy) Forlini”, coordinadora, a su vez, del equipo. CNN intentó comunicarse con abogados de Forlini, pero hasta el momento no ha podido dar con la defensa.
La médica tiene cita este lunes 21 de junio para su propia audiencia indagatoria ante los fiscales. Perroni, al igual que Almirón, señaló la supuesta injerencia de la psiquiatra Agustina Cosachov en la toma de decisiones junto a Forlini. El abogado de Cosachov no respondió las consultas de CNN. La psiquiatra debe declarar como imputada el próximo viernes. En manifestaciones públicas, su abogado ha negado los cargos contra su clienta.
El neurocirujano Leopoldo Luque, señalado por los fiscales como el “médico de cabecera” de Maradona, será el último de los imputados en declarar. Está citado para el lunes 28 de junio. Luque ha dicho en reiteradas oportunidades y entrevistas que no era médico de cabecera de Maradona y rechazó los cargos en su contra.
“Las instrucciones no se las daba yo (a los enfermeros) -dijo Perroni-. Cada enfermero es responsable. Es el médico el que indica qué tienen que hacer”, afirmó ante los fiscales. También sostuvo que la única información con la que supuestamente contaban los enfermeros y él mismo era que el paciente debía recibir “un tratamiento posquirúrgico” con una adicción al alcohol y medicación autosuministrada que debía ser controlada.
Perroni describió los últimos días de Maradona. “El fin de semana previo al deceso, por información que figuraba en el (grupo de) WhatsApp (del equipo médico), notificaron su estado de decaimiento y negativa a la ingesta de comida, líquido y visitas”, afirmó el coordinador.
La cardiopatía
El coordinador aclaró otro punto central en la imputación de los profesionales. Maradona padecía una patología cardiaca que le terminó provocando la muerte, según el informe de autopsia que consta en el expediente, como reportó CNN. Sin embargo, el astro no recibía medicación para el corazón y solo se le recetaron psicofármacos para tratar su adicción y los fiscales cuestionan por qué ningún miembro del equipo lo advirtió.
“Nunca recibí otra indicación médica que no fuera la de suministro de psicofármacos, de informar horarios y comunicar ante el caso de una necesidad alcohólica, si el paciente pedía alcohol o algo”, aseguró Perroni. “Por pedido de los médicos tratantes, las obligaciones concretas eran que se le suministrara la medicación en horario. Que no se lo invada, no se lo moleste y no se lo excite”, agregó ante los fiscales.
Perroni afirmó que tampoco recibió “epicrisis ni historia clínica con respecto a algún tipo de patología preexistente del paciente”, según la trascripción de su declaración a la que accedió CNN. “Recién supe después de la muerte que Maradona sufría de una cardiopatía”, agregó. El enfermero Almirón declaró el pasado lunes que había alertado a su supervisor y a parte del equipo que Maradona tenía taquicardia casi todo el tiempo. Cuando los fiscales interrogaron a Perroni sobre esta advertencia, el coordinador reconoció que sabía de esa situación porque se reportó “en el grupo de WhatsApp donde estaban los médicos que eran quienes debían tomar acciones”.
Perroni reconoció también que Almirón informó al equipo vía WhatsApp que Maradona sufría “edema en miembro inferior”, un síntoma que
puede relacionarse con problemas cardíacos, y que la indicación médica fue “que se eleve el miembro”. Cuando la Fiscalía le preguntó si había advertido la posibilidad de que el paciente pueda cursar un edema agudo de pulmón, el coordinador respondió: “No me llegó información de ese tenor”.
Las instalaciones
El lunes, el enfermero Almirón también aseguró ante los fiscales que reclamó la provisión de aparatología para monitorear el corazón del Diez y no obtuvo respuesta. Perroni lo confirmó este viernes, según la transcripción de su declaración: “No había aparatología. Me consta que no había”. A continuación, los fiscales indagaron sobre si el coordinador considera que era necesario instalar en la vivienda un monitor de control cardíaco. “Con una cardiopatía, si es necesario”, respondió, pero advirtió que supuestamente él no sabía de esta condición de Maradona.
Luego, Perroni explicó a los fiscales que el protocolo de enfermería en una internación domiciliaria implica que los enfermeros deben realizar “los controles de signos vitales” del paciente y en su defecto “una observación visual sobre la forma respiratoria del paciente, como mínimo”.
La enfermera Madrid declaró el miércoles en la Fiscalía que ni siquiera podía administrar la medicación a Maradona, ya que el paciente se negaba a recibirla en los últimos días y que debía entregar los medicamentos a sus allegados que compartían con el astro la casa de Tigre, confirmaron dos fuentes con acceso directo a la declaración de Madrid. “Nosotros solo teníamos la medicación. Nada más. Había que hacer lo que el paciente quería, si el paciente se dejaba tomar los controles”, dijo en su indagatoria, según consignó la agencia Télam.
Al finalizar su turno, el enfermero debería “hacer el pase al pie de la cama del paciente, viendo la higiene e informando los cambios relevantes ambos enfermeros juntos y controlado signos”, dijo Perroni. Ese punto del protocolo habría fallado, reconoció este lunes Almirón.
Almirón trabajaba como enfermero del turno noche y fue el último del equipo en controlar los signos vitales de Maradona, entre las 9:00 p.m. y 10:00 p.m. del 24 de noviembre de 2020, según surge de su declaración, consignaron las mismas fuentes. Fue la última persona que habría visto con vida a Maradona, alrededor de las 6:30 a.m. del 25 de noviembre, justo antes de dejar su turno, dijo el imputado este lunes, según tres fuentes con acceso directo al expediente.
El enfermero relató ante los fiscales que, a esa hora de la mañana, observó al Diez desde la puerta del cuarto donde dormía Maradona, pero afirmó que no lo revisó, sino que lo vio durmiendo y se retiró, de acuerdo con la confirmación de tres fuentes del expediente. Según determinó la Junta Médica y reflejaron los fiscales en su texto de imputación, Maradona sufrió un periodo de agonía de unas 12 horas, entre la medianoche del 24 y el mediodía del 25 de noviembre.
Los chats
Además de prestar declaración indagatoria, los enfermeros Almirón y Madrid entregaron a los fiscales las conversaciones que mantuvieron con otros miembros del equipo médico mediante la aplicación WhatsApp y en las que quedó registrado el día a día de la asistencia al Diez. Perroni, el coordinador, también se comprometió a entregar los mismos mensajes a los fiscales.
En su escrito de imputación a los siete acusados, que los fiscales presentaron en mayo ante el juez Orlando Díaz, los investigadores sostuvieron que “habiéndose representado el resultado fatal ante el grave cuadro de salud que evidenciaba la víctima y que era conocido al menos por todos los profesionales de la salud nombrados (enfermedad renal crónica, enfermedad hepática preexistente -cirrosis dual-, insuficiencia cardíaca congestiva, deterioro neurológico crónico, adicción al alcohol y psicofármacos, probables enfermedades psiquiátricas sumado al cuadro de abstinencia alcohólica), ejecutaron acciones contrarias al arte de la salud”.
De esta manera, agregaron, “omitieron realizar los actos específicos que cada uno debía desarrollar en torno a su función, agravando el cuadro de salud de Diego Armando Maradona, colocándolo en una situación de desamparo y abandonándolo a su suerte, ya que provocaron el deceso de Diego Armando Maradona el día 25 de noviembre de 2020 a las 12:30 hs. en ese domicilio producto de una insuficiencia respiratoria y paro cardíaco”.