El presidente Benigno Aquino III de Filipinas durante una entrevista en Manila, 19 de mayo de 2016.

(CNN) – El expresidente de Filipinas Benigno Aquino III falleció el jueves a la edad de 61 años tras ser hospitalizado en Quezon City, informaron medios estatales.

Popularmente conocido como “Noynoy”, Aquino fue el decimoquinto presidente del país, sirviendo de 2010 a 2016 luego de la muerte de su madre, expresidenta e ícono de la democracia Corazón Aquino.

Murió en el Capitol Medical Center cerca de la capital Manila, informó la Agencia de Noticias Filipina.

El juez de la Corte Suprema de Justicia Marvic Leonen, quien fue designado por Aquino en 2012, confirmó la muerte en un comunicado, según la ANP.

“Con profunda tristeza me enteré esta mañana del fallecimiento del expresidente Benigno S. Aquino”, dijo. “Fue un honor haber servido con él. Lo extrañaremos”.

Economista de formación, Aquino trabajó en el negocio azucarero familiar antes de lanzar su carrera política en 1998. Ocupó tres mandatos como congresista en la Cámara de Representantes antes de convertirse en senador en 2007.

Fue el único hijo de los íconos de la democracia popular Senador Benigno “Ninoy” Aquino y la expresidenta Corazón. Su padre, un senador que se opuso al gobierno del dictador Ferdinand Marcos, fue asesinado en 1983 al regresar a casa del exilio en Estados Unidos.

El asesinato conmocionó a la nación y ayudó a sacar a Marcos de su cargo en la revolución del “Poder Popular” de 1986, según Reuters. En 1987, mientras su madre era presidenta, los rebeldes atacaron su residencia en el Palacio de Malacanang en Manila, y Aquino escapó por poco de la muerte. Tres de sus escoltas murieron y él recibió cinco balas, una de las cuales aún está incrustada en el cuello.

Su madre, quien murió en agosto de 2009, fue presidenta desde 1986 hasta 1992.

Un mes después de su muerte, Benigno Aquino anunció su candidatura a la presidencia, diciendo que los partidarios de su madre lo habían instado a hacer una oferta y continuar la lucha iniciada por su padres para promover la democracia en Filipinas.

Ganó su elección en 2010 de manera aplastante, convenciendo a los votantes de que era moralmente apto para el trabajo y que representaría a los filipinos comunes.

Sin embargo, su mandato de seis años estuvo marcado por varias crisis, como en 2015, cuando 44 comandos de la policía murieron en una operación fallida para capturar a un militante malasio sospechoso de estar detrás de los atentados de Bali en 2002.

En noviembre de 2013, el tifón Haiyan, uno de los tifones más poderosos jamás registrados, devastó el centro de Filipinas, matando a más de 6.000 personas y destruyendo pueblos y aldeas.

Y unos meses después de su presidencia en 2010, Aquino fue criticado por su manejo de una crisis de rehenes en Manila que dejó ocho turistas de Hong Kong muertos.

A pesar de algunos avances en la lucha contra la corrupción, su imagen de “Sr. Limpio” se vio empañada por escándalos sobre el mal uso de fondos públicos por parte de los legisladores ese mismo año, según Reuters.