(CNN) – El asesinato del presidente Jovenel Moïse profundizó aún más la frágil situación política e institucional de Haití, desatada este año por la fecha de finalización del mandatario. Pero además, significa un nuevo golpe para el país, sumido en una crisis humanitaria desde hace años.
La economía de Haití se había contraído incluso antes de la pandemia y se redujo un 3,8% más en 2020. Aproximadamente el 60% de la población vive ahora en la pobreza, según el Banco Mundial.
Unicef, la agencia de las Naciones Unidas para la infancia, dijo en mayo que se esperaba que la desnutrición infantil aguda se duplicara este año a medida que el país enfrenta el aumento de la violencia, la pandemia y la falta de acceso a servicios esenciales.
La agencia advirtió que más de 86.000 niños menores de cinco años podrían verse afectados, más del doble en comparación con el año anterior.
Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, dijo en mayo que estaba “entristecida de ver a tantos niños sufrir” después de una visita de una semana.
“Sin fondos urgentes adicionales en las próximas semanas, se suspenderá el tratamiento vital que estamos brindando contra la desnutrición y algunos niños correrán el riesgo de morir”, agregó.
Unicef también advirtió que la desnutrición aguda, que es algo menos peligrosa que la desnutrición aguda severa, había aumentado un 61% durante el último año.
Se estima que 217.000 niños menores de cinco años podrían sufrir desnutrición aguda este año en comparación con 134.000 durante el mismo período en 2020, según la agencia de la infancia de las Naciones Unidas.
Disputa política por el liderazgo de Haití
En las últimas horas, Ariel Henry, nombrado primer ministro de Haití el 5 de julio, ha impugnado el liderazgo del primer ministro interino Claude Joseph, quien había asumido el liderazgo tras el asesinato de Moïse.
Claude Joseph, quien era el primer ministro de Haití cuando Henry fue nombrado, dejó en claro que asumía el liderazgo el miércoles al anunciar que Haití estaba en “estado de sitio”, cerrando la frontera del país y colocándola bajo la ley marcial después de una reunión con los ministros del gobierno.
“Claude Joseph no es primer ministro, es parte de mi gobierno”, dijo sin embargo Henry en una entrevista con el periódico haitiano le Nouvelliste.
Henry añadió que “hay que llegar a un consenso”, que es “el único capitán a bordo” y que no quería “echar aceite al fuego”, en la misma entrevista con le Nouvelliste.
Joseph estaba destinado a dimitir para que Ariel Henry, que está en proceso de formar su gobierno, preste juramento.
Si Joseph no se hace a un lado, se corre el riesgo de hundir a Haití más profundamente en una crisis política y constitucional, ya que el país ha funcionado sin un parlamento y, por lo tanto, por decreto presidencial desde 2020.