(CNN Español) – Cuba vivió el domingo una jornada de inéditas protestas, en la que miles de ciudadanos salieron a las calles para protestar por la falta de libertad y la difícil situación económica. Todo, en medio de un incremento en los contagios de covid-19.
Las manifestaciones se dieron en La Habana y San Antonio de los Baños, según pudo constatar CNN, y en otros puntos de Cuba de acuerdo con videos subidos a las redes sociales parecían mostrar otras protestas en un puñado de ciudades y pueblos de la isla.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, culpó al gobierno de Estados Unidos por las protestas y dijo que las sanciones comerciales habían creado miseria económica en la isla dirigida por el Partido Comunista.
Para muchos, las protestas recordaron a lo que ocurrió a principio de los años 90, durante el denominado “período especial”.
Corría el 5 de agosto de 1994 cuando cientos de personas salieron a marchar por el Malecón de La Habana en lo que, en ese momento, fue el acto de protesta más masivo contra el entonces gobierno de Fidel Castro desde 1959.
“Cuba, que ya sufría problemas económicos pese a los subsidios soviéticos, vio cómo su situación se agravaba a partir de 1991 tras el colapso de la Unión Soviética. Según algunas fuentes, las importaciones y exportaciones cayeron un 80% y el producto interno bruto se redujo en más de un 30%”, explicó en CNN el periodista Arthur Brice, que nació en Cuba y vive en la Florida, desde donde colabora con esta cadena.
“Este Período Especial en Tiempo de Paz, como lo llamaban los cubanos, duró toda la década y Cuba siguió con dificultades bien entrado el nuevo siglo”, añade.
CNN consultó con algunos especialistas respecto a las similitudes y diferencias entre aquellos sucesos de 1994 y los ocurridos el domingo y cuál puede ser la continuidad de los reclamos que enfrenta el gobierno cubano.
Procesos “completamente diferentes”
Sebastián Arcos es licenciado en Relaciones Internacionales y director asociado del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida. Según le dijo a CNN, ambos hechos “son procesos completamente diferentes en términos de magnitud”.
“En los años 90 fue una explosión puntual en La Habana, empujada por la idea de escape del país. Y lo del domingo fue completamente diferente. Es el principio del fin del régimen cubano. Cuando la gente se tira a la calle, el régimen perdió”, analizó.
Según el especialista, actualmente existe en el pueblo de Cuba “una cuestión de legitimidad” respecto del gobierno. Y lo comparó con el que sustentaba Fidel Castro, “legitimado por los hechos de 1959, la revolución, etcétera”.
“Hoy el cubano de a pie no concibe el poder en el gobierno”, subraya Arcos a CNN.
En 1994, en medio de la revuelta el propio Fidel Castro se hizo presente en el Malecón, pero para cuando llegó las fuerzas policiales ya habían controlado la situación.
Aquella vez, la solución fue empujada por la apertura de la posibilidad de que quienes querían salir de Cuba, así lo hicieran. “Lo de 1994 estuvo empujado por la idea de escape del país, de irse de Cuba”, subraya Arcos.
Respecto de si la salida al actual conflicto en la isla puede ser similar a lo que ocurrió en 1994, Arcos cree que la única manera es “que se aplaque con represión como se hizo en Tiananmen”.
En 1989, después de varias semanas de manifestaciones, las tropas chinas entraron en la plaza Tiananmen el 4 de junio y dispararon contra civiles. Las estimaciones del número de muertos oscilan entre varios cientos y miles. Se ha estimado que hasta 10.000 personas fueron arrestadas durante y después de las protestas.
Sin embargo, Arcos aclara que “la represión brutal que se vio el domingo no llega a ese nivel”.
De todas formas, insiste con que puede ser el principio del fin del régimen cubano.
“La crisis de Cuba no tiene solución. El cubano de a pie ha perdido fe en la legitimidad del gobierno. No tiene fe en la capacidad del régimen de reformarse. Esa esperanza, que alguna vez estuvo, se fue, no existe más. Y la posibilidad de que otro país salve a Cuba tampoco existe”, afirmó.
Una nueva generación que quiere “el final del régimen”
Otro de los especialistas consultados por CNN es Frank Calzón, ex director ejecutivo del Centro para Cuba Libre. El politólogo coincidió en marcar las diferencias entre el denominado “Maleconazo” y lo que ocurrió el último domingo.
“Son contextos muy diferentes y algunos comentaristas no están al tanto de eso. En 1994, el llamado Maleconazo fue protagonizado por gente relativamente joven que salió a las calles de La Habana a gritar en contra del régimen. Fidel se apareció en el malecón con la Policía y controló las protestas. Hubo una apertura para que los que quisieran irse de Cuba se fueran, y la gente comenzó a armar sus balsas en las mismas calles. Fidel Castro siempre utilizó la cuestión de la inmigración ilegal para conseguir cosas de EE.UU.”, le dijo a CNN.
En ese sentido, Calzón explicó que lo que ocurrió el 5 de agosto de 1994 “fue un movimiento de los que querían irse de Cuba”, y lo diferenció con las protestas que sufrió el gobierno de Miguel Díaz-Canel.
“Hay un cambio fundamental: el movimiento de hoy no es para huir del país. Además, estas protestas son completamente espontáneas. No es que están impulsadas desde el exilio. El poder de convocatoria lo tienen los jóvenes”, le dijo a CNN.
Además, marcó dos hechos como cruciales para el cambio de época: la muerte de Fidel Castro en 2016 y la llegada de internet a la isla.
“Internet abre la información, no solo de afuera hacia adentro, sino desde la isla hacia el exterior. Hay un renacer de la sociedad civil a pesar de las medidas de restricción del régimen”, dijo Calzón.
De hecho, las protestas del domingo se masificaron a partir de imágenes transmitidas por los propios protagonistas, que rápidamente inundaron las redes sociales y fueron parte del material utilizado por los medios de comunicación para difundir lo que ocurría.
Calzón también mencionó la canción “Patria y vida” (de Yotuel Romero, Gente de Zona, Descemer Bueno, Maykel Osorbo y El Funky) utilizada por los manifestantes y dijo que es “una respuesta a ‘Patria o muerte’ de Fidel Castro”.
“La oposición se ha movido en el ámbito social. Hay una nueva generación que no quiere ser como el Che ni quiere irse de la isla. Lo que quiere es el final del régimen. El gobierno está muy a la defensiva”, analizó el también activista por los derechos humanos.
Respecto de la continuidad de las protestas, el especialista resaltó que “la repercusión internacional es mayor” y que “los ojos del mundo están sobre Cuba”.
“El gobierno de Cuba encara una situación como nunca, agravada por la pandemia. Nadie sabe dónde está la salida. Algunos dicen que es el final del castrismo, pero los procesos políticos no son así. Pero sí estoy convencido de que es el principio del fin del castrismo”, subrayó.
Según la Universidad Johns Hopkins, Cuba ha reportado al momento 244.914 casos y 1.579 muertes por covid-19. Pero los números que preocupan son los más recientes: el domingo se registraron 6.923 contagios y 47 muertos, récord para el país desde el inicio de la pandemia. También los casos acumulados en la última semana son récord.
Una protesta nacional
Uno de los hechos en el que coinciden los especialistas consultados por CNN es el carácter nacional que tuvo la jornada de protesta del domingo.
Según Arturo López-Levy, profesor adjunto de política y relaciones internacionales en la Universidad Holy Names en Oakland, California, el reclamo que se inició el domingo “es un hecho sin precedentes, que debería ser un llamado a la conciencia de todas las personas que tienen interés en Cuba, que siguen con preocupación lo que pasa en Cuba”.
López-Levy le dijo a CNN que “hubo una serie de protestas que han abarcado diferentes puntos del país que no tienen precedentes en la historia de la revolución”.
Si bien recordó que “hubo focos de resistencia armada” en algunos momentos del gobierno castrista, “no se ha encontrado nunca un movimiento que adquiriera una dimensión nacional como ha sido este”.
“Hay una aparición simultánea de estas protestas a lo largo y ancho del país en muchos lugares. Eso marca una diferencia con la protesta del 5 de agosto de 1994, el llamado ‘Maleconazo’. La principal diferencia es que la actual es una protesta de carácter nacional”, resaltó en diálogo con CNN.
Una comparación “descabellada”
Para Eduardo Gamarra, profesor de política internacional en la Universidad Internacional de Florida, “es descabellada la comparación” entre la actual situación en Cuba y lo que ocurrió durante el “período especial”.
Según le dijo a CNN, “el paralelismo es superficial, son dos momentos fundamentalmente diferentes. Hoy ya no están los Castro, y es una sociedad a la que ya han abierto y están intentando cerrar. Eso es muy difícil”.
El especialista afirmó que “en 1990 la crisis interna generó una enorme flotilla de inmigrantes que llevó a que Clinton tuviera que negociar con ellos, y lejos de aliviarlo eso llevó a intensificar el embargo”. Ese punto, dijo, es el único que puede ser comparable con la actual situación.
De hecho, según dijo la Guardia Costera de Estados Unidos a CNN, en el año fiscal 2021 han sido interceptados unos 500 cubanos en el mar intentando llegar a las costas de Florida. En 2019 fueron 313, y en 2018 solo 259.
Un reclamo inédito
Las protestas en Cuba son muy inusuales ya que el gobierno no permite ningún tipo de manifestación, y si ocurren son inmediatamente desactivadas. Por eso, el domingo se realizaron numerosos arrestos y la policía disparó gases lacrimógenos para disolver algunas concentraciones.
Muchos manifestantes gritaron por la “libertad” y pidieron la dimisión de Díaz-Canel. La policía arrestó a varios manifestantes y utilizó gases lacrimógenos para disolver algunas manifestaciones. También se reportaron choques violentos con manifestantes, que lanzaron rocas y dieron vuelta un auto de policía.
En esta ocasión las personas se quejaron principalmente de los cortes de electricidad, la escasez de alimentos y del manejo de la pandemia de covid-19 por parte del gobierno, perjudicando a una economía ya muy afectada por las sanciones durante la administración Trump y que depende del turismo, prácticamente desaparecido durante los confinamientos de 2020 para contener al virus.
La caída en el turismo, principal fuente de divisas extranjeras del país, ha llevado también a una baja en las importaciones de bienes esenciales, generando escasez.
En consecuencia, el número de migrantes cubanos intentando llegar a Estados Unidos se encuentra en su número más alto desde 2017.
Germán Padinger colaboró con este reporte.