(CNN) – Dos semanas después del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, decenas de hombres arrestados por la policía local permanecen detenidos sin cargos formales y con acceso limitado a abogados.
El limbo legal, que se hizo más incierto por un “estado de sitio” invocado después del asesinato del 7 de julio, ha dejado a los grupos de derechos humanos preocupados por la falta de un debido proceso para los detenidos, que provienen de Haití, Colombia y Estados Unidos, y a sus familiares desesperados por obtener detalles.
En Colombia, las familias de los hombres, que constituyen el grueso de los 26 sospechosos detenidos, se han unido para recaudar fondos para abogados.
En las últimas semanas se nombró un “cónsul honorario” colombiano en Haití, pero altos funcionarios de Bogotá retrasaron una visita al país por petición del Gobierno.
Y la única información recopilada hasta ahora por la familia de Christian Emmanuel Sanon, el médico haitiano-estadounidense que, según la policía, orquestó el asesinato, es que el hombre de 63 años todavía goza de buena salud después de que lo visitaron funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. a principios de este mes.
“No parece que lo hayan golpeado ni nada, parece que está bien de salud, pero solo lo vieron una vez”, dijo Steven Bross, un amigo de Sanon que ha hablado con su familia en Florida.
Los derechos de debido proceso para los prisioneros han sido débiles durante mucho tiempo en Haití, donde años de liderazgo autocrático han erosionado los controles del poder más comunes en países desarrollados.
Mientras las autoridades buscan urgentemente una explicación para el impactante y vergonzoso asesinato, las capacidades de la policía haitiana han aumentado aún más.
Disposiciones vagas bajo la orden de emergencia, que expirará esta semana, “parecen justificar cualquier hecho en el contexto de la investigación”, dijo Brian Concannon, miembro de la junta del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití.
Ninguno de los hombres ha comparecido públicamente ante un juez.
Tampoco era evidente que se hubiera proporcionado asesoría legal a nadie. Según la ley haitiana, los presos pueden recibir un abogado designado por el tribunal, aunque por lo general no están disponibles hasta tarde en un caso, dijo Concannon.
Cuando se le preguntó repetidamente si los sospechosos tenían acceso a representación legal, la portavoz de la Policía Nacional de Haití, Marie Michele Vernier, solo dijo que los hombres estaban en contacto con sus respectivas embajadas.
El abuso tras las rejas es común en Haití, incluso en circunstancias normales, aunque hasta la fecha no han surgido denuncias de maltrato físico a los hombres.
“La tortura interrogativa es una rutina en los casos corrientes, por lo que esperaría que haya una probabilidad extremadamente alta de que ocurra en este caso, donde la policía está bajo mucha presión”, dijo Concannon.
Veintiséis hombres han sido detenidos desde el asesinato, dijo Vernier a CNN el miércoles, incluidos 18 colombianos, 5 haitianos y 3 ciudadanos estadounidenses.
Sus supuestos roles varían, pero no se cree que la mayoría sean arquitectos de alto nivel de la trama. Varios policías haitianos también han sido detenidos en una investigación administrativa separada, según las autoridades haitianas.
La policía haitiana dice que Sanon, quien había realizado una incursión franca en la política en los últimos meses, contrató a los colombianos y a otros hombres como “mercenarios” en un intento por tomarse el poder.
Se cree que los colombianos operaron en dos grupos: un grupo más grande que pensó que fueron contratados como seguridad privada para Sanon, y un grupo más pequeño que sabía de un objetivo “criminal” y sabía que la operación más grande era una fachada, dijo el presidente de Colombia, Iván Duque, la semana pasada.
Se dice que los otros dos haitiano-estadounidenses bajo custodia fueron contratados como traductores.
Citando preocupaciones sobre la privacidad, un funcionario del Departamento de Estado de EE.UU. se negó a confirmar cualquier visita consular con los ciudadanos estadounidenses bajo custodia, pero dijo que la agencia generalmente trabaja para brindar asistencia a los estadounidenses detenidos en el extranjero.
En Florida, la familia de Sanon cree que lo están convirtiendo en un chivo expiatorio, según Bross, el amigo de la familia.
El médico había anunciado recientemente planes para buscar la presidencia haitiana en un futuro gobierno y había contratado a los colombianos y otros hombres de una firma de Florida para su seguridad en Haití, según una empresa que organizó el financiamiento del esfuerzo.
La familia de Sanon cree que la necesidad de seguridad era legítima, dijo Bross. Sanon había criticado públicamente al presidente del país ahora asesinado y creía que no estaría seguro en el país, donde la violencia política es desenfrenada, dijo Bross.
Sanon ha negado todo conocimiento de la operación a los investigadores e insistió en su inocencia, informó CNN.
El domingo, se espera que los funcionarios consulares de Colombia viajen a Puerto Príncipe luego de que el gobierno haitiano solicitara que pospusieran su visita hasta el funeral del presidente asesinado, que es el viernes.
Los funcionarios se reunirán con los detenidos y los ayudarán a encontrar representación legal local, dijo el ministro de Relaciones Exteriores del país.
Varios familiares de los colombianos que hablaron con CNN dijeron que aún no conocen la condición de los hombres.
“Estamos desesperados. Cada día para mí es un infierno”, dijo la esposa de uno de los detenidos en un mensaje de texto.
La mujer, que solicitó el anonimato porque el caso es sensible, ha solicitado a la Cruz Roja que visite a su esposo, según una carta que compartió con CNN.
“Nuestra familia desconoce su estado físico, psicológico y legal. Estamos sufriendo y necesitamos tener algún tipo de comunicación telefónica o virtual con la ayuda de la Cruz Roja porque sus hijos pequeños y su familia estamos emocionalmente afectados por esta triste situación”, escribió la mujer.
El miércoles temprano, las familias de los hombres se reunieron con un funcionario de la oficina del Ministerio de Relaciones Exteriores, pero se fueron sin nuevos detalles sobre el estado de sus familiares.
“A partir de este momento, no sabemos absolutamente nada sobre cómo están y cómo están siendo tratados. Seguimos en el mismo sufrimiento”, dijo Milena Africano, cuyo esposo se encuentra entre los detenidos, después de la reunión.
El funcionario les dijo a las familias que podían entregar paquetes a la misión consular para que se los entregaran a los hombres.
En la lista de artículos que se pueden enviar: dos camisas blancas, un par de sandalias y una pequeña provisión de artículos de tocador.
Natalie Gallon de CNN informó desde Puerto Príncipe, Stefano Pozzebon desde Bogotá y David Shortell desde Miami. Reporte aportado por Caitlin Hu, Matt Rivers y Etant Dupain de CNN en Port-au-Prince.