(CNN)– Cuando la pandemia de covid-19 arrasó el planeta a principios de 2020, personas de todo el mundo se vieron confinadas en sus casas y se limitaron a hablar con amigos y seres queridos por teléfono o videochat.
Pero en lugar de ayudar a aliviar el aislamiento, este contacto virtual tenía más probabilidades de hacer que las personas mayores se sintieran solas, según los resultados de un estudio publicado el lunes.
Investigadores de la Universidad de Lancaster, en el Reino Unido, y de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, observaron un “notable aumento” de la soledad en Estados Unidos y un descenso del bienestar mental general en el Reino Unido tras el brote de covid-19.
El equipo recopiló datos de 5.148 personas de 60 años o más en el Reino Unido y 1.391 en EE.UU., que fueron encuestadas antes y durante la pandemia.
Mientras que el contacto regular cara a cara entre los hogares se asoció a un mejor bienestar mental, el contacto virtual mediante teléfonos o medios digitales: a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto, chats de audio y video en línea y redes sociales, no se asoció a una mejor salud mental en ninguno de los dos países.
El estudio descubrió que los adultos mayores estadounidenses que tenían un contacto virtual más frecuente eran más propensos a sentirse solos que los que tenían un contacto presencial o virtual poco frecuente, especialmente cuando el contacto presencial era limitado.
Los adultos mayores que tuvieron un contacto en persona más regular con amigos y familiares a lo largo de la pandemia tuvieron un mejor bienestar mental, pero las interacciones virtuales no se asociaron con un mejor bienestar mental en ninguno de los dos países.
Lidiar con la tecnología puede ser estresante
“Encontramos que el contacto cara a cara es esencial para ayudar a mantener el bienestar mental de los adultos mayores”, dijo Yang Hu, profesor senior de sociología y ciencia de datos en Lancaster y autor del trabajo a CNN, señalando que el contacto virtual no era “equivalente cualitativamente”.
“Es sorprendente que el contacto virtual se asocie con una mayor soledad y angustia mental que la ausencia de contacto, pero, de nuevo, no es tan sorprendente que una amplia gama de investigaciones hayan documentado la carga digital, el estrés y el rechazo experimentado por algunos en la población que envejece”, explicó Hu.
“Esto tiene que ver con un complejo conjunto de factores, como el acceso digital, la asequibilidad de los dispositivos, los conocimientos tecnológicos y el posible estrés digital entre la población de mayor edad”, añadió.
Hu dijo que la formulación de políticas debe centrarse en dotar a los adultos mayores de las herramientas y los conocimientos necesarios para utilizar los productos digitales y protegerlos del estrés y el agotamiento.
Mientras que casi todos (99%) los adultos de entre 16 y 44 años en el Reino Unido fueron usuarios recientes de internet en los tres meses anteriores, apenas el 54% de los adultos de 75 años o más se clasificaron como tales, según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), citando datos recogidos por la Encuesta de Población Activa ( LFS, por sus siglas en inglés) entre enero y marzo de 2020.
Sin embargo, la proporción de personas de 75 años o más que eran usuarios recientes de internet casi se había duplicado, desde el 29% en 2013, dijo la ONS.
“Las personas mayores son típicamente muy resilientes, pero la interrupción de la vida cotidiana y el aislamiento forzado durante la pandemia del Coronavirus ha golpeado a algunos de forma muy severa”, dijo Caroline Abrahams, directora de la organización benéfica Age UK, en un comunicado.
“Para las personas mayores que pueden utilizarla, la tecnología ha sido invaluable, ayudándoles a mantenerse en contacto con sus seres queridos y a sentirse conectados. Sin embargo, el contacto social favorece nuestro bienestar y ayuda a evitar la soledad en la tercera edad. Por eso, aunque la tecnología digital ha avanzado y se ha vuelto cada vez más sofisticada, nunca podrá sustituir a la interacción social ni al contacto humano”, añadió Abrahams.
Investigaciones anteriores demostraron que hablar por videoconferencia con servicios como Zoom durante la pandemia de coronavirus ayudó a las personas mayores a evitar los efectos de la demencia.
Investigadores del Instituto Geller de Envejecimiento y Memoria de la Universidad de West London descubrieron que la comunicación regular ayuda a mantener la memoria a largo plazo, y que las personas mayores que utilizan a menudo herramientas en línea mostraron un menor deterioro de la memoria que las que no lo hacen.