(CNN) – La administración Biden planea acelerar las deportaciones de algunas familias inmigrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México, dijo el lunes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
Algunas familias ahora estarán sujetas al procedimiento de deportación por vía rápida conocido como “deportación acelerada”, que permite a las autoridades de inmigración expulsar a una persona sin una audiencia ante un juez de inmigración. El procedimiento se aplicará a las familias que no sean expulsadas rápidamente en virtud de la política fronteriza relacionada con la pandemia.
Es el último indicio de la cautela de la administración Biden sobre los inmigrantes, incluidos los que buscan asilo, que viajan a la frontera sur de Estados Unidos.
Cuando se le preguntó sobre el mensaje de “no vengan” de la vicepresidenta Kamala Harris a los migrantes, el presidente Joe Biden reiteró durante un foro de CNN, la semana pasada, que “no deberían venir”. Agregó que la administración está tratando de abordar las causas fundamentales de la migración.
“Intentar cruzar a Estados Unidos entre puertos de entrada, o eludir la inspección en los puertos de entrada, es la forma incorrecta de llegar a Estados Unidos”, dijo el lunes el DHS en un comunicado.
“Estos actos son peligrosos y pueden tener consecuencias migratorias a largo plazo para las personas que intentan hacerlo. La Administración Biden-Harris está trabajando para construir un sistema de inmigración seguro, ordenado y humano. Y el Departamento de Seguridad Nacional continúa dando varios pasos para mejorar el procesamiento legal en los puertos de entrada y reformas para fortalecer el sistema de asilo”, agregó el Departamento.
Incremento de los arrestos de migrantes en las fronteras
Durante el fin de semana, Brian Hastings, el jefe de la Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande, tuiteó sobre que las detenciones se “disparaban”, citando los arrestos de más de 20.000 inmigrantes en el lapso de una semana en esa zona.
En los últimos meses han aumentado los arrestos de familias inmigrantes. En junio, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 50.000 familias inmigrantes, frente a las 40.815 de mayo, según los últimos datos disponibles de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU (CBP, por sus siglas en inglés).
Si bien decenas de miles de familias han sido rechazadas como resultado de una orden de salud pública de la era Trump relacionada con la pandemia de coronavirus, la cantidad de familias que han estado sujetas a la política ha disminuido desde marzo, según muestran los datos de la CBP. Pero la administración ha tenido problemas para acoger a esas familias, confiando en organizaciones a lo largo de la frontera y hoteles para su procesamiento.
La administración Biden también dijo, en mayo, que planeaba acelerar los casos judiciales para las familias inmigrantes recién llegadas que buscan asilo.
Un proceso largo en los tribunales
Los inmigrantes que luchan contra la deportación generalmente tienen la oportunidad de presentar sus casos en los tribunales. Allí pueden pedirles a los jueces que les permitan permanecer en Estados Unidos argumentando que califican para el asilo u otras opciones legales.
Los casos a menudo pueden llevar meses, si no años, debido a un retraso en la corte de inmigración. Eso impulsa el esfuerzo de establecer un proceso destinado a trabajar rápidamente.
Las administraciones de Obama y Trump intentaron escuchar rápidamente los casos, recibiendo críticas de defensores y abogados de inmigrantes, quienes argumentaron que el proceso corría el riesgo de acelerar los casos de asilo y socavar el debido proceso.
Un funcionario de Seguridad Nacional enfatizó anteriormente a CNN que la diferencia clave ahora es que las familias tendrán acceso temprano y amplio a representación legal y los jueces no estarán sujetos a restricciones estrictas de tiempo.