Nueva York (CNN Business) – Los estadounidenses están más endeudados que nunca.
Un aumento del gasto en tarjetas de crédito y en la compra de viviendas hizo que la deuda de los hogares estadounidenses aumentara en US$ 313.000 millones, o un 2,1%, en el segundo trimestre, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Es el mayor salto nominal desde 2007 y el mayor incremento porcentual en siete años y medio.
En total, los consumidores estadounidenses tenían una deuda de US$ 14,96 billones a finales de junio, la mayor acumulación de facturas registrada y US$ 812. 000 millones más de lo que se debía a finales de 2019, antes de la pandemia.
Los saldos de las tarjetas de crédito aumentaron en US$ 17.000 millones en el segundo trimestre, pero siguen siendo US$ 140.000 millones por debajo de los niveles de finales de 2019. Los saldos de los préstamos para automóviles aumentaron en US$ 33.000 millones.
La deuda hipotecaria y las protecciones de la época de la pandemia
La deuda hipotecaria, el mayor contribuyente a la deuda general de los hogares, aumentó US$ 282.000 millones hasta alcanzar US$ 10,44 billones. La mayor parte del 44% de los saldos pendientes se originaron durante el año pasado, tanto en lo que respecta a las nuevas hipotecas como a los refinanciamientos.
Pero a pesar de que el mercado inmobiliario estadounidense está al rojo vivo y los préstamos para la compra de viviendas están por las nubes, “todavía hay 2 millones de prestatarios en situación de prórroga hipotecaria que son vulnerables a las dificultades financieras una vez que los programas de indulgencia lleguen a su fin”, dijo Joelle Scally, administradora del Centro de Datos Microeconómicos de la Fed de Nueva York.
Cuando se implementaron los programas por primera vez, la mezcla de personas que se beneficiaban de las protecciones de moratoria hipotecaria era diversa en términos de puntuación de crédito. Pero con el tiempo, los prestatarios con mayor puntuación crediticia abandonaron los programas, dejando únicamente a los más vulnerables desde el punto de vista financiero.
¿Qué ocurrirá cuando expiren las protecciones de la época de la pandemia? Esa es quizás la mayor cuestión de política pública de la recuperación.
Los programas federales, así como las iniciativas de los prestamistas, mantuvieron la morosidad de los préstamos bajo control, pues el número de hipotecas que entraron en impago alcanzó un mínimo histórico en el segundo trimestre.
Mientras tanto, los préstamos para estudiantes, la única categoría de deuda que disminuyó en el último trimestre, cayendo a US$ 14.000 millones, siguen estando cubiertos en su mayoría por programas de prórroga en virtud de la Ley CARES.