(CNN) – Una serie de “tesoros” arqueológicos, como cerámicas griegas y cestas de mimbre de 2.400 años de antigüedad llenas de fruta, fueron descubiertos en los restos de la antigua ciudad hundida de Thonis-Heracleion, frente a la costa egipcia.Thonis-Heracleion fue el mayor puerto mediterráneo de Egipto antes de que Alejandro Magno fundara Alejandría en el 331 a. n. e.
Un equipo del Instituto Europeo de Arqueología Subacuática (IEASM), dirigido por el arqueólogo marino francés Franck Goddio, lleva años estudiando la zona.
La misión de 2021, llevada a cabo en estrecha colaboración con el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, reveló “resultados extremadamente interesantes” en el yacimiento de Thonis-Heracleion, en la bahía de Aboukir, dijo el IEASM en un comunicado el mes pasado.
A lo largo del canal de entrada noreste de la ciudad sumergida, el equipo encontró los restos de un gran túmulo, una zona funeraria griega. Estaba “cubierto de suntuosas ofrendas funerarias” que se remontan a principios del siglo IV a. n. e., dijo el IEASM.
El túmulo tiene unos 60 metros de largo y ocho de ancho, y “parece una especie de isla rodeada de canales”, añadió el IEASM.
“Por todas partes encontramos pruebas de material quemado”, dijo Goddio, citado en el comunicado del IEASM. “Deben haberse celebrado allí ceremonias espectaculares. El lugar debió de estar sellado durante cientos de años, ya que no hemos encontrado ningún objeto posterior a principios del siglo IV a. n. e., aunque la ciudad siguió viviendo durante varios cientos de años después”.
Entre las ofrendas, que incluían “cerámica griega de lujo importada”, los arqueólogos hicieron un descubrimiento aún más sorprendente: cestas de mimbre que aún estaban llenas de semillas de uva y doum, el fruto de una palmera africana que suele encontrarse en las tumbas, según el IEASM.
“Han permanecido intactas bajo el agua (durante) 2.400 años, tal vez porque en su día fueron colocadas dentro de una habitación subterránea o fueron enterradas poco después de ser ofrecidas”, dijo el IEASM.
El descubrimiento “ilustra maravillosamente la presencia de mercaderes y mercenarios griegos que vivían en Thonis-Heracleion, la ciudad que controlaba la entrada a Egipto en la desembocadura de la rama Canópica del Nilo”, dijo el IEASM.
A los griegos se les permitió establecerse en la ciudad durante el período faraónico tardío y construyeron sus propios santuarios cerca del enorme templo de Amón.
Sin embargo, según los investigadores, varios terremotos seguidos de marejadas hicieron que una porción de 110 kilómetros cuadrados del delta del Nilo se hundiera bajo el mar, llevándose consigo las ciudades de Thonis-Heracleion y Canopus. El IEASM “redescubrió” Thonis-Heracleion en 2000 y Canopus en 1999.
Durante su misión de 2021, en otra zona de la ciudad, Goddio y su equipo encontraron sumergida bajo las aguas una galera ptolemaica, que se hundió tras ser golpeada por enormes bloques del templo de Amón, según el IEASM.
La galera estaba amarrada en el canal que corría a lo largo de la cara sur del templo cuando el edificio fue destruido durante un “cataclismo” en el siglo II a. n. e., según el IEASM.
La caída de bloques del templo protegió la galera hundida clavándola en el fondo del canal, que luego se llenó de escombros. Los arqueólogos pudieron detectar la galera utilizando “un prototipo de perfilador de fondo de última generación”, dijo el IEASM. Esta avanzada tecnología es capaz de determinar las propiedades físicas del fondo marino y definir la información geológica a pocos metros de profundidad.
“Los hallazgos de galeras de este periodo siguen siendo extremadamente raros”, explicó Goddio. “El único ejemplo hasta la fecha es la nave púnica Marsala (235 a. n. e). Antes de este descubrimiento, los barcos helenísticos de este tipo eran completamente desconocidos para los arqueólogos”.