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Sydney, Australia (CNN) – Una familia australiana está de luto por la pérdida de una bebé de cinco meses que murió después de que su madre trató de protegerla de una urraca que las atacó en picada.

La bebé Mia estaba en los brazos de su madre cuando una urraca se abalanzó sobre ellas en el parque Glindemann, de la ciudad de Brisbane, el domingo, lo que hizo que su madre se tropezara y se cayera.

Trasladaron a Mia de urgencia al hospital, pero luego murió a causa de las lesiones sufridas en la caída, según el Servicio de Ambulancias de Queensland.

“Los padres y los testigos hicieron un trabajo realmente fantástico. Nos hicieron llegar muy rápido y permitieron que la pequeña tuviera la mejor oportunidad posible”, dijo en conferencia de prensa Tom Holland, un paramédico que asistió al lugar.

“Incluso como paramédicos, este es un evento increíblemente raro y trágico”, comentó Holland. “Fue una escena muy dolorosa, mis pensamientos están con los padres de la bebé”.

Los familiares lanzaron una campaña de recaudación de fondos para ayudar a cubrir los costos del funeral de Mia y ayudar a sus padres, identificados solo por sus primeros nombres (Jacob y Simone).

“En este día, en el parque Glindemann, en Holland Park West, ocurrió un accidente absolutamente trágico y repentino, donde a la hermosa Mia, de solo cinco meses de edad, le crecieron sus pequeñas alas de ángel y dejó este mundo”, dice la página de recaudación de fondos. “No hay palabras para describir la tortura que [los padres] Jacob y Simone están pasando”.

En una publicación en redes sociales, el martes, el alcalde de Brisbane, Adrian Schrinner, describió que la ciudad está “profundamente conmocionada” por la muerte de la bebé. “Unámonos como comunidad y hagamos saber a Jacob y Simone que Brisbane está aquí para ellos”, agregó.

Otros ataques de urracas

Las urracas son conocidas por defender agresivamente sus nidos, particularmente durante la temporada de reproducción que va de julio a diciembre, en Brisbane.

Por esas agresiones las urracas han ganado una reputación temible en Australia, donde el pájaro blanco y negro de pico afilado crece hasta alrededor de 40 centímetros de largo.

El sitio web Magpie Alert, que administra la comunidad, registró 1.231 ataques de urracas en el estado de Queensland en 2020, y miles más se reportaron en el resto de Australia.

Más de una de cada diez personas atacadas por las urracas sufren lesiones, según Magpie Alert.

En 2019, un hombre de Sydney, de 76 años, murió por lesiones en la cabeza después de chocar su bicicleta mientras intentaba evitar el ataque en picada de una urraca. El año anterior, un niño –en Perth– quedó casi ciego cuando una urraca lo atacó en la cara mientras estaba sentado en su cochecito.

El Ayuntamiento de Brisbane dice que está “trabajando hacia un equilibrio natural como principio rector de la gestión” cuando se trata de aves agresivas, como la urraca nativa.

Las urracas son una especie protegida en Australia, donde es ilegal matar al ave o sacar sus polluelos o huevos de la naturaleza.