Hong Kong (CNN) – Cuando la variante delta del nuevo coronavirus, que es altamente infecciosa, se afianzó en China el mes pasado, Zhang Wenhong, un respetado experto en enfermedades infecciosas en Shanghai, le dijo a un preocupado público chino que se preparara para vivir con el virus a largo plazo. Pero su franqueza tuvo un precio.
Durante más de un año, China había mantenido a raya al virus en gran medida sellando sus fronteras y controlando rápidamente los brotes locales con tolerancia cero a las infecciones. Pero a pesar de las estrictas medidas, se detectaron una docena de casos de la variante delta entre el personal de limpieza de uno de los aeropuertos más transitados del país. La variante pronto se extendió a más de la mitad de las 31 provincias de China, lo que resultó en más de 1.000 infecciones en menos de tres semanas.
La rápida propagación de delta coincidió con los esfuerzos para aumentar las vacunas. Hasta la fecha, se han administrado 1.900 millones de dosis de vacunas domésticas en China, según la Comisión Nacional de Salud (NHC).
Escribiendo en el sitio de redes sociales chino Weibo, Zhang dijo que podría no ser posible que las vacunas existentes erradicaran por completo el covid-19, y que las transmisiones aún podrían ocurrir después de que todos estén completamente vacunados, aunque a un ritmo más bajo y causando menos muertes.
“Lo que hemos pasado no es la parte más difícil. Lo que es más difícil es encontrar la sabiduría para coexistir con el virus a largo plazo”, escribió Zhang, quien ha sido comparado repetidamente con el epidemiólogo estadounidense Anthony Fauci por ser una voz ampliamente confiable sobre la pandemia.
Aprender a vivir con el virus no es una propuesta escandalosa. La mayoría de los científicos creen que es probable que el covid-19 esté aquí para quedarse, y un número cada vez mayor de países con altas tasas de vacunación, como Gran Bretaña y Singapur, están optando por una estrategia de coexistencia, con la esperanza de que eventualmente se convierta en una enfermedad endémica menos peligrosa, como la gripe.
Pero en China, los comentarios de Zhang provocaron un torrente de ataques en línea, y los detractores lo acusaron de refutar la tan promovida estrategia de covid cero del país.
Algunos nacionalistas enfurecidos lo llamaron un “traidor” que “adoraba ciegamente las ideas occidentales”. Otros alegaron que estaba en connivencia con fuerzas extranjeras para sabotear la respuesta de China al covid-19. Otros buscaron socavar sus credenciales académicas, desenterrando su tesis doctoral publicada hace dos décadas y acusándolo de plagio.
La prestigiosa Universidad Fudan de Shanghai, donde Zhang obtuvo su doctorado y enseña, dijo en un comunicado el domingo que había recibido quejas contra Zhang y estaba al tanto de las acusaciones en línea sobre su tesis. Dijo que había iniciado una investigación para verificar las afirmaciones.
El ataque a Zhang subrayó la naturaleza altamente politizada de las discusiones sobre la estrategia de China contra el covid-19.
Desde que China frenó su brote inicial, el gobernante Partido Comunista ha mantenido los esfuerzos efectivos de contención del país como prueba de la supuesta superioridad de su sistema político autoritario. El éxito de su estrategia de covid cero es aclamado como una victoria ideológica y moral sobre la vacilante respuesta de Estados Unidos y otras democracias occidentales, que habían luchado por controlar el aumento de casos y muertes.
Esos matices políticos se destacaron en un comentario publicado el 7 de agosto por el diario portavoz del partido, People’s Daily. En el artículo, el ex ministro de salud Gao Qiang atacó la idea de “coexistir con el virus”, acusando a Estados Unidos y Gran Bretaña de “ignorar la salud y seguridad de las personas” y provocar un resurgimiento de brotes.
“Este es un error en la toma de decisiones sobre covid-19 causado por los defectos en los sistemas políticos de países como Estados Unidos y el Reino Unido, así como un resultado inevitable de defender valores individualistas”, escribió Gao, quien se formó como economista.
Sin nombrar a Zhang, el exministro dijo que le sorprendió ver a algunos expertos chinos abogando por el enfoque de convivencia.
El artículo de Gao ha alimentado aún más la furia nacionalista contra Zhang, al tiempo que parece indicar el compromiso continuo del gobierno con su enfoque de covid cero.
Este compromiso pareció reforzarse el 11 de agosto, cuando la policía detuvo a un maestro en la provincia oriental de Jiangxi durante 15 días por comentar un artículo de noticias que decía que el país puede “coexistir con el coronavirus”, según un aviso del gobierno local.
Pero aún así, muchos expertos, académicos y partidarios se han unido en defensa de Zhang.
Ning Yi, un experto en salud pública, publicó en Weibo una foto de él y Zhang en apoyo, comentando: “Si no podemos proteger a un experto tan desinteresado como Zhang Wenhong, entonces nuestra sociedad está condenada”.
Yan Feng, profesor de literatura china en la Universidad de Fudan, advirtió sobre el potencial efecto paralizador de la caza de brujas política contra Zhang. “¿Quién se atreverá a hablar, quién se atreverá a asumir la responsabilidad, quién actuará de acuerdo con su juicio profesional en el futuro?”, preguntó.
Algunos usuarios de Weibo dijeron que los ataques a Zhang son una reminiscencia de la Revolución Cultural, durante la cual científicos, junto con intelectuales y artistas, fueron objeto de humillaciones públicas y ataques salvajes por parte de los Guardias Rojos por su supuesta falta de confiabilidad política.
Esta no es la primera vez que Zhang ha provocado la ira de los nacionalistas chinos, que dominan cada vez más las redes sociales de China al atacar y silenciar las voces más liberales y moderadas. El año pasado, fue acusado de complacer los estilos de vida occidentales cuando sugirió que los niños deberían desayunar huevos y leche como proteína en lugar de las tradicionales papillas de arroz chino.
Jin Dongyan, virólogo de la Universidad de Hong Kong, dijo que el espacio que se reduce rápidamente para la discusión pública sobre la estrategia de control de epidemias es preocupante.
“Se debe alentar a los expertos involucrados en la toma de decisiones a comunicarse con el público, y las diferentes opiniones deben tener canales para hablar”, dijo. “Desde una perspectiva de salud pública, no es saludable y es absolutamente peligroso permitir un solo tipo de voz”.
En los últimos días, los casos locales confirmados de China se redujeron a un solo dígito, un posible indicador de que sus medidas de contención de covid cero están funcionando contra la variante delta.
Y el miércoles, Zhang rompió tres semanas de silencio en Weibo, actualizando a sus 3,8 millones de seguidores sobre su trabajo reciente. En un aparente intento de disipar los temores de que lo habían presionado para que guardara silencio, Zhang dijo que no publica con frecuencia en Weibo y que decidió publicar nuevamente porque muchas personas habían expresado su preocupación por él.
También trató de retroceder en su llamado anterior para que China aprendiera a coexistir con el virus.
“La estrategia contra el covid-19 que ha adoptado nuestro país es la que más nos conviene en este momento”, escribió. “Tienes que probarte los zapatos tú mismo para saber si te quedan bien”.