(CNN Español) – Autoridades paraguayas detuvieron este martes a Kassem Mohamad Hijazi, ciudadano brasileño de origen libanés residente en el país. El operativo se desarrolló en Ciudad del Este, que forma parte de la llamada Triple Frontera, compuesta por Paraguay, Argentina y Brasil.
Según una conferencia de prensa dada por la Fiscalía y la Secretaria Antidrogas, Hijazi presuntamente lideraba una red dedicada al lavado de dinero proveniente del narcotráfico y otros crímenes.
Su abogado Enrique Giménez sostuvo ante la prensa que su cliente es “inocente de todos los cargos y que se dedica solo al comercio y que no está vinculado al lavado de dinero”. Agregó que Hijazi “pertenece a una conocida familia de origen libanés afincada en Ciudad del Este y su casta fue una de las primeras camadas de inmigrantes instaladas en la región fronteriza”.
Tras la detención, Hijazi fue trasladado a Asunción por personal de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) en una aeronave de la Fuerza Aérea Paraguaya, donde quedará detenido, según las autoridades, aguardando un proceso de extradición a Estados Unidos.
El fiscal Manuel Doldán sostuvo que la detención se dio por requerimiento de la justicia estadounidense por presunto lavado de dinero. Doldán agregó que esta solicitud de la justicia estadounidense será tramitada en forma expeditiva, a fin de dar cumplimiento a la cooperación internacional solicitada por EE.UU. al Ministerio Público de Paraguay.
El fiscal Marcelo Pecci si bien dijo que no puede comentar acerca de la investigación, contó que ya lleva dos años y sigue en curso. Pecci agregó que “el detenido es un objetivo de alto valor estratégico para Estados Unidos por eso se están conjugando acciones de cooperación internacional”.
La embajada estadounidense en Paraguay emitió un comunicado donde sostiene que “Estados Unidos está comprometido a apoyar los esfuerzos de Paraguay para combatir la corrupción y promover la rendición de cuentas de quienes socavan las instituciones gubernamentales”.
El comunicado agrega que con esto la Casa Blanca intenta demostrar sus “continuos esfuerzos para imponer consecuencias a los actores corruptos y proteger el sistema financiero de los Estados Unidos de abusos. Tomadas en coordinación con la Administración Antidrogas y el Departamento de Seguridad Nacional, estas acciones representan un esfuerzo de todo el gobierno para combatir la corrupción en el Área de la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay”.
La solicitud de EE.UU., que contó con la cooperación de autoridades de Paraguay, se basa en la Orden Ejecutiva 13.818 que busca implementar la Ley Global Magnitsky de Responsabilidad de los Derechos Humanos y “tiene como objetivo a los autores de abusos graves a los derechos humanos y corrupción en todo el mundo”.