(CNN)– Las autoridades de París obligan a los conductores a apretar el freno con un nuevo límite de velocidad en casi todas las calles de la ciudad, en un intento por reducir la contaminación y mejorar la seguridad vial.
¿Pero funcionará? Hay dudas sobre si la norma, que limita la velocidad a 30 kilómetros por hora, realmente reducirá la contaminación. Algunos críticos dicen que empeorará los atascos del tráfico en las horas punta e incluso podría aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Eso dependerá, en parte, de si los conductores se hartan tanto del límite de velocidad que eligen otros medios de transporte para moverse.
Para disuadir aún más a los conductores de que circulen con los vehículos en la ciudad, las autoridades también decidieron deshacerse de 60.000 de los 144.000 espacios de estacionamiento en las vías públicas de París. En su lugar utilizarán estacionamientos subterráneos. Algunas veredas se ampliarán, dejando más espacio a los peatones para caminar, así como para que haya árboles y plantas. También se crearán nuevas bicisendas.
Según una encuesta del Ayuntamiento de París, el 59% de los residentes de la ciudad están a favor del nuevo límite, que entró en vigor este lunes. La oposición fue mucho mayor en la región más amplia de Île-de-France, donde alcanzó un 61%.
Un repartidor atascado en el tráfico este lunes dijo que el cambio había sido “terrible”.
“Con los deliveries es terrible. No tenemos tiempo. Había atascos de tráfico en todas partes. No tenemos tiempo”, le dijo a BFMTV, afiliada de CNN.
Otro conductor dijo que era como si los conductores de automóviles estuvieran viajando en “patinetas eléctricas” y calificó la regla como “loca”.
El vicealcalde de París, David Belliard, responsable del transporte, le dijo a BFMTV que la esperanza es que el límite haga que más personas dejen de conducir y fomente más las caminatas, el uso del transporte público y las bicicletas.
Este domingo, publicó un tuit respondiendo a las críticas: “Una aclaración amistosa de lo que están diciendo los que se oponen a reducir el límite de velocidad: NO, un límite de velocidad de 30 km/h no aumenta la contaminación (…) De hecho mejora la seguridad de ciclistas y peatones, reduce el ruido y calma la ciudad”.
Los funcionarios del Ayuntamiento dijeron que el cambio reduciría el total de accidentes de tráfico en un 25% y los accidentes fatales en un 40%, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud.
La contaminación acústica también se reducirá a la mitad, según su estudio. Además afirmaron que el ruido del tráfico ha tenido impactos físicos y psicológicos negativos, incluidos estrés, insomnio y depresión.
El cambio de normativa sigue a una consulta pública realizada en octubre y noviembre de 2020, en la que participaron más de 5.700 personas.