(CNN) – Millones de estadounidenses se han quedado sin electricidad este año. Los ejemplos más grandes incluyen California (por el calor), Texas (por el frío) y ahora Louisiana (por el huracán).
Con Nueva Orleans, una importante ciudad en EE.UU., sin electricidad, potencialmente durante semanas, después de un huracán con temperaturas peligrosamente altas, vale la pena analizar seriamente los esfuerzos para mejorar el sistema eléctrico del país y hacerlo más “resiliente”.
Los cortes de energía pueden ocurrir en cualquier lugar. Mark Dyson trabaja en la Iniciativa de las Montañas Rocosas, que aboga por la energía libre de carbono, y me dijo que todos en el país deben preocuparse por esto.
“No puedo pensar en una sola área de este país que no tenga un riesgo catastrófico inminente, como lo que hemos visto en exhibición en los últimos 18 meses”, dijo. “Si puedes pensar en alguna, probablemente se me ocurrirá un escenario de cambio climático”.
Dyson tiene su sede en Colorado, así que le pregunté sobre su vecindario. Esa fue demasiado fácil.
“Incendios forestales”, dijo, y luego describió un incendio que había comenzado en un campo de tiro y casi cortó la energía en toda el área.
“Ese incendio se extendió rápidamente y destruyó tres de las cuatro líneas de transmisión que conducen a un valle hacia Aspen, Colorado, desde nuestra oficina, básicamente, justo detrás de nuestra oficina y, a excepción de la intervención realmente oportuna de los trabajadores de servicios públicos y un helicóptero con un montón de gel retardante del fuego, esa cuarta línea se habría incendiado y la ciudad de Aspen y las comunidades circundantes se habrían quedado sin electricidad durante una semana”, dijo.
Muévete por un mapa de EE.UU. y verás que ha habido desastres e interrupciones en casi todas partes en los últimos años.
¿El noreste? Hielo y nieve, obviamente. Pero también tormentas de verano. El huracán Sandy fue un evento particularmente debilitante. También tengo suficientes años para recordar el Gran Apagón de 2003, que parece de una época anterior, cuando una falla informática en Ohio apagó toda una región del país. Puedes pensar que los sistemas informáticos son más avanzados ahora, pero no olvidemos que las personas en el Atlántico medio hicieron fila para pedir gasolina después de un ataque de ransomware a principios de este año. Las fallas ocurren y la ciberseguridad es un problema junto con el cambio climático.
Simplemente di una región. ¿Las Dakotas? Dyson sugirió de inmediato que las llamadas tormentas “derecho” que afectaron a Minnesota podrían tocar fácilmente a las Dakotas. También están en medio de una sequía, que grava el sistema eléctrico y podría potencialmente amenazar la energía allí.
Los planes mejor trazados. Las compañías eléctricas, los servicios públicos y los gobiernos pueden saber exactamente cuál es la amenaza a su sistema eléctrico, planificarla y aún así ver una interrupción importante. Aquí hay un informe gubernamental masivo, actualizado en 2017, la Revisión Cuadrienal de Energía, que predijo esencialmente lo que estamos viendo ahora.
De hecho, Louisiana había trabajado arduamente para proteger a Nueva Orleans de cortes de energía a largo plazo causados por huracanes, con múltiples líneas de transmisión hacia la ciudad, incluidas torres que resistieron el huracán Katrina y una planta de gas natural dentro de la ciudad.
“Estos son los tipos de talones de Aquiles que aparecen y pueden crear enormes riesgos incluso para los sistemas que están diseñados para ser redundantes”, dijo Dyson.
También hay sorpresas. Dyson señaló que en Texas el sistema estaba completamente preparado para los aumentos repentinos del consumo de energía en el verano, pero no para una tormenta de hielo gigante que interrumpiera el suministro de gas durante el invierno.
“Ese es un ejemplo del tipo de amenaza que está fuera de la planificación… Está fuera del alcance de la imaginación de muchas redes, que se diseñaron en torno a la arquitectura y la tecnología de la década de 1950, pero que se muestran vulnerables a estas eventos que pueden desactivar grandes porciones de ellos a la vez”.
La gente solía hablar sobre la inminente amenaza del cambio climático. Ya no.
Karen Wayland contribuyó a la parte de resiliencia energética de la revisión energética cuando trabajó en el Departamento de Energía y ahora es CEO de Gridwise, una alianza de servicios públicos, empresas de energía y otros grupos que impulsa una red eléctrica modernizada.
“Ya lo estamos viendo”, dijo Wayland. “Ya está aquí.”
Y argumentó que la infraestructura energética tiene que estar preparada para lo que se avecina.
“Cuando piensas en recuperarte de las tormentas, debes asumir que lo que vamos a tener en 5 o 10 años será más grave de que lo que estamos recibiendo incluso ahora como resultado del cambio climático”, dijo, agregando que también se debe abordar la ciberseguridad.
Después del apagón de Texas, le dijo al Congreso en su testimonio que el país depende cada vez más de la electricidad y que las interrupciones atraviesan la economía, y pidió más inversión en resiliencia.
Dinero de infraestructura. El Congreso está considerando una propuesta de infraestructura bipartidista que destinaría US$ 73.000 millones a mejorar el sistema eléctrico de la nación.
Pero eso es solo un pago inicial de los cientos de miles de millones que se necesitarán para rehacer el sistema de energía. Cómo y cuándo se producirá una actualización a gran escala y quién la pagará se convertirá en una cuestión cada vez más urgente a medida que se desarrollen más fenómenos meteorológicos catastróficos.
No existe una solución única. Enterrar las líneas eléctricas puede ser una opción atractiva en algunos lugares, pero las líneas enterradas pueden ser vulnerables a las inundaciones, son prohibitivamente caras, demoran más en repararse y desviarían dinero de otras ideas de resiliencia, como un conjunto más diverso de fuentes de energía, incluida la solar, o incluso simplemente hacer que los códigos de construcción sean más estrictos, para que las casas sean más eficientes energéticamente y duren más cuando se corta la energía. Estas decisiones variarán de un estado a otro y de una ciudad a otra.
Utiliza estas oportunidades para innovar. A Dyson, que quiere ver más energía solar y microrredes que puedan ayudar durante la respuesta a desastres, le preocupa que las empresas de servicios públicos y los gobiernos reaccionen a estos desastres de manera incorrecta.
En muchos casos, dijo, “la industria está duplicando algunas de las tecnologías que realmente nos están fallando”.
Wayland dijo que se vaya la luz, hasta cierto punto, es un hecho de la vida, pero los estadounidenses “deberían esperar que nosotros, como sociedad, estemos esperando acelerar la capacidad de recuperación que minimizará las interrupciones”.