CNNE 1058963 - estudio encuentra similitud entre la risa de los bebes y la de los simios
La risa de los bebés es similar a la de los simios, según estudio
00:50 - Fuente: CNN

(CNN) – La risa trasciende todos los idiomas, y ahora los científicos saben que esta respuesta espontánea también es universal en algunas especies de primates.

Los patrones de risa de los bebés coinciden con los de los grandes simios, según un estudio publicado el martes en Biology Letters.

Los adultos humanos se ríen principalmente al exhalar, mientras que los bebés y los grandes simios se ríen tanto al inhalar como al exhalar, dijo la autora del estudio, Mariska Kret, profesora asociada de Psicología Cognitiva en la Universidad de Leiden (Países Bajos).

En primer lugar, los adultos inhalan y luego producen sonidos “ja, ja, ja” en ráfagas cortas, que comienzan fuertes y luego se desvanecen, dijo Kret.

“La de los simios es más difícil de describir, pero hay una alternancia huh, ja, huh, ja”, añadió.

La risa infantil no es necesariamente similar a la de todas las especies de grandes simios, sino solo a la de los más cercanos evolutivamente a los humanos, como los chimpancés y los bonobos, explicó Marina Dávila-Ross, profesora de Psicología Comparada de la Universidad de Portsmouth (Inglaterra), quien no participó en el estudio.

“Parece reflejar que la risa tiene, hasta cierto punto, una base biológica profunda”, dijo.

El inicio: una ponencia y el video de la risa de un bebé

Kret descubrió originalmente este fenómeno mientras asistía con un amigo a una ponencia del renombrado primatólogo Jan van Hooff. Cuando Van Hooff dijo que los simios se ríen durante la inhalación y la exhalación, la amiga de Kret le mostró un video de su bebé riéndose de la misma manera.

Para comprobar si los bebés se ríen como los simios, Kret recopiló clips de audio de humanos de entre 3 y 18 meses de edad riéndose y pidió a los oyentes que calificaran qué porcentaje de la risa se producía al inhalar frente a la exhalación.

Como control, los investigadores también incluyeron cinco clips de adultos riéndose.

Después de dos rondas que incluyeron al menos 100 oyentes cada una, se obtuvieron los resultados. Se pudo comprobar que los niños se reían tanto al inhalar como al exhalar, mientras que los adultos se reían principalmente al exhalar.

Para asegurarse de que los resultados eran precisos, Kret encargó a oyentes expertos que analizaran los fragmentos de sonido, y sus conclusiones coincidieron con las de los novatos.

La risa al exhalar es más contagiosa

Los investigadores también hicieron que los oyentes calificaran qué sonidos eran los más agradables y contagiosos.

Los resultados mostraron que cuanto más se producía la risa al exhalar, más personas la percibían como positiva.

Los investigadores confirmaron este hallazgo cuando realizaron otro experimento y pidieron a un nuevo grupo de oyentes que calificaran la percepción positiva de la risa sin ser informados de los patrones de respiración. El nuevo grupo también consideró que la risa al exhalar era más agradable.

La risa producida al exhalar tiende a ser más fuerte y controlada, señaló Kret, lo que, según ella, facilita que los niños comuniquen que se están divirtiendo y quieren seguir jugando.

Los bebés de más edad producen más risas al exhalar

Los bebés mayores del estudio también produjeron más risas al exhalar que los más pequeños.

Esto podría deberse a que, a medida que los bebés crecen, aprenden “la función comunicativa de la misma, y los padres ven que el bebé está tratando activamente de aclarar algo”, dijo Kret.

Dávila-Ross dijo que le sorprendió ver que el flujo de aire asociado a la risa cambia a medida que los bebés crecen.

“En realidad, sería muy interesante ver si esos cambios también se encuentran en otras vocalizaciones no verbales de los humanos”, añadió.

En futuras investigaciones, Kret afirma que espera repetir su experimento con otras vocalizaciones, como el llanto.

Actualmente está llevando a cabo otros experimentos sobre la risa, incluido uno con orangutanes, gorilas y humanos para ver si cambian el sonido de su risa para imitar la de los que les rodean.