(CNN) – Las herramientas de piedra y los fósiles de animales antiguos han revelado que los primeros humanos habitaron Arabia hace 400.000 años. Según una nueva investigación, el cambio climático prehistórico podría haber favorecido sus viajes a través de lo que ahora son vastas extensiones de desierto.
Se trata de la prueba más antigua de la presencia humana en Arabia, que incluye a Arabia Saudita y otros países de la península arábiga.
Los desiertos de Arabia Saudita son algunas de las regiones más secas del mundo, pero la situación era diferente hace cientos de miles de años. Se produjeron cambios ambientales tras periodos de fuertes lluvias en el desierto, creando exuberantes praderas que sirvieron de escenario perfecto para los primeros ancestros humanos que migraban hacia y desde África.
En los huecos entre las grandes dunas, los investigadores encontraron pruebas de la formación de antiguos lagos en el yacimiento arqueológico de Khall Amayshan 4 y en el oasis de Jubbah, en el desierto de Nefud, situado en el norte de Arabia Saudita. Hace entre 400.000 y 55.000 años, estos lagos periódicos se formaron y llenaron en cinco momentos diferentes que se asociaron con el descubrimiento de herramientas de piedra.
Las herramientas de piedra ayudan a documentar cómo estas primeras culturas humanas y sus materiales cambiaron con el tiempo. Las herramientas más antiguas pertenecen a culturas que utilizaban hachas de mano, como los primeros ancestros humanos Homo erectus y Homo heidelbergensis. De ahí se pasó a una tecnología de herramientas de piedra más desarrollada que podría haber pertenecido a los primeros Homo sapiens y neandertales.
La investigación es un “avance en la arqueología árabe”, según el autor principal del estudio, Huw Groucutt, jefe del Grupo de Investigación de Eventos Extremos Max Planck de Jena, Alemania, con sede en el Instituto Max Planck de Ecología Química.
“Durante mucho tiempo se ha considerado a Arabia como un lugar vacío a lo largo del pasado”, dijo Groucutt. “Nuestro trabajo demuestra que todavía sabemos muy poco sobre la evolución humana en vastas zonas del mundo y pone de relieve que todavía hay muchas sorpresas”.
Explorando la “Arabia Verde”
Los huecos entre las dunas de arena del desierto de Nefud captaban y acumulaban agua durante los “pulsos” de lluvias fuertes de hace miles de años, creando pequeños lagos, humedales y ríos bordeados de praderas. Este entorno favoreció la migración tanto de los animales como de los primeros ancestros humanos.
La Península Arábiga, en el suroeste de Asia, es el único puente terrestre que conectaba África con Eurasia. Aunque esta zona ha sido de interés para los investigadores, el profundo y árido interior de la península no es de fácil acceso.
“Para adentrarnos en las profundidades del desierto tenemos que disponer de jeeps y suministros suficientes para realizar nuestras prospecciones y excavaciones, y en ocasiones tenemos que emplear el uso de un helicóptero para llegar a los yacimientos arqueológicos del interior de los desiertos”, explica el coautor del estudio, Michael Petraglia, director del proyecto y profesor del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia de la Humanidad, a través de un correo electrónico.
Las imágenes por satélite permitieron a los investigadores comprobar que en su día hubo unos 10.000 lagos antiguos en toda Arabia, y el estudio de los yacimientos arqueológicos reveló herramientas de piedra y fósiles de animales.
A lo largo de las orillas de los lagos vivían enormes reses salvajes, avestruces, gacelas e incluso hipopótamos, rodeados de praderas y sabanas. “La presencia de hipopótamos es extraordinaria, ya que eso nos indica que había suficientes ríos, lagos y humedales para mantenerlos”, dijo Petraglia.
“Estos eventos de la ‘Arabia Verde’ atrajeron a los animales y a los homínidos que los perseguían”, dijo. “Sin embargo, los eventos verdes no fueron duraderos, ya que fueron seguidos por la disminución de las lluvias y la formación de desiertos. No sabemos qué les ocurrió a los homínidos durante estos períodos áridos, pero sospechamos que se desplazaron o se extinguieron”.
Los hallazgos han sugerido que las migraciones humanas atravesaron el corazón de Arabia, en lugar de tomar rutas costeras como sugerían investigaciones anteriores.
Un lugar de reunión
Las herramientas de piedra recuperadas también arrojan luz sobre las personas que las fabricaron, aunque sus restos ya no puedan encontrarse en el desierto. Y estas herramientas cuentan una historia diversa de culturas que se unen en las rutas migratorias.
“Arabia es el punto de partida de las migraciones entre África y Asia”, dijo Petraglia. “Es el puente geográfico entre continentes que ha sido ignorado por los científicos durante décadas. Es claramente una región clave para las migraciones de múltiples especies de homínidos (primeros ancestros humanos) a lo largo del tiempo, probablemente procedentes de diferentes direcciones, incluyendo el norte de África, el Levante y posiblemente otras partes de Asia”.
Es posible que Arabia también sirviera como lugar de interacción de diferentes especies de humanos. Algunas de las herramientas fechadas hace 55.000 años son similares a las fabricadas por los neandertales, lo que haría de éste el descubrimiento más meridional de neandertales hasta el momento.
“Arabia puede ser uno de los lugares más importantes para entender dónde se mezclaron y aparearon los humanos”, dijo Petraglia. Es potencialmente el punto de partida para el mestizaje entre especies. Debemos encontrar fósiles humanos que lo demuestren, y por eso iniciamos la búsqueda”.
“También sirve como recordatorio de las profundas formas en que el cambio ambiental ha afectado, y sigue afectando, a la supervivencia de la vida en nuestro planeta”, dijo el coautor del estudio, Tom White, conservador principal de invertebrados no insectos en el Museo de Historia Natural de Londres, en un comunicado.
Ahora, los investigadores quieren llenar las lagunas que quedan en la historia de cómo los antiguos humanos acabaron migrando por el mundo.
“Sabemos que los humanos arcaicos llegaron a China hace 2,1 millones de años”, dijo Petraglia. “Esto significa que nos falta un registro arqueológico en Arabia, y que hay un vacío actual de más de 1,5 millones de años”.
Esta pregunta podría tener respuesta en los yacimientos más antiguos de Arabia: los científicos solo tienen que identificarlos primero.