(CNN) – La gota que derramó el vaso para Nathan, el padre de un niño pequeño en una pequeña escuela católica en California, fue el plano de los asientos que mostraba cómo una maestra infectó al menos a 12 de los 24 estudiantes de su clase con el coronavirus.
“Nunca antes habíamos visto ese plano de asientos”, le dijo Nathan a CNN. “Eso lo hace real”.
CNN no está usando el nombre real de Nathan ni identifica a los padres ni a la escuela para proteger la privacidad de los niños y maestros involucrados.
En mayo, cuando se supo que la maestra y algunos de sus alumnos tenían covid-19, los padres dicen que recibieron información mínima sobre lo que sucedió.
Pero el departamento de salud del condado de Marin hizo una cuidadosa investigación de rastreo de contactos que reveló con asombrosos detalles cómo, a pesar de las precauciones considerables, la maestra transmitió el virus a sus estudiantes, quienes luego infectaron a otros estudiantes y sus familiares.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) destacaron la investigación la semana pasada en su informe semanal sobre muerte y enfermedades, el MMWR. Incluía un plano de asientos que mostraba que ocho de los 10 estudiantes en las dos primeras filas se infectaron, evidentemente cuando la maestra no vacunada se quitó la máscara para leerles en voz alta. No identificó a la escuela ni al personal.
Nathan dice que su hijo pequeño estaba en el salón de clases, entre los estudiantes en el fondo del salón, por lo que no se infectó.
Pero se siente confundido de que a la maestra se le permitió permanecer sin vacunar y llegó a la escuela con síntomas que ella pensó que eran alergia pero que parecen haber estado relacionados con covid, y que se sintió libre de quitarse la máscara en clase, aunque sea momentáneamente, a pesar de los reglamentos escolares.
‘Dudas sobre la confianza’
“Realmente te ayuda a ponerte sobrio frente a la realidad de la pandemia”, le dijo Nathan a CNN. “No pensé que pegaría tan cerca”.
Dijo que su familia había tomado muchas precauciones para mantenerse a salvo durante la pandemia.
“No hay, como, rabia hacia la maestra. Es más decepción”, le dijo Nathan a CNN. “Es una joven encantadora, así que no creo que lo haya hecho con malicia. Pero hay dudas en torno a la confianza”.
La escuela no requiere la vacunación, aunque California puso a los maestros como un grupo prioritario al implementar las vacunas contra el coronavirus a principios de año. California requerirá que todos los maestros y demás personal escolar estén vacunados o se sometan a pruebas regulares a partir de mediados de octubre.
“Como adultos, siento que tenemos la responsabilidad de proteger a estos niños durante la pandemia”, dijo Nathan, y señaló que los niños menores de 12 años no son elegibles para la vacunación.
“Si abrimos nuestras escuelas y tenemos a nuestros niños dentro de las aulas, es responsabilidad de todos los adultos hacer todo lo posible para mantenerlos a salvo”.
La escuela tiene protocolos estrictos contra el coronavirus publicados en su sitio web. Dice que los padres deben completar un formulario todos los días que certifique que sus hijos no tienen ningún síntoma de covid-19 y no han estado expuestos al coronavirus. Los maestros y el personal deben hacer lo mismo.
“Como padres, nos dijeron que si nuestro hijo mostraba algún síntoma, debíamos quedarnos en casa”, dijo Nathan. “¿Por qué una maestra no tomó la misma acción?”
La línea de tiempo y las huellas genéticas de los virus a los que se les hizo pruebas dejan pocas dudas sobre quién infectó a quién.
“La maestra informó que se volvió sintomática el 19 de mayo, pero continuó trabajando durante 2 días antes de recibir una prueba el 21 de mayo”, informó el equipo del condado de Marin en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de la semana pasada. Los estudiantes de su clase comenzaron a experimentar síntomas el 22 de mayo.
“En ocasiones, durante este tiempo, la maestra leía en voz alta sin mascarilla a la clase a pesar de los requisitos escolares de usar una máscara en el interior”, agregó el equipo. “A partir del 23 de mayo, se informaron casos adicionales de covid-19 entre otros miembros del personal, estudiantes, padres y hermanos relacionados con la escuela”.
La escuela no respondió a las solicitudes de comentarios de CNN. La Arquidiócesis de San Francisco, que opera la escuela, emitió un breve comunicado a CNN calificándolo como un “incidente aislado” que se manejó internamente.
“El Departamento de Escuelas Católicas de la Arquidiócesis de San Francisco sigue la guía de los CDC, así como los protocolos estatales y locales para garantizar la seguridad de nuestras comunidades escolares”, decía.
“Estamos agradecidos por los muchos sacrificios hechos por los padres, profesores, personal y más de 23.000 estudiantes que permitieron que nuestras escuelas reabrieran el año pasado y por sus continuos esfuerzos para lidiar con una crisis de salud sin precedentes y en evolución”.
Pero está lejos de ser un incidente aislado. Lo que hizo que el caso del condado de Marin fuera excepcional fue el grado en que los funcionarios de salud pública pudieron documentar lo sucedido. Pero las escuelas de todo el país están luchando para poner en cuarentena a los estudiantes después de la exposición, luchando contra los padres que exigen órdenes de máscaras o exigen que nadie les pida a sus hijos que usen máscaras, y debaten si es necesario vacunar a los maestros y al personal.
Un análisis de CNN muestra que al menos 21.869 estudiantes y 4.481 empleados han dado positivo por covid-19 en los 15 distritos escolares más grandes de Florida desde el inicio de las clases. Otros 45.024 estudiantes y miembros del personal han sido puestos en cuarentena o puestos bajo directivas de “quedarse en casa” debido a una posible exposición al covid-19.
En Texas, 20.256 estudiantes y 7.488 empleados dieron positivo por covid-19 en distritos que regresaron a la escuela en agosto. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha prohibido las máscaras en las escuelas y las opciones de clases virtuales, aunque algunos distritos están desafiando la prohibición de las máscaras y exigiéndolas en sus escuelas.
El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, dijo el martes que el estado requeriría máscaras en las escuelas K-12 y los entornos de cuidado infantil a partir del 7 de septiembre. En Florida, distritos escolares que incluyen las escuelas públicas de Alachua y Broward County han seguido adelante con órdenes de uso de mascarilla, a pesar de las amenazas de penalidades financieras del estado, cuyo gobernador, Ron DeSantis, ha limitado las órdenes de uso de máscara.
Quizá, sobre todo, las escuelas están luchando por comunicarse con padres asustados, confundidos y, a menudo, enojados.
En Raleigh, Carolina del Norte, Ann mantiene a su hijo de 8 años en casa de la pequeña escuela religiosa privada a la que asiste por temor a que se infecte.
“Hemos tenido 18 casos en una semana”, dijo. “Sería más fácil tenerlo en la escuela, pero se siente más seguro tenerlo en casa”.
Ann, quien también desea proteger su identidad por el bien de su hijo, envió a CNN una fotografía del pastor de la escuela dando un sermón en una habitación llena de niños con mascarilla mientras él no usaba una.
Ann y Nathan dicen que sus escuelas se niegan a decirles a los padres si los maestros y el personal están vacunados, y han proporcionado pocos detalles sobre cómo los estudiantes o el personal pueden haberse infectado, aunque informan casos positivos de coronavirus a los padres.
‘Sientes que estás mandando a tu hijo a la boca del lobo’
Tanto Ann como Nathan sienten que sus escuelas no están haciendo lo suficiente para proteger a sus hijos.
“Están poniendo a los estudiantes de kínder hasta tercer grado en el comedor al mismo tiempo, es decir, 150 niños sin mascarillas durante 30 minutos”, dijo Ann.
La escuela de Carolina del Norte se adapta al aprendizaje remoto con cámaras en el aula, pero Ann dijo que está buscando otras opciones.
“La última semana y media ha sido de insomnio y agotadora. Sientes que estás mandando a tu hijo a la boca del lobo”, dijo.
Mallory Simon y Erica Henry contribuyeron a esta historia.