(CNN) – Hace 500 millones de años, los océanos estaban llenos de vida que se parecía más a extraterrestres que a los animales marinos que conocemos hoy. Ahora, los investigadores han descubierto el fósil de una criatura inusual que probablemente era un gigante en comparación con la diminuta vida marina de hace 500 millones de años.
Los radiodontos, un grupo de artrópodos primitivos, se generalizaron después de la explosión del Cámbrico hace 541 millones de años, una época en la que una multitud de organismos aparecieron repentinamente en la Tierra, según el registro fósil.
El fósil recién descubierto pertenecía a Titanokorys gainesi, un radiodonto que alcanzaba medio metro de longitud y que era enorme en comparación con otras criaturas del océano que tenían aproximadamente el tamaño de un dedo meñique.
El fósil se encontró en rocas del Cámbrico del Parque Nacional Kootenay, ubicado en las Montañas Rocosas canadienses. Un estudio que detalla el fósil fue publicado el miércoles en la revista Royal Society Open Science.
“El tamaño de este animal es absolutamente alucinante, este es uno de los animales más grandes del período Cámbrico jamás encontrado”, dijo el autor del estudio Jean-Bernard Caron, curador de paleontología de invertebrados del Museo Real de Ontario Richard M. Ivey, en un comunicado.
Titanokorys habría sido un animal desconcertante. Tenía ojos multifacéticos, una boca con forma de rodaja de piña que estaba llena de dientes y garras espinosas ubicadas debajo de su cabeza para atrapar a sus presas. El cuerpo del animal estaba equipado con una serie de aletas que lo ayudaban a nadar. Y Titanokorys tenía un caparazón de cabeza grande, o una cubierta defensiva, como el caparazón de un cangrejo o una tortuga.
“Titanokorys es parte de un subgrupo de radiodontos, llamados hurdiids, caracterizados por una cabeza increíblemente larga cubierta por un caparazón de tres partes que tomó innumerables formas. La cabeza es tan larga en relación con el cuerpo que estos animales son realmente poco más que cabezas nadadoras”, dijo el coautor del estudio Joe Moysiuk, estudiante de doctorado en ecología y biología evolutiva de la Universidad de Toronto, con sede en el Museo Real de Ontario, en un comunicado.
Los investigadores todavía están tratando de entender por qué algunos radiodontos tenían tal variedad de caparazones de cabeza, que venían en todas las formas y tamaños. No está claro de qué los estaba protegiendo este casco, dado su tamaño en comparación con otras especies marinas en ese momento. En el caso de Titanokorys, el caparazón ancho y plano sugiere que se había adaptado para vivir cerca del fondo marino.
“Estos enigmáticos animales ciertamente tuvieron un gran impacto en los ecosistemas del lecho marino del Cámbrico. Sus extremidades en la parte delantera parecían múltiples rastrillos apilados y habrían sido muy eficientes para llevar cualquier cosa que capturaran con sus diminutas espinas hacia la boca. El enorme caparazón dorsal podría haber funcionado como un arado”, dijo Caron.
Los fósiles de Titanokorys se encontraron en Marble Canyon, ubicado en el norte del Parque Nacional Kootenay, que ha sido el sitio de muchos descubrimientos de fósiles del Cámbrico que datan de hace 508 millones de años. El sitio es parte de Burgess Shale, un depósito de fósiles bien conservados en las Montañas Rocosas canadienses. El Burgess Shale es un sitio del patrimonio mundial de la Unesco.
Uno de esos descubrimientos incluye el radiodonto Cambroraster falcatus, llamado así porque el caparazón de su cabeza es similar en forma al Halcón Milenario de Star Wars. Es posible que estas dos especies se pelearan en el fondo del mar en busca de presas.
Titanokorys y otros fósiles recolectados de Burgess Shale, se exhibirán en una nueva galería en el Museo Real de Ontario a partir de diciembre.