Ciudad de México (CNN) – El suelo tembló literalmente el día en que la Suprema Corte de México falló sobre la criminalización del aborto: el 7 de septiembre, un sismo de magnitud 7 se registró en la costa del Pacífico mexicano, sacudió varios estados y causó la muerte de una persona. Duró alrededor de un minuto.
Pero las ondas de choque enviadas en toda la región por el fallo del tribunal sobre el aborto se sentirán en los próximos años.
Una líder de los derechos de las mujeres consultada por CNN dice que el fallo unánime, que encontró que penalizar el aborto era inconstitucional, podría convertir a México en un destino para mujeres de EE.UU. –donde el aborto fue estrictamente limitado recientemente en Texas– e incluso en un modelo para otros países de América Latina, una región que históricamente no ha sido amigable con las mujeres que buscan un aborto.
Lo que significa el fallo
Se le había pedido al máximo tribunal de México que considerara una ley promulgada en el estado norteño de Coahuila, que decía que las mujeres que se someten a un aborto pueden ser castigadas con hasta tres años de prisión y una multa.
En votación unánime, el tribunal declaró inconstitucional la ley local, un fallo que no legaliza automáticamente el aborto en el país, según analistas consultados por CNN. Los casos pendientes aún deben ser escuchados a nivel local y las leyes que restringen el aborto en los estados del país todavía están en los libros.
Sin embargo, sienta un precedente poderoso para el resto de México, que los magistrados de la Suprema Corte reconocieron al tomar la decisión. Ana Margarita Ríos Farjat, una de las tres únicas mujeres en el banquillo, también se pronunció enérgicamente contra la ley de Coahuila antes de emitir su voto.
“Estoy en contra de estigmatizar a quienes toman esta decisión [de someterse a un aborto], lo cual creo que es difícil para empezar, debido a las cargas morales y sociales. No debería ser una carga también por la ley. Nadie queda embarazada voluntariamente pensando en abortar más tarde”, dijo.
“Nunca más una mujer o una persona con capacidad para tener un hijo será procesada penalmente”, concluyó luego el juez Luis María Aguilar, elogiando el fallo como “un paso histórico”.
El fallo recibió grandes elogios por parte de grupos de mujeres y de derechos reproductivos, pero fue criticado por los conservadores y la Iglesia católica mexicana. Si bien la corte parece haberse movido decididamente hacia la izquierda, el país permanece polarizado. La opinión pública mexicana aún está profundamente dividida sobre el tema del aborto.
Una encuesta del diario nacional El Financiero, realizada antes de la decisión, mostró que el 53 por ciento de los mexicanos se oponía a la ley que permite a las mujeres el derecho a abortar, mientras que el 45 por ciento está de acuerdo en que la ley mexicana debería permitir el procedimiento.
Esta realidad se reflejó en entrevistas realizadas por CNN la mañana siguiente a la emisión del fallo en las calles de la Ciudad de México.
“Una mujer no debe ser privada de su derecho a decidir por sí misma y mucho menos ser encarcelada por algo que ella decida sobre su propio cuerpo”, dijo una mujer que caminaba por la céntrica avenida Reforma, quien no quiso ser identificada.
“Estoy de acuerdo en que las mujeres deberían hacer lo que quieran con su cuerpo, pero no en este tema. Estamos hablando de un ser humano. Las cosas no deberían hacerse tan lejos [teniendo un aborto]”, dijo otra que también se negó a ser nombrada.
Un día muy esperado
El día del fallo, quienes estaban a favor y en contra del aborto habían protestado pacíficamente frente al edificio de la Suprema Corte. Algunos se arrodillaban y rezaban, o sostenían figurillas de fetos en alto, mientras que otros agitaban pancartas exigiendo abortos seguros y legales, y describían su causa como una “lucha contra una sociedad patriarcal”.
El fallo es un golpe para gran parte de la vasta y arraigada comunidad católica de México. Antes de su audiencia, el obispo Jesús José Herrera Quiñones de la Diócesis de Nuevo Casas Grandes, emitió un comunicado en nombre de la Conferencia Episcopal Mexicana: “Queremos recordarles a todos que un ser humano, concebido por un padre y una madre, cuya vida comienza en el momento de la concepción, debe ser reconocidaoen su dignidad en todas las etapas de la vida y merece la misma protección de la ley ante acciones que puedan poner en peligro a esta persona”, escribió Herrera Quiñones.
El día después del fallo, Eduardo Verástegui, un actor mexicano convertido en activista conservador, criticó la decisión de la corte en un emotivo tuit colgado en su cuenta oficial. “México llora hoy. México tiembla hoy. Llueve desconsoladamente en varias partes del país y la tierra cruje. Hoy miles de bebés mexicanos han sido condenados a morir. México llora hoy; México tiembla por sus hijas e hijos que nunca nacerán”, escribió Verástegui.
Pero se ha hecho historia. María Antonieta Alcalde, directora de Ipas / Centroamérica y México, un grupo de derechos de las mujeres que también aboga por los derechos reproductivos, dice que el fallo de la corte es el resultado de años de cabildeo y defensa de organizaciones como la suya con el propósito de hacer que el aborto sea seguro y legal en Mexico.
“A pesar de que la decisión era esperada, las posiciones de los diferentes jueces, lo claro que fue su mensaje y tener una decisión unánime fue algo que no esperábamos”, dijo Alcalde.
Recalcó que si bien el fallo de la corte se aplica específicamente al estado de Coahuila, envía un mensaje a todos los estados. Bajo el sistema federal de México, los estados pueden promulgar sus propias leyes, pero un fallo de la Suprema Corte reemplaza cualquier estatuto local.
Alcalde también dijo que el fallo también puede tener repercusiones a través de la frontera mexicana, específicamente cuando se trata de Texas, donde la controvertida ley que prohíbe los abortos después de seis semanas entró en vigencia el 1 de septiembre.
“Texas se está moviendo en la otra dirección. Lo que podría suceder es que más mujeres texanas decidan viajar a México. Es todo lo contrario de lo que solía suceder. Muchas mujeres mexicanas solían viajar a Estados Unidos para tener un aborto seguro y legal. Lo que veremos en el futuro, especialmente si se mantiene la nueva ley, es que algunas mujeres de Texas pueden viajar a México para tener un aborto seguro y legal”, dijo Alcalde.
Antes del fallo, el aborto solo era legal en todos los estados de México solo cuando el embarazo era el resultado de una violación. Al emitir su opinión, la jueza Ana Margarita Ríos dijo que - legal o no - se practican en México entre 750.000 y un millón de abortos al año.
El fallo podría marcar un punto de inflexión para la gran región latinoamericana, que el Diálogo Interamericano, un grupo de expertos de Washington dedicado al análisis de los asuntos internacionales en el Hemisferio Occidental, describe como “una de las regiones más restrictivas en el mundo en lo que respecta a las leyes y políticas de salud reproductiva, en particular el aborto”.
El aborto está totalmente prohibido en Nicaragua, Honduras, El Salvador, Haití, Jamaica, República Dominicana y Surinam, según un análisis realizado en febrero por la organización.
El mismo análisis señala que el aborto está permitido en varios países solo bajo condiciones estrictas, generalmente cuando el embarazo es el resultado de una violación, involucra una anomalía fetal mortal o representa un riesgo para la salud de la vida de la madre, y está permitido “bajo demanda” en Uruguay, Cuba, Guyana, Guayana Francesa y Argentina.