(CNN) – Nuestros niños están enfermando de coronavirus. Las infecciones por covid-19 en Estados Unidos han aumentado exponencialmente, con casi 500.000 nuevos casos en las últimas dos semanas, según la Academia Estadounidense de Pediatría. Esto representa un aumento del 240% desde principios de julio.
Los niños constituyen ahora el 29% de los nuevos casos en todo el país. Muchos de los nuevos contagios corresponden a niños menores de 12 años, demasiado jóvenes para poder ser vacunados en este momento.
Todo esto ocurre en el momento en que las escuelas están volviendo a la enseñanza presencial en todo el país. Muchos padres se preguntan: ¿son seguras las escuelas? ¿Qué ocurre si no se toman las precauciones de salud pública que prescriben los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC)? ¿Deben los padres que pueden sacar a los niños de la escuela, o hay otros métodos para ayudar a reducir el riesgo?
Para responder a estas preguntas, hemos hablado con la Dra. Leana Wen, analista médica de CNN. Wen es médica de urgencias y profesora visitante de política y gestión sanitaria en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington. También es autora de un nuevo libro, “Lifelines: El camino de un médico en la lucha por la salud pública”, y es madre de dos niños pequeños.
CNN: Ya hemos hablado de esto antes, pero aquí estamos en el comienzo de otro año escolar durante la pandemia. Con la reapertura de las escuelas, ¿cree que las clases presenciales son seguras desde la perspectiva del covid-19?
Dra. Leana Wen: Numerosos estudios han demostrado que las escuelas pueden tener un menor riesgo de transmisión de coronavirus que la comunidad circundante si siguen las orientaciones de salud pública para utilizar una “estrategia de mitigación por capas”. Piense en este método de protección por capas como si llevara capas de ropa en invierno. Cuando hace frío, necesitamos varias capas para mantenernos calientes. Si nos quitamos una capa, tenemos que añadir otras. Cuando hace mucho frío, necesitamos aún más capas. Todas ellas trabajan juntas, y cuantas más capas, más calor.
Consideremos las diferentes capas que pueden ayudar a mantener las escuelas seguras. Una de ellas es que todas las personas con derecho a ser vacunadas lo estén. Es decir, los padres, los profesores, el personal y todos los adolescentes mayores de 12 años. Las regiones del país que tienen mayores tasas de vacunación también tienen menores tasas de infección entre los niños.
Otra capa es la de las pruebas. Los CDC recomiendan que los niños no vacunados se sometan a pruebas al menos una vez a la semana en zonas con una transmisión importante o elevada. Las pruebas en sí mismas no evitan que se produzca una infección, pero sí la detectan y, si se hacen con la suficiente frecuencia, evitan que esa persona infectada acuda a entornos públicos en los que podría contagiar a otros. El segundo distrito escolar más grande del país, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, exige la realización de pruebas semanales a todos los alumnos y profesores.
La mejora de la ventilación también ayuda, al igual que el uso de mascarillas en interiores, mantener a los niños en cohortes, el lavado de manos, asegurarse de que los niños con síntomas se queden en casa, el rastreo de contactos y otras medidas clave de salud pública. Cuanto más extendido esté el covid-19 en su comunidad, más medidas necesitará la escuela para prevenir la transmisión dentro de ella.
CNN: ¿Qué deben hacer los padres si la escuela de su hijo está en una zona de alta transmisión del virus, pero donde no se aplican muchas de estas medidas? Muchos distritos escolares tienen prohibido incluso exigir mascarillas.
Wen: Esto es difícil para los padres, los alumnos y los profesores en estas circunstancias. Ellos saben lo que hay que hacer para que las escuelas sean más seguras, y que les quiten estas herramientas es, en mi opinión, inconcebible.
Dicho esto, los padres no están indefensos en este caso. Una de las cosas a las que insto encarecidamente es a que hablen con otros padres de la escuela de su hijo. La unión hace la fuerza. ¿Pueden intentar hablar juntos con la administración para expresar sus preocupaciones? Recuerden el concepto de protección por capas. Si el requisito de usar mascarilla no es posible por cualquier motivo, ¿pueden adoptarse otras medidas? Por ejemplo, ¿puede la escuela ofrecer pruebas semanales o quincenales a todos los alumnos?
También sugeriría hablar con otros padres de la clase de sus hijo. Si un número suficiente de padres opina lo mismo, podrán unirse e insistir en que sus hijos lleven mascarilla cuando estén puertas adentro. Pueden hacer que el uso de mascarillas sea la norma en la clase de su hijo.
Se puede considerar la posibilidad de hablar con el profesor para ver si todos los niños que llevan mascarilla pueden sentarse juntos. Eso también ayuda a reducir el riesgo para sus hijo.
Recuerden también que la calidad de la mascarilla que utiliza su hijo es realmente importante. Una simple mascarilla de tela puede no ser suficiente, especialmente con la variante delta, más contagiosa, que domina en este momento. Una mascarilla quirúrgica de tres capas será más eficaz que una mascarilla de tela. Si su hijo se siente cómodo con una mascarilla N95, KN95 o KF94, éstas le proporcionarán una protección aún mayor. Sin embargo, la mejor mascarilla es la que su hijo pueda tolerar de forma constante y cómoda.
CNN: ¿En qué momento los padres deberían estar lo suficientemente preocupados como para sacar a sus hijos de la escuela?
Wen: No hay una respuesta única para todos los casos. Yo animaría a los padres a pensar en la salud de su hijo y de su hogar, en las alternativas disponibles, en la importancia de la educación presencial para su hijo y en qué otros riesgos pueden reducirse. También es posible que haya leyes locales, estatales o nacionales que exijan que su hijo vaya a la escuela en persona, y que no sea posible la instrucción virtual o en casa. Asegúrense de comprobar las leyes o normativas de sus zonas.
En primer lugar, tengan en cuenta la salud de sus hijos y la de los demás miembros de la familia. Si sus hijo gozan de buena salud en general y todos los que viven con ustedes están totalmente vacunados, podría considerarse de forma diferente que si sus hijos está inmunodeprimidos o si tienen un miembro de la familia especialmente vulnerable. Por supuesto, si sus hijos tienen 12 años o más, vacunarlos será crucial para protegerlos a ellos y también al resto de la familia.
En segundo lugar, ¿cuáles son las alternativas? Para muchos padres, la escolarización presencial es esencial porque tienen que trabajar. También es posible que no haya otras opciones. El aprendizaje virtual no se ofrece en todas las escuelas, y muchos padres pueden no tener la opción de trasladar a su hijo a una escuela que ofrezca más precauciones de seguridad.
En tercer lugar, muchos niños han sufrido realmente sin la enseñanza presencial. La escuela presencial puede ser necesaria para la salud emocional del niño, así como para su desarrollo continuo.
Si es realmente crucial que sus hijos estén en la escuela, deberían ver qué otros riesgos se pueden reducir. Sí, es cierto que sacar al niño de la escuela puede reducir el riesgo, pero eso debería ser el último recurso. Sobre todo porque la escuela es esencial para muchos padres y niños, deberían ver qué otros riesgos pueden intentar reducir en su lugar.
Recuerden que el riesgo es acumulativo. Si su hijo no vacunado necesita ir a la escuela, trabaje para reducir el riesgo de otras maneras. Que no participen en los juegos de interior; en su lugar, háganlos todos al aire libre. No bajen la guardia con las actividades extraescolares: deben tomar las mismas precauciones que se tomarían durante el colegio. No hagan fiestas de pijamas ni fiestas de pizzas puertas adentro: sería una pena ser tan cuidadosos durante las horas de clase para que sus hijos se infecten durante las actividades sociales extraescolares. Y los padres pueden reducir su riesgo y, por ejemplo, usar siempre mascarillas en interiores cuando estén cerca de personas de estado de vacunación desconocido.
CNN: ¿Hay alguna otra medida que animaría a los padres a tomar para reducir el riesgo en las escuelas?
Wen: Uno de los escenarios de mayor riesgo durante el horario escolar es la hora de la comida, cuando los niños no llevan mascarillas y pueden estar amontonados. Pregunte qué disposiciones puede ofrecer su escuela durante el almuerzo y la merienda. ¿Podrían los niños comer al aire libre? ¿Podría ser una opción para algunos niños?
También preguntaría por los protocolos de cuarentena. ¿Cómo se sabrá si otro niño da positivo? ¿Es necesario que todos los niños de la clase estén en cuarentena, o la prueba es una opción que puede reducir la necesidad de una cuarentena prolongada y, por lo tanto, un tiempo prolongado fuera de la escuela? Este es otro caso en el que son útiles las pruebas rápidas y frecuentes: ¿Qué tipo de opciones de pruebas se ponen a disposición de los estudiantes y sus familias?
CNN: ¿Qué pasa con los niños de 10 y 11 años que no tienen edad suficiente para vacunarse? ¿Deben los padres intentar colarlos en la fila para obtener la vacuna o deben esperar?
Wen: Los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos han aconsejado que los padres no vacunen a los niños que son demasiado jóvenes para recibir la vacuna contra el covid-19. Todavía se están realizando estudios para niños pequeños. El ex comisionado de la FDA, el Dr. Scott Gottlieb, estima que, en el mejor de los casos, las vacunas para niños de 5 a 11 años podrían estar autorizadas a tiempo para Halloween. Eso no está tan lejos en el futuro.
Es mejor esperar hasta tener los datos que confirmen que la vacuna es segura y eficaz en este grupo de edad más joven. Hay que tener en cuenta que la dosis que se está probando en este grupo es inferior a la que se administra a los niños de 12 años o más, así que esa es otra razón para esperar.
Mientras tanto, los padres y los niños deben tomar precauciones adicionales, sabiendo que este es un momento particularmente peligroso para los niños durante la pandemia, pero que hay medidas que todos podemos tomar para reducir el riesgo de los niños, mientras los mantenemos dentro de la escuela en forma presencial.