Washington (CNN) – Nuevas imágenes satelitales obtenidas por CNN revelan que Corea del Norte está ampliando una instalación clave capaz de enriquecer uranio para armas nucleares, renovaciones que probablemente indican que el país planea aumentar significativamente la producción en este sitio antes inactivo en un futuro próximo, según los expertos que analizaron las fotos.
Las imágenes captadas a principios de esta semana por la empresa de imágenes comerciales Maxar muestran que se está construyendo una planta de enriquecimiento de uranio situada dentro del complejo de la Instalación de Investigación Nuclear de Yongbyon, cambios que podrían permitir a Corea del Norte aumentar la producción de material nuclear apto para armas hasta en un 25%, dijo a CNN Jeffrey Lewis, experto en armas y profesor del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales.
“La expansión más reciente en Yongbyon probablemente refleja los planes para aumentar la producción de materiales nucleares para la fabricación de armas”, añadió, señalando que la construcción en curso es consistente con los esfuerzos anteriores para añadir espacio en la instalación, lo que le permite albergar más centrifugadoras y, por lo tanto, enriquecer más uranio cada año.
“La nueva superficie es de aproximadamente 1.000 metros cuadrados, espacio suficiente para albergar 1.000 centrifugadoras adicionales. La adición de 1.000 nuevas centrifugadoras aumentaría la capacidad de la planta para producir uranio altamente enriquecido en un 25 por ciento”, dijo Lewis.
Si Corea del Norte actualizara el tipo de centrifugadoras que se utilizan actualmente en esta planta, “podría aumentar la capacidad de la planta sustancialmente”, dijo a CNN.
Los funcionarios de Estados Unidos están al tanto de la reciente actividad en la planta de enriquecimiento de uranio de Yongbyon y reconocen que estos acontecimientos podrían ser una señal de los planes para aumentar la producción de uranio de grado armamentístico, según dos fuentes familiarizadas con la situación.
El Consejo de Seguridad Nacional, el Departamento de Defensa, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y la CIA declinaron hacer comentarios.
Los indicios de que Corea del Norte está avanzando en la producción de este material nuclear también concuerdan con las evaluaciones de los servicios de inteligencia de EE.UU. sobre el compromiso del país con su programa de armas, dijeron las fuentes. Lo mismo ocurre con la última ronda de pruebas armamentísticas de Corea del Norte, que incluye el lanzamiento este miércoles de dos misiles balísticos de corto alcance en aguas de la costa oriental de la Península de Corea, añadieron las fuentes.
Los análisis iniciales también sugieren que Corea del Norte realizó un lanzamiento de misiles durante el fin de semana, según dijeron tres funcionarios de EE.UU. a CNN, un día después de que afirmara haber probado un misil de crucero de largo alcance capaz de alcanzar Japón.
En conjunto, la actividad ha provocado un aumento exponencial de las tensiones en lo que ya era una de las regiones más volátiles del planeta.
El portavoz del Departamento de Estado Ned Price condenó el miércoles los lanzamientos de misiles de Corea del Norte y volvió a pedir un enfoque diplomático del asunto.
“Hemos sido muy claros sobre lo que queremos que ocurra. Estamos comprometidos con el principio de que el diálogo nos permitirá perseguir nuestro objetivo final, que es sencillamente la desnuclearización de la península de Corea”, dijo Price.
Más preocupaciones sobre la actividad de una instalación antes inactiva
La evidencia de que Corea del Norte está ampliando el tamaño de su planta de enriquecimiento de uranio en Yongbyon probablemente también exacerbará las preocupaciones derivadas de un reciente informe del Organismo Internacional de Energía Atómica, que dijo que el país parece haber reiniciado un reactor nuclear en el mismo complejo.
El informe dijo que estos eran los primeros indicios de actividad en el reactor desde diciembre de 2018, calificando las actividades nucleares de Corea del Norte como “una causa de grave preocupación” y los nuevos acontecimientos como “profundamente preocupantes”.
El líder norcoreano Kim Jong Un supuestamente ofreció desmantelar el complejo de Yongbyon a cambio de la reducción de las sanciones durante las negociaciones con el expresidente Donald Trump en Hanói en 2019. Sin embargo, esas conversaciones fracasaron en parte porque ninguna de las partes estaba dispuesta a ceder. El equipo de Trump quería que se incluyeran en el acuerdo los misiles balísticos u otros emplazamientos nucleares, y Kim se negó a aceptar un intercambio de Yongbyon por un menor alivio de las sanciones, según escribió en sus memorias John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de Trump.
Aunque el sitio parecía permanecer inactivo hasta hace poco, los funcionarios de Estados Unidos han anticipado ampliamente que la actividad podría reanudarse.
Los funcionarios de inteligencia estadounidenses han dicho públicamente que esperan que Corea del Norte siga siendo una “amenaza de armas de destrucción masiva” en el futuro previsible, ya que Kim sigue “firmemente comprometido” con las armas nucleares del país.
El propio Kim dejó claro en enero que desarrollar armas nucleares más ligeras y pequeñas para usos tácticos y avanzar en la producción de “ojivas nucleares de gran tamaño” son dos de las prioridades principales de Corea del Norte.
“Lograr estos objetivos probablemente requerirá que Corea del Norte aumente la cantidad de plutonio y uranio de grado armamentístico disponible para la producción de armas”, dijo Lewis.
Las agencias de inteligencia también han evaluado que Kim “puede emprender una serie de acciones agresivas y potencialmente desestabilizadoras para remodelar el entorno de seguridad regional y abrir brechas entre Estados Unidos y sus aliados, incluyendo la reanudación de las pruebas de armas nucleares y misiles balísticos intercontinentales (ICBM)”, según la evaluación anual de amenazas de la comunidad de inteligencia publicada a principios de este año.
La reciente actividad en Yongbyon y una serie de pruebas de misiles por parte de Corea del Norte parecen validar ambas predicciones, reavivando la preocupación por el estado del programa de armas nucleares del país.
“La continuación del programa nuclear de la RPDC es una clara violación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU y es profundamente lamentable”, dice el informe del OIEA, refiriéndose a Corea del Norte por su acrónimo oficial, República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Un alto funcionario de la administración dijo a CNN a finales del mes pasado que EE.UU. está al tanto del nuevo informe y “coordina estrechamente con nuestros aliados y socios los acontecimientos relacionados con la RPDC”.
El alto funcionario añadió: “Este informe subraya la necesidad urgente de diálogo y diplomacia para que podamos lograr la completa desnuclearización de la península de Corea. Seguimos buscando el diálogo con la RPDC para poder abordar esta actividad reportada y toda la gama de cuestiones relacionadas con la desnuclearización”.
Más críticas al enfoque de Biden sobre Corea del Norte
Las acciones recientes de Corea del Norte también están provocando nuevas críticas a la política de la administración de Biden hacia Pyongyang por parte de los republicanos en el Congreso.
“Teniendo en cuenta el lamentable historial de la administración Biden-Harris, no es de extrañar que Kim Jong Un quiera ahora recibir su paga del presidente Biden. Por eso se siente envalentonado para reanudar las pruebas de misiles y volver a poner en marcha el reactor nuclear de Yongbyon”, dijo el representante Mike Rogers, principal republicano de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, en un comunicado esta semana.
“Tenemos que responder reforzando las alianzas en la región, aplicando el régimen de sanciones y aumentando nuestra inversión en defensa antimisiles”, añadió.
Las relaciones entre los dos adversarios han sido frías desde entonces, y tanto Washington como Pyongyang se han centrado en contener la amenaza del covid-19 desde que la pandemia arrasó el mundo a principios de 2020. Las fronteras de Corea del Norte permanecen cerradas para mantener el virus a raya, a pesar de las repercusiones en el comercio con China, un salvavidas económico para el empobrecido país. El régimen de Kim se enfrenta ahora a una crisis alimentaria.
La administración del presidente Biden ha intentado en varias ocasiones ponerse en contacto con Corea del Norte por correo electrónico para iniciar conversaciones con Washington, según declaró a CNN un alto funcionario de Corea del Sur con conocimiento directo de la situación.
Corea del Norte reconoció que recibió los correos electrónicos, dijo el funcionario, pero no se sintió obligado a responder debido a lo que se ve como una falta de una agenda detallada o cualquier indicación seria de que Estados Unidos está dispuesto a avanzar en la conversación más allá de lo que se acordó en la primera cumbre de Trump y Kim en Singapur en junio de 2018.