(CNN) – A medida que regresamos a las oficinas, nuevamente nos encontramos cara a cara con tentaciones deliciosas que nos hacen romper la dieta y que eran más fácil de evitar en casa.
Las mesas con bocadillos de las oficinas a menudo están decoradas con dulces que traen compañeros de trabajo “bien intencionados”. Las máquinas expendedoras están llenas de papas fritas, caramelos, galletas, sándwiches preparados y refrescos azucarados y altamente procesados.
Incluso aquellos que no somos lo suficientemente afortunados de tener una cafetería patrocinada por el trabajo tenemos que luchar para evitar la omnipresente porción de pizza o hamburguesa con papas fritas, y en su lugar forzar nuestros pies hacia la barra de ensaladas.
Pero, ¿qué pasaría si tu empleador te respaldara y te ofreciera menos opciones poco saludables y porciones más pequeñas?
FOTOS | La comida mediterránea ayuda a tu cerebro
Elegir opciones más saludables funciona
Un nuevo ensayo aleatorio controlado encontró que cuando los empleadores hacen eso, los trabajadores compran alimentos y bebidas con menos calorías, un paso hacia el control tanto de su cintura como de la creciente epidemia de obesidad en el mundo.
La mayoría de las personas en el mundo viven en países donde la obesidad y el exceso de peso matan a más personas que el peso por debajo de lo saludable o la malnutrición, según la Organización Mundial de la Salud.
“Nuestro estudio sugiere que hacer cambios relativamente simples en los menús en el lugar de trabajo y otras cafeterías podría hacer una contribución importante para combatir la obesidad”, dijo la autora principal, Dame Theresa Marteau, directora de la Unidad de Investigación de Comportamiento y Salud de la Universidad de Cambridge, en un comunicado.
En lo que los autores llaman el estudio más grande de su tipo, los investigadores de la Universidad de Cambridge trabajaron con 19 cafeterías en el lugar de trabajo en el Reino Unido para cambiar tanto el tipo como la cantidad de alimentos que vendían a más de 20.000 trabajadores durante un período de seis meses.
Primero, el equipo del estudio cambió las hamburguesas con queso y tocino y otras ofertas altas en calorías por hamburguesas de pollo a la parrilla y opciones bajas en calorías. Para algunos de los artículos con más calorías que permanecieron en el menú, los investigadores redujeron el tamaño de las porciones en un 14%, sirviendo menos papas fritas, porciones más pequeñas de pasta o menos albóndigas.
Ambos cambios redujeron las calorías vendidas en aproximadamente un 12%, ahorrando al empleado típico del Reino Unido 50 calorías al día.
“En promedio, los adultos del Reino Unido consumen entre 200 y 300 calorías en exceso al día”, dijo James Reynolds, investigador visitante de la Unidad de Investigación sobre Comportamiento y Salud de la Universidad de Cambridge, en un comunicado.
“Este estudio muestra que la reducción del tamaño de las porciones y la disponibilidad de opciones con menor contenido calórico en las cafeterías podría contribuir de manera importante a reducir el exceso de calorías”, dijo.
La importancia del etiquetado
Educar a los trabajadores sobre la elección de alimentos más saludables también funciona. Simplemente etiquetar los alimentos con colores (verde es igual a saludable, amarillo menos saludable y rojo es lo menos saludable) mejoró las elecciones de alimentos y redujo las calorías, encontró un estudio de dos años realizado en la cafetería de un hospital de Boston.
Entre unos 5.600 trabajadores, hubo una disminución del 6,2% en las calorías por cada compra durante los dos años. El mayor beneficio para la salud fue la reducción de la compra de los alimentos menos saludables (etiqueta roja), lo que resultó en una disminución del 23% en las calorías.
También funciona en las escuelas
Reducir las calorías y ofrecer opciones de alimentos más saludables también funciona en las escuelas. Los “alimentos de mala calidad nutricional” consumidos en las escuelas de Estados Unidos se redujeron del 55% al 24% entre 2003 y 2018, según reveló un estudio publicado en abril. La mayor parte de la reducción se produjo después de la aprobación de la Ley de niños sanos y sin hambre de 2010, que mejoró la nutrición al limitar las calorías según la edad del niño y ofrecer opciones más saludables como frutas y verduras.
Un estudio de 2020 encontró que la ley fue especialmente beneficiosa para los niños en situación de pobreza. El riesgo de obesidad disminuyó “sustancialmente cada año después de la implementación de la ley”, dijo el estudio, “de modo que la prevalencia de la obesidad habría sido un 47% más alta en 2018 si no hubiera habido una legislación”.
Cómo reducir aún más las calorías
En general, las personas necesitan reducir al menos 500 calorías al día para perder medio kilo a la semana, según los Institutos Nacionales de la Salud. La agencia ofrece los siguientes consejos sobre cómo hacerlo:
- Cuidado con las bebidas azucaradas. “Un refresco regular de 355 ml tiene alrededor de 150 calorías, y un café con leche saborizado de 475 ml puede contener 250 calorías o más. Incluso los batidos de frutas tienen muchas calorías, hasta 400 en una porción de 475 ml”.
- Elige bocadillos bajos en calorías, como uvas, un cubo de queso o un puñado de nueces con grasas saludables.
- Usa opciones sustitutas bajas en calorías, como el yogur natural sin grasa en lugar de la crema agria.
- Elimina la comida frita. Los alimentos fritos no solo obstruyen las arterias con grasas no saludables, sino que también están llenos de calorías.
- Deja de beber las calorías del alcohol. ¿Sabías que algunas de esas bebidas afrutadas pueden contener hasta 500 calorías?
- Elimina un alimento alto en calorías cada día. Una rosquilla glaseada agrega 250 calorías, mientras que una bolsa de 226 gramos de papas fritas agrega 1.217 calorías.
- Elimina las carnes procesadas como tocino, salchichas, perros calientes, salami y otros embutidos, que están relacionados con el cáncer, y come fruta.
Agrega todos esos recortes de calorías a la cafetería del trabajo, donde los tamaños de las porciones son más pequeños y menos tentaciones acechan en las máquinas expendedoras, y es posible que alcances tus objetivos de pérdida de peso y mantenimiento.
Ah, ¿y qué pasa con todas esas sabrosas comidas que traen tus compañeros de trabajo desde sus casas? Lo siento, tendrás que enfrentarte a eso solo.