(CNN) – No hay un culpable claro. Tampoco existen pruebas concluyentes. Mientras que la historia del origen del covid-19 se caracteriza actualmente por la falta de pruebas y datos concretos, científicos de todo el mundo siguen buscando respuestas para saber cómo empezó la pandemia.
A medida que el mundo se acerca a la marca de dos años desde que se detectó por primera vez este nuevo coronavirus, se han producido muchos giros en la investigación de los orígenes del SARS-CoV-2, el virus que provoca covid-19 y que ocasionó la pandemia. Algunas pistas conducen a callejones sin salida, mientras que otras suscitan aún más preguntas.
Hasta la fecha, hay dos teorías principales.
La hipótesis zoonótica se basa en la idea de que el virus pasó de los animales a los humanos, ya sea directamente a través de un murciélago o de algún otro animal intermediario. La mayoría de los científicos dicen que este es el origen más probable, dado que el 75% de las enfermedades emergentes han saltado de los animales a los humanos.
Los brotes anteriores de coronavirus incluyen el primer SARS en 2003, que comenzó en los murciélagos, luego se extendió a las civetas y a los seres humanos; y el brote de MERS de 2012, que se extendió de los murciélagos a los camellos, y finalmente a las personas.
Pero también sigue existiendo la posibilidad de que el virus se haya filtrado desde un laboratorio.
Durante gran parte de 2021, la teoría de la filtración desde un laboratorio cobró fuerza. En marzo de este año, el Dr. Robert Redfield, exdirector de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. y virólogo de carrera, dijo a Gupta que cree que el covid-19 se originó en un laboratorio de Wuhan, China.
El controversial informe de la Organización Mundial de la Salud
Días después de que se emitieran los comentarios de Redfield en CNN, se publicó el esperado informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los orígenes del SARS-CoV-2, el 30 de marzo de 2021.
El informe concluyó que un contagio directo de los animales a los humanos era una vía “de posible a probable”, y un salto desde otro animal huésped intermedio era “de probable a muy probable”. La entrada del virus a través de alimentos congelados era una “vía posible”, y un incidente de laboratorio se consideraba “extremadamente improbable”.
Rápidamente, las críticas al informe llegaron de todas partes. Más de una docena de países emitieron una declaración conjunta sobre la independencia y credibilidad de las conclusiones. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, también se mostró crítico con las conclusiones y no tardó en calificar de “prematuro” el hecho de que el informe descartara la teoría de la fuga del laboratorio.
“Nos enteramos por el informe de que (…) si se observan las tendencias de las enfermedades similares a la gripe, del exceso de mortalidad, está claro que hubo circulación de este virus antes, que probablemente hubo una circulación generalizada en diciembre. Eso es muy, muy importante”, dice Maria Van Kerkhove, epidemióloga de enfermedades infecciosas y responsable técnica de covid-19 de la OMS. “El área de trabajo en el informe que no se cubrió en detalle fue el laboratorio, y la auditoría de laboratorio, y la hipótesis de laboratorio”, agregó a Gupta.
“Estaba claro para mí, y creo que para muchos, que habían estudiado razonablemente bien una hipótesis factible (el contagio zoonótico), pero que realmente habían ignorado o dejado de lado la otra: la hipótesis asociada al laboratorio (…). Creo que no fueron justos ni objetivos”, comentó el Dr. David Relman, experto en enfermedades infecciosas y microbiólogo de la Universidad de Stanford.
Vicios desde antes del informe
Relman hizo un recuento del número de páginas del informe de la OMS dedicadas a la teoría de la fuga en el laboratorio. “El total: el anexo y el informe principal, para la (hipótesis del) laboratorio era de unas cuatro páginas de 313… y en esas cuatro páginas el título de la sección era ‘Teorías de conspiración’”.
Los críticos dicen que el estudio de la OMS estaba viciado incluso antes de que el equipo de la OMS aterrizara en Wuhan en enero de 2021.
Desde el principio, el gobierno chino tuvo que aceptar los términos del estudio de la OMS, incluyendo qué científicos fueron seleccionados para ir a China, qué lugares se visitarían y a qué datos primarios se podría acceder. Alina Chan, bióloga molecular del Instituto Broad del MIT y de Harvard, señala: “Todos los análisis originales habían sido realizados por científicos chinos antes de que entrara la OMS”.
“Estados Unidos presentó a tres investigadores estadounidenses para su selección (…); los tres fueron rechazados por China, que al final tenía la última palabra, ya que la OMS entraba en su país (…). El único estadounidense al que se le permitió formar parte del equipo fue Peter Daszak”, según Katie Bo Williams, de CNN, que informa sobre inteligencia y seguridad nacional.
“Su título oficial es ‘estudio conjunto’, lo que es muy importante (…) porque si es un estudio conjunto, es un estudio de colaboración entre la OMS y el estado miembro China. El público lo consideró desde el principio como una investigación, y creo que fue un error”, dijo Daszak, el único estadounidense que formó parte del equipo de la OMS sobre el terreno en Wuhan.
Daszak, reconocido buscador de virus y presidente de EcoHealth Alliance, se convertiría en el miembro más controvertido del equipo de la OMS. Los críticos dicen que tenía un claro conflicto de intereses debido a sus vínculos con el Instituto de Virología de Wuhan, incluida la financiación de la investigación sobre el coronavirus en murciélagos en el instituto a través de subdonaciones de los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) de EE.UU.
“Está causada por el coronavirus en murciélagos, algo en lo que hemos estado trabajando durante más de 20 años en China. Por lo tanto, tengo un nivel de experiencia que va a ser valioso para ese equipo”, indicó Daszak a Gupta. El trabajo de Daszak y EcoHealth Alliance fue clave para desvelar los orígenes del primer brote de SARS en 2003.
Teoría de la fuga del laboratorio se debe “estudiar a fondo”
“En el equipo de la misión no había personas expertas en bioseguridad. Así que, en realidad, no era su cometido”, reconoció Van Kerkhove.
“Creo que la OMS debería haber hablado con más fuerza y decir que no vamos a hacer una investigación forense de un laboratorio en China como parte de este trabajo”, dijo Daszak a Gupta.
Van Kerkhove, de la OMS, explicó a Gupta por qué Tedros fue tan crítico con el informe de la OMS. “Si nos fijamos en la forma en que informaron sobre eso (la teoría de la fuga del laboratorio), lo clasificaron como ‘extremadamente improbable’. Para que podamos descartarla, hay que estudiarla bien. Hay que estudiarla a fondo”.
Menos de dos meses después de la publicación del informe de la OMS, la teoría de la fuga de laboratorio cobró más fuerza cuando un grupo de 18 científicos, entre los que se encontraban Relman y Chan, publicaron una carta en la revista Science en la que pedían que se investigaran todos los posibles orígenes.
Biología evolutiva
Sin duda, el SARS-CoV-2 es un nuevo patógeno que puede ser difícil de visualizar y aún más difícil de investigar, especialmente a medida que evoluciona y surgen más variantes. Visual Science creó esta detallada animación científica en 3D para ilustrar la complejidad de la partícula del virus SARS-CoV-2. Esas infames proteínas en forma de espiga se muestran a un nivel macro sin precedentes en su renderización.
Científicos de todo el mundo siguen profundizando en las características únicas del virus.
Kristian Andersen, biólogo evolutivo del Instituto de Investigación Scripps, es el autor principal del artículo más influyente en apoyo de la teoría de los orígenes naturales hasta la fecha.
Pero cuando Andersen se enteró de la existencia de un nuevo coronavirus que se extendía por China y otros países a principios de 2020, se centró en esta cuestión: ¿por qué el SARS-CoV-2 se propaga con tanta facilidad?
En esas primeras semanas, se preguntó por la posible conexión entre el Instituto de Virología de Wuhan y su trabajo sobre los coronavirus de los murciélagos y su ubicación, situada en la misma ciudad donde se detectaron los primeros casos en humanos. “Al principio, en enero, conociendo el tipo de trabajo que se estaba llevando a cabo en el Instituto de Virología de Wuhan, empezamos a pensar: ‘Mira, tenemos que considerar la posibilidad de que esto no sea un virus natural’”.
A finales de enero de 2020, Andersen planteó esa posibilidad al Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. En un correo electrónico que se hizo público posteriormente, Andersen escribe que él y otros científicos “encuentran el genoma inconsistente con las expectativas de la teoría evolutiva”.
Poco después de ese correo electrónico, algunos de los principales científicos del mundo se reunieron en una llamada para discutir lo que veían en el genoma. En ese grupo estaban, entre otros, Andersen, Fauci y el Dr. Francis Collins, director de los NIH. “Había preocupación (…) porque no era una secuencia conocida. ¿Hay algo aquí que parece ser la firma de la manipulación humana?”, dijo Collins.
Sin pruebas concluyentes
Pero esta idea se descartó rápidamente. Aunque los investigadores pensaron que este nuevo virus mostraba inicialmente rasgos de bioingeniería, posteriormente encontraron pruebas de rasgos similares en otros virus conocidos.
“El aspecto de la ingeniería de esto (…) muy rápidamente nos dimos cuenta de que simplemente no tenemos la evidencia para apoyar eso (…). Si podemos encontrar alguna evidencia de que este virus haya sido secuenciado previamente, o trabajado, o que tal vez haya fragmentos del virus que se hayan utilizado previamente en experimentos, sería, entre comillas, ‘una prueba concluyente’. Y no encontramos nada en absoluto, y por eso toda la idea sobre la ingeniería fue algo así como: ‘Mira, esto no tiene ningún apoyo en ninguna prueba’”, le aseguró Andersen a Gupta.
“Debatimos (…) por un lado y por otro y finalmente decidimos: no. En realidad, si fueras un humano tratando de diseñar un coronavirus realmente peligroso, no diseñarías éste”. Su proteína de espiga tenía algunas características inusuales, pero no unas que nadie hubiera adivinado que lo harían tan eficaz para unirse al receptor ACE2 y entrar en las células humanas”, señaló Collins a Gupta. Es una opinión que sostienen muchos epidemiólogos genéticos, virólogos e investigadores de coronavirus.
“No hay nada que se haya podido llevar al laboratorio y manipular para que tenga este aspecto. Es un virus único, como todos los demás virus que circulan en la naturaleza son únicos”, dijo Joel Wertheim, epidemiólogo molecular de la Universidad de California en San Diego que recientemente fue coautor de una revisión crítica actualizada de los orígenes del SARS-CoV-2 con Andersen y otros 19 científicos destacados.
Continúan las preguntas
Pero las interrogantes persisten: si el virus no salió de un laboratorio, ¿de dónde vino? ¿Cuándo empezó a circular? ¿Y hay alguna posibilidad de encontrar el animal o los animales que podrían haber sido los portadores?
¿Fue un animal salvaje criado para su venta en uno de los mercados húmedos de China, donde se exponen carnes exóticas, pieles y animales vivos?
¿Fue un animal portador del virus importado de otro lugar del sudeste asiático?
¿Se infectó accidentalmente un investigador que estudiaba a los murciélagos y quizás empezó a propagar el virus sin saberlo?
¿Dispone China de muestras de sangre almacenadas que podrían señalar cuándo empezó a infectar el virus a las personas, y mostrar su aspecto en el momento en que saltó de los animales a los humanos? Y si es así, ¿cómo se podría convencer al siempre reservado y ahora defensivo gobierno chino de que comparta lo que hay?
Mientras persisten muchas preguntas sobre el laboratorio de Wuhan, Danielle Anderson, la última y única científica extranjera que trabajó en el laboratorio de nivel 4 de bioseguridad del Instituto de Virología de Wuhan, habló con Gupta sobre su experiencia de trabajo allí.
Saber cómo se originó para evitar algo similar en el futuro
Mientras que Anderson da fe de los altos estándares del laboratorio BSL-4 del instituto para manejar patógenos mortales, otros científicos han planteado su preocupación por las investigaciones sobre coronavirus de murciélagos realizadas en los laboratorios BSL-2 de nivel inferior de Wuhan.
Ralph Baric, uno de los principales investigadores de coronavirus de la UNC Chapel Hill que ha colaborado con el Instituto de Virología de Wuhan, señala que se necesitan pruebas específicas para avanzar en la comprensión de los orígenes del virus.
“Los primeros casos, la serología en China hecha en las poblaciones adecuadas; no muchas de las poblaciones que estaban en el informe de la OMS. Estudios sistemáticos de esa información, análisis de los casos respiratorios idiopáticos que aparecieron en los hospitales, no solo en Wuhan, sino en las comunidades circundantes (…). Todas esas respuestas están en China”, dijo Baric.
El gobierno chino niega con vehemencia la posibilidad de una filtración desde algún laboratorio de Wuhan y rechaza cualquier otro estudio de origen de la OMS en su país.
“Todavía tengo la esperanza de que, si no el gobierno chino, los científicos chinos, los amigos de los científicos chinos y otras personas con las que han trabajado se presenten y se organicen de estas diversas forma y maneras”, afirmó Relman.
“Las pandemias son raras, y esta es una realmente devastadora (…). Es frustrante y queremos respuestas”, dijo Andersen a Gupta. “Queremos saber qué es lo que llevó a esto para poder intentar evitar que ocurra algo similar en el futuro”.