(CNN) – Australia perdió cerca del 30% de sus koalas en los últimos tres años, con los marsupiales afectados por la sequía, los incendios forestales y los desarrolladores que talan árboles, dijo este martes la Fundación Australiana del Koala.
El grupo independiente sin ánimo de lucro estimó que la población de koalas se ha reducido a menos de 58.000, este año, de los más de 80.000 que había en 2018, con el peor declive en el estado de Nueva Gales del Sur, donde el número se ha reducido en un 41%.
“Los descensos son bastante dramáticos”, dijo la presidenta de la Fundación Australiana del Koala, Deborah Tabart.
No hubo tendencias al alza en ninguna parte de Australia. Solo en una zona del estudio se calcula que hay más de 5.000 koalas, y en algunas regiones se calcula que hay tan solo cinco o diez.
Tabart afirmó que el país necesita una ley de protección del koala.
“Creo que ahora es imperativo actuar. Sé que puede parecer una historia interminable de escasez y destrucción, pero estas cifras son correctas. Probablemente sean peores”, dijo a Reuters.
El declive en Nueva Gales del Sur probablemente se aceleró después de que enormes franjas de bosque fueran devastadas en incendios forestales, a finales de 2019 y principios de 2020, pero algunas de esas áreas ya no tenían koalas.
“Lo que nos preocupa son lugares como el oeste de Nueva Gales del Sur, donde la sequía de los últimos 10 años acaba de tener este efecto acumulativo: sistemas fluviales completamente secos durante años, los eucaliptos rojos del río, que son el sustento de los koalas, muertos”, dijo.
En junio, el Gobierno de Australia solicitó comentarios públicos sobre un plan nacional de recuperación para Nueva Gales del Sur, Queensland y el territorio de la capital Australiana, en torno a Canberra, y sobre si el estatus de protección de la especie amenazada del koala debería pasar de “vulnerable” a “en peligro”.
Los comentarios sobre el plan de recuperación se presentarán este viernes.
Además del impacto de la sequía y los incendios, el desmonte de terrenos por parte de promotores inmobiliarios y constructores de carreteras ha destruido el hábitat del emblemático marsupial.
“Creo que todo el mundo lo entiende, tenemos que cambiar. Pero si esas excavadoras siguen trabajando, temo de verdad por los koalas”, dijo Tabart.