(CNN) – Los seres queridos de las personas que murieron en el derrumbe parcial de un edificio de departamentos en Surfside, Florida, pidieron a las autoridades que conviertan el lugar en un monumento a las víctimas.
Ronit Felszer, que perdió a su hijo Ilan Naibryf, de 21 años, en la catástrofe de junio, trasladó a su familia de cinco miembros a Estados Unidos en 2002 “porque creía en lo que representaba Estados Unidos”, dijo en una conferencia de prensa este jueves.
“El Estados Unidos con el que yo soñaba no construye sobre personas muertas o fosas comunes”, dijo Felszer.
El derrumbe de las Torres Champlain South el 24 de junio, poco antes de la 1:30 de la madrugada, terminó con la vida de 98 personas.
Surfside, una localidad de unos 6.000 habitantes al norte de Miami Beach, alberga una gran población de judíos ortodoxos. Tras el derrumbe, cuando las familias se reunían, era habitual escuchar hebreo, español, inglés y portugués.
La comunidad diversa se unió, tratando de agarrar fuerza en la fe. Las sinagogas y las iglesias se abrieron para celebrar servicios de oración de emergencia. Se celebraron vigilias por los desaparecidos, y muchos rezaron, lloraron y se abrazaron con las ruinas de la torre visibles al fondo.
“Es obvio que esto se ha convertido en algo más que un edificio derrumbado. Es un lugar sagrado”, dijo el alcalde de Surfside, Charles Burkett, en las semanas posteriores al derrumbe.
Sin embargo, en una audiencia judicial celebrada el jueves, un administrador judicial designado por el tribunal, el abogado Michael Goldberg, declaró que la venta del terreno de Champlain Towers South por US$ 120 millones a un comprador anónimo se formalizará en un contrato la próxima semana, según la oficina del gobernador Ron DeSantis.
La secretaria de prensa de DeSantis, Christina Pushaw, dijo que la venta aún no es definitiva, porque podría tomar varios meses para completar la debida diligencia en cuestiones de zonificación y ambientales. Y hasta que la venta se finalice, dijo, otros compradores potenciales pueden presentar ofertas.
Además, la oficina de DeSantis dijo el viernes que “cualquier decisión sobre el terreno en el que se encontraba Champlain Towers South debe ser tomada por los propietarios”.
“Este es, comprensiblemente, un tema sensible, y el gobernador no se ha posicionado sobre lo que debe hacerse con la tierra. No es un terreno público, por lo que el Estado no puede tomar la decisión final”, dijo Pushaw.
Monica Iken, que perdió a su marido, Michael, cuando se derrumbaron las Torres Gemelas el 11S, abogó por que el lugar sea un monumento conmemorativo.
“Por desgracia, estoy teniendo un déjà vu. Esto me ha hecho recordar todas las pesadillas del 11S, cuando perdí a mi querido Michael Patrick Iken”, dijo.
Añadió que “trabajó duro para asegurarse de que tuviéramos el memorial y el museo [del 11S] de clase mundial que tenemos hoy”.
Iken, que fundó la organización sin ánimo de lucro September’s Mission para defender a los afectados por las catástrofes naturales y civiles, se comprometió a seguir ayudando a los amigos y familiares de las víctimas en el proceso. Se comprometió a averiguar quiénes son “las partes interesadas” y a ponerse en contacto con el gobernador DeSantis.
Iken enfatizó que es importante que la gente entienda que las víctimas del derrumbe de Surfside “sufrieron”.
“Estaban despiertos, algunos de ellos. No tenemos restos de cuerpos enteros. Que la gente pensara que había cuerpos enteros allí… no los había. Algunas personas solo tienen fragmentos de sus seres queridos”, dijo. “Este es un espacio sagrado, igual que el monumento [del 11S]”.
Martin Langesfeld perdió a su hermana, Nicole Langesfeld, de 26 años, y a su cuñado, Luis Sadovnic, de 28.
“Pedimos a las personas que ocupan puestos de poder que, por favor, colaboren con nosotros para hacer lo correcto. Traten esta catástrofe como si fuera su familia, como si fuera su ciudad, su estado o su país”, dijo Langesfeld.
Vicky Btesh, que perdió a su marido, Andrés Levine, y a tres primos, dijo: “Nadie merece irse a dormir y no despertar, aplastado por su propia casa”.
“Y nadie merece que se le falte el respeto a su última morada. Nadie. No se construye sobre los muertos, como han escuchado una y otra vez”, dijo. “Este monumento debería ser un recordatorio permanente de lo que ocurrió aquí”.
– Faith Karimi de CNN contribuyó con este reportaje.