(CNN) – Los beneficiarios de cupones de alimentos en Estados Unidos verán un aumento en sus pagos mensuales en octubre gracias a una importante actualización del programa, a pesar de que ya ha expirado un estímulo especial para la pandemia.
Los beneficios subirán un 27% por encima de los niveles prepandémicos, en promedio, lo que constituye el mayor aumento en su historia. El cambio se debe a una revisión del Thrifty Food Plan, un plan alimentario que determina los montos de los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, también conocido por sus siglas SNAP, el nombre formal de los cupones de alimentos.
Esta actualización es parte de una revisión del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés) del programa de cupones para alimentos requerido por la Ley Agrícola de 2018. El entonces Congreso liderado por los republicanos ordenó a la agencia que revaluara el plan para el año fiscal 2022 y, a partir de entonces, cada cinco años. El plan se ajustó por última vez en 2006.
Según la revisión, que es permanente, los beneficiarios verán, en promedio, un aumento de US$ 36 en los beneficios mensuales. Antes de la pandemia de coronavirus recibían US$ 121 por persona.
Incluyendo el ajuste anual del costo de vida, que se basa en la inflación de los precios de los alimentos y comienza cada octubre, el beneficio mensual promedio aumentará a US$ 169 por persona, según la agencia.
Sin embargo, los beneficiarios recibirán más que eso porque uno de los programas de ayuda pandémica del Congreso sigue en vigor en la mayoría de los estados, a pesar de que el aumento del 15% terminó el 30 de septiembre. Los legisladores también elevaron la asignación mensual de cupones para alimentos de los afiliados a la cantidad máxima para su tamaño de la familia durante la pandemia, una medida que el presidente Joe Biden extendió a principios de este año a 25 millones de personas adicionales en hogares de muy bajos ingresos que originalmente no recibieron los beneficios adicionales.
Teniendo esto en cuenta, los beneficiarios recibirán US$ 251 por persona, en promedio. Más de 42,3 millones de personas se inscribieron en el programa en junio, frente a las casi 37 millones que se inscribieron en febrero de 2020.
Pendiente desde hace mucho tiempo
La idoneidad de los beneficios de los cupones para alimentos ha sido una pregunta durante mucho tiempo. Los defensores de los estadounidenses de bajos ingresos argumentan que los fondos se agotan antes de que termine el mes. Pero los expertos conservadores señalan que el programa está diseñado para complementar el presupuesto alimentario de una familia.
Activistas de izquierda han dicho durante años que el Thrifty Food Plan, que se introdujo en 1975, está desactualizado. Hace suposiciones poco realistas sobre la asequibilidad y disponibilidad de alimentos en la actualidad, así como sobre el tiempo que las familias tienen para comprar y preparar comidas, argumentan.
“Realmente no hemos revisado las suposiciones subyacentes desde los años 70, lo cual es un poco terrible dada la diferencia en la forma en que comemos, el precio de los alimentos, cómo las familias adquieren y preparan los alimentos”, dijo Elaine Waxman, investigadora principal del Instituto Urbano. “Todas esas cosas han cambiado drásticamente. Así que esto está muy atrasado”.
El costo promedio de una comida en EE.UU. es de US$ 2,41 —un 22% más de lo que ofrecen los beneficios máximos de cupones de alimentos, según un informe reciente del Urban Institute del que Waxman fue coautora. En 2020, el beneficio máximo no cubrió el costo de una comida a un precio modesto en el 96% de los condados de EE.UU. Sin embargo, la revisión reducirá esa cifra a aproximadamente el 21% de los condados.
Aún así se necesita hacer más, argumentan algunos defensores.
“El Thrifty Food Plan sigue siendo realmente lo mínimo. ¿Cuál es la menor cantidad de dinero que una familia que está luchando tendría que gastar para tener una dieta saludable?”, dijo Lisa Davis, vicepresidenta sénior de Share Our Strength, que busca acabar con el hambre y la pobreza infantil.
“No es generoso de ninguna manera”, agregó. “Esto es realmente importante para la adecuación de los beneficios de SNAP, pero todavía no hemos llegado al final”.