(CNN Español) –¿Te imaginas a una manada de mamuts lanudos caminando por el hielo en la actualidad? Un grupo de científicos sí. Y no solo es un pensamiento: planean hacerlo realidad y consiguieron US$ 15 millones para lograrlo.
A través de Colossal, Ben Lamm, cofundador y CEO y el Dr. George Church, cofundador, llevarán a cabo un ambicioso proyecto que involucra la utilización de genes del gigante mamut lanudo, extinto hace 4000 años.
“En realidad, no estamos reviviendo al mamut, sino a los genes del mamut”, explicó el Dr. Church en una rueda de prensa virtual de la que participó CNN Español. “Ya hemos revivido dos de los genes del mamut que, según se ha demostrado en el laboratorio, confieren resistencia al frío”, añadió.
Tanto Lamm como Church destacaron que el objetivo de este proyecto es ayudar a proteger el ecosistema ártico, que ha sido afectado por el cambio climático.
¿Por qué eligieron el mamut? Lamm explicó en la rueda de prensa que este gigante es el elegido por una “gran cantidad de razones”. “Incluido el hecho de que tenemos una ubicación para colocarlos”, sostuvo. Y añadió: “Tenemos un impacto que creemos que será positivo para el medio ambiente y para el mundo. Y tenemos las tecnologías para hacerlo con sus parientes vivos más cercanos [los elefantes]. Por eso hemos sido bastante reflexivos en el enfoque del asunto”.
Los principales desafíos de revivir a los mamuts
“Usando la tecnología CRISPR, Colossal será pionero en un modelo práctico y funcional de de-extinción y será el primero en aplicar técnicas avanzadas de edición de genes para restaurar el mamut lanudo a la tundra ártica”. Así explica Colossal, en un comunicado, cómo están trabajando para obtener ese híbrido entre mamut y elefante.
La tecnología CRISPR es una revolucionaria herramienta de edición de genes que se describe como una reescritura del código de la vida, para alterar las características de las especies vivas.
Pero ¿dónde se desarrollarán estos embriones? CNN le preguntó a Church si utilizar elefantes como madres sustitutas no pondría en riesgo a estas hembras. “Dado que tanto el elefante asiático como los elefantes africanos son especies en peligro de extinción, estamos tratando de no interferir con su reproducción”, sostuvo el Dr. Church.
“Paralelamente, nos gustaría tener una generación grande el primer año en lugar de pasar por una reproducción lenta que tarda tanto en llegar a esa madurez sexual. Así que nos gustaría tener una ampliación a través de úteros artificiales”, dijo. “Lo estamos probando inicialmente en ratones y luego lo transferiremos”.
Church aclaró que se ha utilizado el método de madres sustitutas en el proyecto de cerdos como donantes de órganos. “Pero no creemos que vayamos a hacer esto con los elefantes, esa parte del proyecto del elefante es un poco diferente a la forma en que hicimos el proyecto del cerdo”, aseguró.
Por su parte, Lamm dijo: “Nuestro objetivo es tener nuestras primeras crías en los primeros cuatro a seis años”, aunque reconoció que es una meta ambiciosa y que, como todo proyecto científico, puede estar sujeto a cambios. “La ciencia es en su mayor parte sólida, si no totalmente resuelta. Y realmente solo estamos viendo los desafíos de ingeniería y cómo podemos producir suficientes elefantes a escala para realmente tener el impacto que estamos buscando”, añadió Lamm.
Los científicos detrás de este proyecto también tendrán que tener otros recaudos. Entre ellos: evitar que virus actuales afecten a los nuevos híbridos, y a la vez asegurarse de no traer virus que ya no existen en la actualidad.
Sobre cómo evitarán lo primero, Church sostuvo: “Podemos vacunarlos [a los híbridos], al menos inicialmente, y luego obtendrán anticuerpos de madre a hijo y recibirán una vacunación natural, al igual que los rebaños normales”.
También trabajan otras técnicas para eliminar virus que hoy afectan a los elefantes.
“Durante tres años, comenzando alrededor de 2010, [un programa activo] está haciendo que los organismos sean resistentes a todos los virus, incluso a virus que nunca antes habíamos visto, pero cambiando el código genético”.
Por último, Church aseguró: “No estamos introduciendo ningún virus antiguo”.
“Creo que ya hemos aprendido la lección sobre los virus zoonóticos, el ébola, el coronavirus y la gripe porcina”, dijo el científico. “No queremos darles ninguna posibilidad de evolucionar en una nueva situación, incluso si están muy lejos de los humanos, que la intención de este proyecto es ponerlos [a los animales híbridos] lo más lejos posible de los humanos vivos. Aún queremos asegurarnos de hacer todo lo posible para evitar la propagación zoonótica de un animal a otro o de un animal a un humano”.
Las dudas en la comunidad científica
La idea de revivir el mamut lanudo, o en realidad un híbrido entre elefante y mamut, genera cierto escepticismo en parte de la comunidad científica.
“En lo personal me parecería poco ético experimentar técnicas tan desconocidas o en desarrollo con elefantes”, dijo a CNN en Español Luis Castañeda, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile.
“Yo preferiría invertir recursos en generar proyectos de in vitro en elefantes y no recuperar una especie que se extinguió miles de años atrás”, añadió.
“Si todo esto resulta, en términos científicos es mucho avance. Pero el cuestionamiento ético siempre está”, sostuvo Castañeda, que también se pregunta “qué va a pasar con esta especie, cuando sean liberados en un ambiente diferente” al que habitaron los mamuts hace miles de años.
Por su parte, Alex Godoy, director de Centro de Investigación en Sustentabilidad UDD, dijo que lo importante ante un proyecto científico es preguntarse “cuál es la finalidad, más allá de la inquietud intelectual”.
“Si es usar herramientas genéticas para recuperar una especie, es una cosa. Pero traer un embrión para ver qué ocurre es otra cosa”, le dijo Godoy a CNN Español. En ese sentido, señaló que el argumento de que el proyecto del mamut podría ayudar a reducir el impacto del cambio climático en el ártico “es solo un supuesto”.
En la misma línea se manifestó el doctor en Ciencias Biomédicas Patricio Olguín, de la Universidad de Chile. “Los recursos deben ser invertidos en otras problemáticas mucho más importantes que traer animales que han sido extintos”, dijo en una entrevista en Café, en CNN en Español. “¿Cuál es la lógica de traer un animal a un ambiente que ya no lo va a soportar? ¿Cuál es el impacto que pueden tener en el ecosistema?”, se preguntó.
Los expertos de Colossal explicaron que sus técnicas pueden tener un fuerte impacto en la comunidad científica. Lo más importante: la incorporación de úteros artificiales, que, si funcionan, podrían ser de utilidad para miles de especies en peligro de extensión, aseguraron.