(CNN Español) – Aves que mueren por hipotermia, tortugas envenenadas, peces asfixiados: los derrames de petróleo, con sus químicos tóxicos, pueden tener consecuencias mortales para la vida marina.
Aves y peces ya comenzaron a aparecer muertos en la costa de California tras el derrame de petróleo sucedido el sábado. Hasta el momento se desconoce cuántos animales han muerto, aunque el director de la Oiled Wildlife Care Network, que trabaja en las tareas de rescate, dijo que la evaluación inicial indica que que número de animales afectados es menor al que se temía en un principio.
El petróleo puede afectar a los animales por exposición interna cuando lo inhalan o ingieren, o por exposición externa de la piel y los ojos, explica la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Aquí, un repaso sobre cuáles son los impactos y cómo se trabaja para salvarlos.
Las aves marinas y nutrias, en riesgo de muerte por hipotermia
Como la mayoría de los hidrocarburos flota, los animales a los que más afectan los derrames son aquellos que se encuentran sobre la superficie o en la costa si es que el petróleo avanza hasta la tierra, explica la NOAA. Las aves marinas son los animales que mueren en mayor cantidad durante la mayoría de los derrames. También las nutrias están entre las más afectadas.
Al entrar en contacto con las aves, el petróleo destruye la capacidad que tienen las plumas de repeler el agua. En el caso de mamíferos como las nutrias marinas, por ejemplo, afecta su capacidad de mantener la temperatura corporal, que depende de que el pelaje esté limpio. Como resultado, sin poder repeler el agua y aislarse de las temperaturas frías, estos animales pueden morir por hipotermia.
Las tortugas, en peligro durante todo su ciclo de vida
Las tortugas habitan distintos espacios del ecosistema marino durante su vida, y todos ellos pueden verse afectados por los derrames de petróleo: los huevos eclosionan en la playa, de pequeñas se dirigen agua adentro y crecen entre islas de sargazo, y cuando son adultas vuelven hacia las aguas más superficiales y allí pasan la mayor parte del resto de vida.
Las tortugas pueden aguantar la respiración, pero suelen salir a la superficie a respirar varias veces por hora y en esos casos entran en contacto una y otra vez con el petróleo que flota. Pueden inhalarlo, tragarlo o quedar cubiertas con estos químicos (si son hembras, esto incluso puede afectar después a las crías).
Las más jóvenes lo tienen toda peor: casi nunca descienden a más de unos metros de profundad, por lo que están más expuestas al petróleo y además las corrientes y los vientos, según explica la NOAA, generalmente llevan los hidrocarburos hacia las zonas donde están el sargazo y estos ejemplares jóvenes.
El petróleo puede impedir que las tortugas respiren y obstaculizar el funcionamiento de su corazón, causándoles problemas para nadar, alimentarse, migrar, aparearse e incluso huir de los depredadores. Además, puede hacer que su temperatura aumente a extremos peligrosos. De hecho, las tortugas marinas que están completamente cubiertas de petróleo no pueden sobrevivir sin atención, dice la NOAA.
¿Qué les sucede a los peces?
Tras entrar en contacto con el petróleo, es posible que el crecimiento de los peces se reduzca, el tamaño de sus hígados aumente y se altere la frecuencia cardíaca y respiratoria y la reproducción, entre otros factores. Los huevos y las larvas son especialmente sensibles a los efectos del petróleo derramado, según la NOAA. E incluso cuando los efectos no son letales, el petróleo puede hacer que el pescado y marisco no sean seguros para los humanos.
Además algunos peces pequeños e invertebrados pueden asfixiarse.
Petróleos “ligeros” y “pesados”: ¿cuáles son peores para los animales?
Los petróleos ligeros, como la gasolina y el diésel, no suelen permanecer demasiado tiempo en el agua porque se evaporan relativamente rápido. No obstante, suponen dos grandes peligros: por un lado, algunos pueden llegar a explotar, y por otro son tóxicos: pueden matar a la fauna y flora, e incluso representan un peligro para los humanos.
Por otra parte están los petróleos pesados, como los que abastecen a los barcos, que pueden permanecer en el medio ambiente meses y hasta años si no se limpian. Son más persistentes pero menos tóxicos que los otros, según la NOAA. Su peligro a corto plazo es que pueden asfixiar a los animales, mientras que a largo plazo les pueden causar problemas como tumores. Cuando al pasar algunos días se endurecen, y quedan similares al asfalto de una carretera, es probable que no dañen a los seres vivos del entorno.
Las tareas para limpiar los derrames también pueden dañar a los animales
No es solo el derrame: las tareas para controlar la situación también pueden dañar a los animales, por ejemplo si se utiliza agua caliente o sustancias químicas para remover el petróleo, explica la NOAA. “El simple hecho de enviar un equipo de trabajadores de limpieza a una zona contaminada con petróleo puede pisotear organismos sensibles y mezclar el petróleo más profundamente en una playa”, advierte el organismo.