(CNN) – Seis meses después de que Art Acevedo dimitiera como jefe de policía de Houston para ocupar el puesto más alto en el Departamento de Policía de Miami (MPD por sus siglas en inglés), su futuro en la agencia está en la cuerda floja después de que los comisarios de la ciudad pidieran su destitución durante dos polémicas reuniones.
La comisión celebró reuniones de varias horas de duración el 27 de septiembre y el 1 de octubre para debatir las decisiones y el comportamiento de Acevedo que, según ellos, son cuestionables, justo unos días después de que el jefe escribiera un memorando explosivo al alcalde de Miami, Francis Suarez, y al administrador de la ciudad, Arthur Noriega, el 24 de septiembre.
En el memorando, Acevedo acusaba a los comisarios de la ciudad Joe Carollo, Alex Diaz de la Portilla y Manolo Reyes de interferir en los esfuerzos de reforma y en una investigación interna confidencial.
Los comisarios Carollo, de la Portilla y Reyes no pudieron ser localizados para hacer comentarios cuando CNN se puso en contacto con ellos. El alcalde Suárez y el administrador Noriega tampoco pudieron ser localizados para hacer comentarios.
La segunda reunión concluyó con la votación unánime de los comisarios para formar un panel que investigará la contratación de Acevedo y las acusaciones contra los comisarios expuestas en su memorando.
Contratación polémica de Acevedo
Acevedo, el primer latino en dirigir el departamento de policía en Houston, fue apodado por el alcalde de Miami como el “Tom Brady o el Michael Jordan de los jefes de policía” cuando lo contrataron.
Se convirtió en un líder policial que ha participado activamente en los debates sobre la reforma de la policía y la seguridad pública, pidiendo normas nacionales sobre el uso de la fuerza por parte de la policía y marchando con los manifestantes tras la muerte de George Floyd a manos de agentes en Minneapolis.
En su memorando del mes pasado, Acevedo escribió: “Si yo o el MPD cedemos a las acciones indebidas aquí descritas, como inmigrante cubano, yo y mi familia bien podríamos habernos quedado en la Cuba comunista, porque Miami y el MPD no serían mejores que el régimen represivo y el estado policial que dejamos atrás”.
Durante las reuniones a principios de este mes, los comisarios diseccionaron los antecedentes de Acevedo, centrándose en su tiempo en Houston, y criticaron la forma en que Acevedo fue contratado diciendo que no siguió el protocolo regular.
Una investigación de NBC 6 descubrió que Acevedo no solicitó oficialmente el puesto de jefe; sin embargo, el alcalde recomendó a Acevedo para el puesto mientras estaba en Houston y el gerente de la ciudad lo contrató. Se le seleccionó por encima de más de 50 solicitantes y ocho finalistas, incluidos cinco candidatos internos que pasaron por un proceso de selección.
Según NBC 6, Suarez defendió previamente la contratación del jefe, diciendo que “fue un maravilloso trabajo de reclutamiento por parte de nuestro gerente para conseguir esencialmente lo que es el jefe de policía de Estados Unidos aquí en Miami”.
Acevedo se enfrenta a una reacción violenta por degradar a dos agentes y despedir a otro
Desde entonces, varias medidas controvertidas de Acevedo han tensado su relación con la ciudad en los últimos seis meses, dijo Alexis Piquero, director del Departamento de Sociología y Criminología de la Universidad de Miami.
Acevedo se enfrentó a la reacción de su propio cuerpo de policía cuando despidió a dos agentes de alto rango y degradó a una agente de policía negra de Miami de alto rango a principios de este año, y luego pareció apoyar un mandato de vacunación contra el covid-19 para los policías. Pero el punto de inflexión, según Piquero, fue cuando Acevedo dijo a los agentes durante el pase de lista en agosto que “la mafia cubana dirige el Departamento de Policía de Miami”.
Más tarde, Acevedo se disculpó, diciendo que su comentario pretendía “resaltar la importancia de la diversidad dentro de nuestras propias filas y aligerar nuestra discusión”, pero añadió que desde entonces se enteró de que era “altamente ofensivo para la comunidad cubana exiliada, de la que soy un miembro orgulloso”.
Cuando CNN se puso en contacto con él para que comentara las reuniones y las acusaciones, Acevedo dijo que “la ciudad le ha ordenado que no hable de estos asuntos”.
El administrador de la ciudad pide un plan para el departamento de policía
Noriega pidió a Acevedo que presentara un plan para cambiar los problemas dentro del departamento de policía, y Acevedo expuso un plan de acción de 90 días el 4 de octubre para mejorar el departamento en varias áreas, incluyendo el aumento de la moral de los oficiales, la reparación de su relación con los funcionarios elegidos, y un plan de vigilancia y gestión.
“Aunque ha habido baches en el camino, oprimí el botón de reinicio y espero trabajar con diligencia para cumplir la misión que se me ha encomendado de aprovechar los éxitos de mis predecesores”, escribió Acevedo en el plan.
De acuerdo con los estatutos de la ciudad de Miami, la comisión es un órgano legislativo que no tiene poder para dirigir el departamento de policía y no puede contratar o despedir a un jefe de policía. Pero el jefe de policía depende directamente del administrador de la ciudad, que es contratado por la comisión y tiene la capacidad de rescindir el contrato del jefe de policía.
“Se puede ejercer suficiente presión sobre el administrador de la ciudad para que haga algo con el jefe de policía, ya sea para disciplinarlo o sancionarlo, o para que ambos se separen”, afirmó Richard Rivera, exanalista de políticas policiales de la ciudad que fue miembro de un panel de supervisión de la policía.
Los comisarios también pueden ejercer “mucho control y autoridad” porque pueden modificar el presupuesto de la ciudad en cualquier momento, lo que podría dar al traste con los planes del jefe para una unidad concreta o la contratación de un número de agentes, dijo Rivera.
“A un ejecutivo de la policía le corresponde trabajar conjuntamente con los comisarios”, añadió.
Tres opciones
Aunque el futuro de Acevedo en el departamento es incierto, se enfrenta a una de las tres opciones en las próximas semanas: Acevedo puede comprometerse a reparar su relación con los comisarios; puede decidir que la relación es insostenible y optar por dimitir; o la ciudad puede decidir despedirlo, según el comisario de la ciudad Ken Russell, que dijo que apoyaba la contratación de Acevedo pero que ahora está del “lado del proceso” para que el liderazgo de la ciudad vuelva a ser estable.
“Mi esperanza es que el jefe y el administrador de la ciudad resuelvan esto, pero sobre todo rápidamente, porque la inestabilidad dentro de un departamento de policía no es buena para una ciudad de nuestro tamaño”, dijo Russell a CNN.
Lo que podría ocurrir después
Por el momento, los cinco comisarios no han aprobado ninguna resolución de condena o juicio sobre el jefe, dijo Russell. Se acusó a tres comisarios de haber actuado mal, y esos comisarios a su vez acusaron al jefe de “acciones inapropiadas”, añadió.
“Las reuniones no deberían haberse producido en primer lugar”, comentó Russell. “Una discusión abierta sobre lo que debería ser una acusación cuidadosamente investigada solo puede exponer a la ciudad”.
“Lo que ocurre cuando no tienes un liderazgo que cuente con el apoyo de la dirección y del cuerpo elegido es que se socava su capacidad para gestionar un cuerpo de policía”, señaló Russell. “Cuando tienes un jefe cuyo objetivo principal es la reforma, la transparencia y la responsabilidad, necesitas que tenga el respaldo de aquellos con los que trabaja. Así que es muy importante que seamos un cuerpo unido”.
Lo más y lo menos probable
El escenario más plausible, según Piquero, es que las discusiones continúen durante las próximas semanas y que Acevedo permanezca en el cargo. Es poco probable que Acevedo renuncie, indicó, ya que su memorando subraya su “obligación jurada… de defender el Estado de derecho” y trabajar por el “bienestar de los hombres y mujeres del MPD”, así como de la ciudad.
También es poco probable que lo despidan debido a su corta permanencia como jefe, que suele durar de tres a seis años, y porque le pidieron que escribiera un plan.
“Noriega le pidió que escribiera un plan. No se le pide eso y se le despide”, afirmó Piquero, y añadió que “quedaría mal para todos”.