(CNN) – Mientras que una enorme inversión para reparar carreteras y adaptarse al cambio climático enfrenta un destino incierto en el Congreso, un nuevo informe encuentra que gran parte de la infraestructura de EE.UU. ya está en riesgo quedar inoperante por inundaciones. Y a medida que el planeta se calienta, se espera que la amenaza crezca.
Hoy en día, una de cada cuatro piezas de toda la infraestructura crítica en EE. UU., incluidas las estaciones de policía y bomberos, hospitales, aeropuertos e instalaciones de tratamiento de aguas residuales, enfrentan un riesgo sustancial de quedar inoperables por las inundaciones, según un nuevo informe publicado por First Street Foundation, un grupo de investigación y tecnología sin fines de lucro que evalúa la amenaza que representan las inundaciones en todo el país.
El informe también encontró que unos 3 millones de kilómetros de caminos, el 23% de las carreteras de EE.UU., ya están en riesgo de volverse intransitables debido a las inundaciones.
Para proporcionar lo que First Street dice que es el panorama más completo hasta la fecha de la vulnerabilidad a las inundaciones a nivel de la comunidad, los investigadores examinaron cinco categorías en Lower 48 y el Distrito de Columbia: infraestructura crítica; infraestructura social, incluidos museos, edificios gubernamentales y escuelas; carreteras; propiedades comerciales; y propiedades residenciales.
El informe utilizó estimaciones de riesgo de inundación operacional de los órganos de gobierno oficiales para determinar la cantidad de inundación que se necesitaría para dejar inoperables diferentes tipos de instalaciones o servicios. Luego, los investigadores superpusieron los tipos de eventos de inundación que se pueden esperar en un área al menos una vez cada dos años para medir el riesgo de la comunidad.
Los informes anteriores de First Street se han centrado en el riesgo desconocido de inundaciones que enfrentan los propietarios de viviendas de EE. UU. y la cobertura inadecuada de seguro contra inundaciones que muchos de ellos tienen o, a menudo, no tienen. Los expertos dicen que las evaluaciones integrales como el nuevo informe son fundamentales a medida que el país sopesa cómo adaptarse a un futuro alterado por el clima.
“Incluso si tu hogar está a salvo y protegido de una intensidad específica de inundaciones, si las inundaciones se vuelven más comunes y destructivas en tu comunidad, el valor de tu propiedad también puede verse amenazado”, dijo Hamed Moftakhari, profesor asistente de ingeniería ambiental en la Universidad de Alabama, que no participó en el informe de First Street.
Dónde es mayor el riesgo de inundación actualmente
Si existe una zona cero para el peligro de inundaciones en Estados Unidos, es Louisiana.
El estado alberga seis de los 20 condados con mayor riesgo del país. Cameron Parish, en el suroeste de Louisiana, es el condado más vulnerable de EE. UU., seguido de cerca por Orleans Parish, que incluye Nueva Orleans.
Jeremy Porter, jefe de investigación y desarrollo de First Street, dijo que si bien Nueva Orleans ha adaptado su infraestructura y diques para contener tormentas más fuertes, el aumento continuo del nivel del mar y los huracanes más destructivos podrían eventualmente abrumar las defensas actuales de la ciudad.
“Tendrá que actualizarse continuamente a medida que cambie el entorno en el futuro”, dijo Porter. “La infraestructura que existe hoy no protegerá a Nueva Orleans en 5, 10 o 15 años. Eso solo empeorará a medida que suba el nivel del mar, ya que las tormentas no solo se vuelven más frecuentes sino más fuertes”.
Tanto en Cameron como en Orleans Parish, el informe encuentra que más del 94% de toda la infraestructura crítica, incluidas las estaciones de bomberos y policía, que son fundamentales para las operaciones de respuesta de emergencia después de desastres como huracanes, corren el riesgo de quedar inoperantes.
Florida también alberga algunos de los condados más propensos a inundaciones del país, pero el riesgo de inundaciones no se limita a las áreas costeras. Muchas áreas en Appalachia, como el condado de McDowell en Virginia Occidental y el condado de Johnson en Kentucky, también se encuentran entre las de mayor riesgo debido a la creciente amenaza de lluvias intensas, dijeron los investigadores de First Street.
A medida que el planeta se calienta debido al cambio climático causado por el hombre, una atmósfera más cálida puede contener más agua, lo que hace que sea más probable que ocurran lluvias extremas que arrojen cantidades masivas de agua en cortos períodos de tiempo.
Las inundaciones ya son el desastre más común y costoso en EE. UU., según el testimonio ante el Congreso de este año del administrador adjunto de FEMA, David Maurstad.
“Debido a los impactos del cambio climático, hay comunidades en Estados Unidos que van a tener que tomar decisiones difíciles en los próximos años debido al aumento del nivel del mar y la intensidad de las tormentas”, dijo Maurstad a CNN. “No es solo la costa de Louisiana”.
Un proyecto de ley para ayudar a aliviar el riesgo de inundaciones
El proyecto de ley bipartidista de infraestructura de US$ 1,2 billones del presidente Joe Biden contiene miles de millones para mitigación de inundaciones y restauración costera de tormentas. La versión del Senado del proyecto de ley contiene US$ 7.000 millones para el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y US$ 3.500 millones para el programa de Asistencia para la Mitigación de Inundaciones de FEMA, así como millones más para los programas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) para hacer que las comunidades costeras sean más resistentes a las tormentas.
El proyecto de ley bipartidista también contiene miles de millones en fondos para mejorar las carreteras y la infraestructura eléctrica, y hacer que la red de energía sea más moderna y resistente a las fuertes tormentas.
El proyecto de ley fue negociado en parte por el senador republicano Bill Cassidy de Louisiana, quien ha estado promocionando cómo ayudará a las comunidades costeras vulnerables a recuperarse de las tormentas y prepararse para futuras.
Pero algunos de los republicanos de Cassidy en la Cámara y el Senado no están de acuerdo. El líder de la minoría en la Cámara de Representantes Steve Scalise de Louisiana, que representa a tres de las cinco comunidades principales del informe en EE.UU. con mayor riesgo de inundaciones, se opone al proyecto de ley.
El único miembro demócrata del Congreso de Louisiana, el representante Troy Carter, le dijo a CNN en un comunicado que quiere que se apruebe el proyecto de ley de infraestructura.
“Tengo la esperanza de que nuestra delegación de Louisiana no arroje por la ventana la historia bipartidista de las negociaciones de infraestructura”, dijo Carter a CNN. “Estoy agradecido de que el senador Cassidy esté conmigo en este esfuerzo. No planeo regresar donde mis electores con las manos vacías”.
Los portavoces de Scalise y el representante Clay Higgins, un republicano que representa a Cameron Parish, no respondieron las solicitudes de CNN de comentar sobre cómo preferirían ayudar a las comunidades propensas a inundaciones en sus distritos.
Se va a poner peor
La amenaza de inundaciones está creciendo rápidamente en Estados Unidos. Una serie de devastadoras inundaciones este verano mató a decenas de personas y causó miles de millones de dólares en daños desde Louisiana hasta Tennessee y la ciudad de Nueva York.
Y a medida que el calentamiento global derrite las capas de hielo, eleva el nivel del mar e inclina las probabilidades a favor de lluvias más extremas, el riesgo aumentará en muchas más comunidades, según el informe de First Street.
Durante los próximos 30 años, se espera que la cantidad de propiedades residenciales en riesgo de inundaciones crezca de 12,4 millones en la actualidad a 13,6 millones en 2051, según el informe. Para la infraestructura crítica y las propiedades comerciales, se prevé que el número de instalaciones vulnerables crezca un 6% y un 7%, respectivamente, durante las próximas tres décadas.
Hablando geográficamente, el informe encontró que las amenazas de inundaciones aumentarán más a lo largo de las costas del Atlántico y el Golfo, pero también se proyectan aumentos significativos en la vulnerabilidad en grandes porciones del noroeste del Pacífico.