(CNN) – La pandemia de covid-19 hizo que cientos de millones de personas más desarrollaran trastornos depresivos y de ansiedad importantes el año pasado, según un nuevo estudio publicado el viernes.
El estudio publicado en la revista The Lancet es uno de los primeros en determinar el impacto global total de la pandemia en la salud mental.
El número de personas que declararon tener trastornos depresivos y de ansiedad graves aumentó en más de una cuarta parte en 2020 y a principios de 2021, en plena pandemia de covid-19. Según el estudio, se produjeron 76 millones más de trastornos de ansiedad y 53 millones más de casos de trastorno depresivo mayor.
Los países con mayor número de casos de covid-19 parecían experimentar los mayores aumentos de depresión y ansiedad. Las mujeres y los jóvenes estaban desproporcionadamente representados entre esos casos, según el estudio. Los investigadores atribuyen el aumento entre los más jóvenes al cierre de las escuelas.
En el caso de las mujeres, dijeron que el cuidado de los hijos y las responsabilidades domésticas adicionales pueden haber influido. Las mujeres también son más propensas a ser objeto de violencia doméstica, y los índices de violencia doméstica se han disparado durante la pandemia.
Las características del estudio
Los investigadores crearon esta evaluación diseñando un modelo que utilizó datos de más de 5.700 estudios realizados entre el 1 de enero de 2020 y el 29 de enero de 2021. Sostienen que sus resultados deberían utilizarse para impulsar a los gobiernos a dar un mayor acceso a los servicios de salud mental.
“Promover el bienestar mental, centrarse en los factores que contribuyen a una mala salud mental y que han empeorado con la pandemia, y mejorar el tratamiento de quienes desarrollan un trastorno mental debería ser el centro de los esfuerzos para mejorar los servicios de apoyo”, dijo el coautor del estudio, el Dr. Damian Santomauro, del Centro de Investigación en Salud Mental de Queensland, en Australia.
“Incluso antes de la pandemia, los sistemas de atención a la salud mental de la mayoría de los países han estado históricamente infradotados y desorganizados en su prestación de servicios. Satisfacer la demanda añadida de servicios de salud mental debido al covid-19 será un reto, pero no debería ser una opción no actuar”, advirtió.