(CNN) – La Organización Mundial de la Salud pide a los gobiernos y a los legisladores que “actúen con urgencia” ante la crisis climática y sanitaria en un nuevo informe especial. El informe describe el cambio climático como la “mayor amenaza para la salud que afronta la humanidad”, y expone 10 medidas recomendadas sobre el clima y la salud, junto con las investigaciones que respaldan los beneficios de cada una de ellas.
Grupos que representan a 45 millones de enfermeras, médicos y profesionales de la salud de todo el mundo firmaron una carta abierta a los jefes de Estado y a las delegaciones nacionales en la que instan a actuar frente a la crisis climática, antes de una cumbre crucial de la ONU sobre el cambio climático que se celebrará a principios de noviembre.
“Como profesionales y trabajadores de la salud, reconocemos nuestra obligación ética de hablar sobre esta crisis que crece rápidamente y que podría ser mucho más catastrófica y duradera que la pandemia del covid-19”, dice la carta. “Las personas y las naciones que más se han beneficiado de las actividades que han provocado la crisis climática, especialmente la extracción y el uso de combustibles fósiles, tienen la gran responsabilidad de hacer todo lo posible para ayudar a los que ahora están en mayor riesgo”.
Tanto el informe especial como la carta abierta destacan problemas climáticos clave que ya están afectando a la salud pública, como la contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles, que provoca el cambio climático; la intensificación de las olas de calor, las inundaciones y las tormentas que cobran miles de vidas; la subida del nivel del mar que destruye hogares y medios de vida; y el clima extremo que agrava la inseguridad alimentaria y el hambre.
“La protección de la salud requiere medidas que van más allá del sector sanitario, en la energía, el transporte, la naturaleza, los sistemas alimentarios, las finanzas y otros”, escribió el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el prólogo del informe. “Las diez recomendaciones esbozadas en este informe, y los puntos de acción, recursos y estudios de caso que las respaldan, ofrecen ejemplos concretos de intervenciones que, con apoyo, pueden ampliarse rápidamente para salvaguardar nuestra salud y nuestro clima”.
Al igual que la pandemia de covid-19, la crisis climática ha causado efectos devastadores en toda la sociedad y la economía, amenazando la vida de las personas, disminuyendo la productividad de los trabajadores y poniendo a prueba las infraestructuras y los servicios de salud.
Además, las consecuencias de ambas crisis han puesto de manifiesto las desigualdades que han llevado a ciertas comunidades a ser más vulnerables que otras.
“Incluso cuando han estado luchando para acabar con la pandemia de covid-19, los líderes de salud de todo el mundo han alertado sobre el cambio climático”, dijo Maria Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, en un comunicado de prensa. “Ya es hora de que escuchemos”.
El histórico informe de la ONU sobre el estado de la ciencia, publicado en agosto, concluye que el mundo se ha calentado rápidamente 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales, y ahora se está acercando a los 1,5 °C, un umbral crítico acordado por los líderes mundiales como el límite para evitar que empeore su impacto.
Las recomendaciones del nuevo informe especial de la OMS incluyen la priorización de las intervenciones climáticas con mayores beneficios, la creación de sistemas de salud resistentes al clima y ambientalmente sostenibles, y la promoción de la producción sostenible de alimentos, así como el diseño urbano y los sistemas de transporte sostenibles y equitativos.
“Las recomendaciones son el resultado de consultas generalizadas con profesionales de la salud, organizaciones y actores de todo el mundo, y representan una declaración de amplio consenso que insta a los gobiernos a actuar para hacer frente a la crisis climática, restaurar la biodiversidad y proteger la salud”, escribió Tedros.
El informe fue escrito “en memoria de Ella Kissi-Debrah, y de todos los otros niños que han sufrido y muerto por la contaminación del aire y el cambio climático”.
Kissi-Debrah, que murió a los 9 años de edad tras un ataque de asma, se cree que es la primera persona del mundo en la que la contaminación atmosférica figura como causa de la muerte en un fallo forense histórico. Kissi-Debrah vivía en el sureste de Londres, cerca de una de las carreteras más transitadas de la capital británica, la South Circular.
Mientras los líderes mundiales se preparan para las conversaciones de la ONU sobre el clima de este año, los responsables de la atención sanitaria instan a los jefes de Estado a ampliar sus compromisos internacionales sobre el clima para hacer frente a las crisis de salud pública actuales provocadas por un mundo que se calienta, y para prevenir las futuras.
“Los argumentos de salud para una rápida acción climática nunca han sido más claros”, escribió Tedros. “Espero que este informe pueda guiar a los legisladores y a los profesionales de todos los sectores y de todo el mundo para aplicar los cambios transformadores necesarios”.