(CNN Español) – Un grupo de científicos estaba usando la inteligencia artificial para examinar unos 100.000 estudios sobre clima con el objetivo de determinar la cantidad de personas que ya estaban experimentando los impactos de la crisis climática.
En su lugar, descubrieron algo más: hay una desigualdad preocupante en el mundo de la ciencia del clima.
Existe el doble de probabilidad de que los estudios sobre el cambio climático se centran en los países más ricos de Europa y Norteamérica que en los países de bajos ingresos, como los de África y las islas del Pacífico. Ese punto ciego es un problema, ya que el sur está más profundamente afectado que los países más ricos y lo seguirá estando.
La capacidad de vincular la crisis climática con los impactos en el mundo real ha crecido drásticamente en la última década, a medida que más personas se enfrentan a las consecuencias de un planeta en el que aumentan las temperaturas, por ejemplo las inundaciones mortales, los incendios forestales destructivos y el calor agobiante. Pero ha sido un reto recopilar y analizar la gran cantidad de investigaciones para comprender plenamente el impacto global.
En una investigación publicada el lunes en la revista Nature Climate Change, los científicos utilizaron el aprendizaje automático —que consiste en entrenar algoritmos informáticos para detectar patrones y predecir resultados— para analizar más de 100.000 estudios sobre el cambio climático.
“Hay tanta producción de ciencia climática, como decenas de miles (de estudios), y llegar a comprender esta evidencia es realmente difícil”, dijo a CNN Max Callaghan, autor principal del estudio e investigador del Instituto de Investigación Mercator sobre Global Commons y Cambio Climático. “Así que entrenamos el algoritmo de aprendizaje automático para predecir las áreas que no tuvimos tiempo de mirar, que son la mayoría”.
¿Qué porcentaje de la población ya experimenta las consecuencias del cambio climático?
La recopilación de los resultados de todos esos estudios sugiere que una gran mayoría del mundo —el 80% de la superficie, donde vive el 85% de la población mundial— está experimentando los efectos de la crisis climática en estos momentos. Es un gran porcentaje, pero los expertos saben que la cifra real es aún mayor.
Los autores calificaron al punto ciego en la investigación como “brecha de atribución”. Callaghan dijo que la brecha sugiere que 85% probablemente sea una subestimación.
Friederike Otto, codirectora de la iniciativa World Weather Attribution, que no participó en la investigación, también dijo que la estimación del estudio probablemente es demasiado baja. A lo largo de los años, científicos del clima como Otto han afirmado que la crisis climática no dejará intacto ningún lugar del mundo .
“El estudio se centró en los cambios de la temperatura media y las precipitaciones, más que en los extremos, pero sabemos que los extremos de calor están cambiando más rápido que las temperaturas medias y que los extremos de calor están aumentando en casi todas partes”, dijo Otto a CNN. “Es probable que casi todo el mundo ahora experimente cambios en el clima extremo como resultado de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero”.
“Lo que encontramos aquí es que la evidencia se distribuye de forma desigual entre los países”, dijo Callaghan. “Y esto es realmente importante porque a menudo cuando intentamos hacer un mapa o averiguar dónde se están produciendo los impactos del cambio climático, solemos encontrar pocos trabajos científicos en los países menos desarrollados o en los de bajos ingresos”.
Callaghan añadió que esta brecha de atribución hace que la gente se pregunte si el cambio climático se está produciendo en esas zonas, aunque los científicos del clima lo creen firmemente.
“La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia”, dijo.
Los autores señalan en el estudio que un enfoque automatizado “no sustituye a una evaluación cuidadosa por parte de expertos”. Sin embargo, puede identificar un gran número de estudios que abordan una región, que pueden apuntar a las consecuencias provocadas del cambio climático causado por los humanos.
Tom Knutson, científico sénior de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y coautor del estudio, dijo a CNN que la metodología de aprendizaje automático tiene “una serie” de limitaciones y debilidades, ya que solo tiene en cuenta ciertos impactos climáticos, en este caso los cambios de precipitación y temperatura inducidos por el hombre.
Si tuviera en cuenta otros impactos como el aumento del nivel del mar, por ejemplo, dijo que el resultado podría haber sugerido que “una fracción mayor” de la población mundial ha estado experimentando el cambio climático.
Un informe reciente de la Organización Meteorológica Mundial indica que en los últimos 50 años se ha producido, en promedio, un fenómeno meteorológico extremo o una catástrofe climática por día en algún lugar del mundo.
Este verano boreal estuvo lleno de eventos meteorológicos extremos en todo el hemisferio norte: mientras que Estados Unidos se ha visto azotado por un cóctel de incendios forestales provocados por la sequía, inundaciones devastadoras y una ola de calor histórica, China y Alemania sufrieron inundaciones mortales en julio, mientras que el sur de Europa y Canadá lucharon contra sus propios incendios forestales destructivos.
Un insumo de cara a la COP26
A pesar de los extremos observados, la escasez de pruebas científicas sustanciales limita los cambios que pueden proponerse o aplicarse en lugares poco estudiados, dijo Callaghan.
“Es útil reunir la literatura y los datos como lo ha hizo este estudio, que nos permite ver dónde se necesitan más datos y dónde están las brechas”, dijo Otto, señalando a investigaciones anteriores. “Su hallazgo de una brecha en el sur del planeta es similar a lo que encontramos el año pasado, donde detectamos que los eventos extremos se identifican con menos frecuencia y son objeto de menos estudios de atribución cuando ocurren en los países más pobres”.
Los líderes mundiales se reunirán en una reunión clave de la ONU sobre el clima en menos de un mes, y uno de los temas que se debatirán es la cantidad de fondos que las naciones desarrolladas pueden prometer para ayudar al sur a dejar de utilizar combustibles fósiles y gestionar los impactos de la crisis climática.
Callaghan dijo que esta nueva investigación a partir del aprendizaje automático ofrece un mensaje clave para los líderes mundiales: el cambio climático ya se está sucediendo y el planeta seguirá calentándose, lo que significa que la adaptación es fundamental, así como detener el uso de combustibles fósiles. El nuevo estudio proporciona un esquema de dónde se necesitan más fondos para el clima y la investigación climática, y depende de los líderes mundiales ponerlo en práctica.
“El mundo seguirá calentándose hasta que dejemos de quemar combustibles fósiles, y simplemente no hay forma de evitarlo”, dijo. “Y lo que realmente debemos reconocer es que tenemos que cambiar la trayectoria y reducir las emisiones”, agregó.