(CNN) – El Vaticano no puede ser demandado en los tribunales europeos porque es un Estado soberano, dictaminó el martes el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) al desestimar una demanda de sobrevivientes de abuso por parte del clero católico.
Fue el primer caso del TEDH que se ocupó de la inmunidad de la Santa Sede, dijo el tribunal.
Un grupo de 24 sobrevivientes de abusos belgas, franceses y holandeses intentaron demandar a la Santa Sede y a los líderes de la Iglesia Católica en los tribunales belgas a partir de 2011, pero los tribunales de ese país dictaminaron que no tenían jurisdicción sobre el Vaticano, dijo el martes el Tribunal Europeo de Derechos Humanos al explicar su fallo.
Los sobrevivientes de abuso se abrieron camino a través del sistema judicial belga antes de llevar su demanda a la corte europea en 2017, dijo el TEDH.
Los demandantes presentaron por primera vez una demanda colectiva en el Tribunal de Primera Instancia de Gante en julio de 2011. Afirmaron que los acusados deberían ser responsables de pagar 10.000 euros (aproximadamente US$ 11.600) a cada superviviente en compensación “debido a la política de silencio de la Iglesia Católica sobre el tema del abuso sexual”. En octubre de 2013, el Tribunal de Gante declinó la jurisdicción con respecto a la Santa Sede, según el fallo.
Este martes, el TEDH dictaminó 6-1 que el Vaticano era un Estado soberano que no podía ser demandado, y que no había nada “irrazonable o arbitrario” en la adopción de esa posición por parte de los tribunales belgas.
Sin embargo, la decisión del tribunal no es definitiva y cualquier parte puede solicitar una apelación, conocida como “revisión de la Gran Sala”, dentro de los tres meses posteriores al fallo.
El fallo de este martes se produce cuando la Iglesia católica se enfrenta a un ajuste de cuentas sobre el abuso sexual, con un número creciente de sobrevivientes que luchan por la justicia.
La semana pasada, un informe histórico encontró que el clero católico de Francia abusó sexualmente de unos 216.000 menores en las últimas siete décadas, y que la Iglesia había priorizado la protección de la institución sobre las víctimas a las que se instó a permanecer en silencio.
El número de menores abusados se eleva a un estimado de 330.000 cuando se incluyen víctimas de personas que no eran clérigos pero que tenían otros vínculos con la Iglesia, como escuelas católicas y programas para jóvenes, según el informe. Se estima que entre 2.900 y 3.200 abusadores trabajaron en la Iglesia católica francesa entre 1950 y 2020, de un total de 115.000 sacerdotes y otros clérigos, según el informe.
El día después de su publicación, el papa Francisco calificó el informe como “un momento de vergüenza” y pidió a los líderes de la Iglesia que se aseguren de que “tragedias similares” nunca vuelvan a ocurrir.
Francisco dijo: “Deseo expresar mi dolor a las víctimas por el trauma que han sufrido y también mi vergüenza, nuestra vergüenza, mi vergüenza por la incapacidad demasiado prolongada de la iglesia para ponerlos en el centro de su atención”.
Acusaciones de abuso en curso
Si bien la Iglesia ha dado “pasos importantes” para prevenir la violencia sexual en los últimos años, el informe los describió como reactivos e insuficientes y advirtió que, aunque “estos actos de violencia estuvieron en declive hasta principios de la década de 1990, desde entonces han dejado de hacerlo. En Francia, el abuso de menores dentro de la Iglesia representa cerca del 4% de toda la violencia sexual en el país, según Jean-Marc Sauvé, presidente de la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia (CIASE), autor del informe.
El papa no abordó directamente las acusaciones de abuso en curso en sus comentarios este miércoles, y algunos sobrevivientes y defensores dijeron que se necesitan más acciones para reformar una institución plagada de explotación sexual que solo tiene que responder a sí misma.
Anne Barrett Doyle, codirectora de BishopAccountability.org, que hace campaña a favor de los sobrevivientes de abusos por parte del clero católico, dijo que el fallo de este martes es “un recordatorio irritante de la impunidad del Vaticano, posible gracias a su condición de estado soberano. Las nociones avaladas por la sentencia, que el papa no es el jefe de sus obispos y que la Santa Sede no autorizó el encubrimiento de los abusos por parte de los obispos, es demostrablemente falsa”.
Doyle agregó en un comunicado: “La identidad dual de la iglesia como religión y como estado le permite cambiar de forma de acuerdo con la amenaza que enfrenta en los tribunales…Ninguna otra institución religiosa disfruta del mismo buffet de protecciones legales. El resultado es que la iglesia evade repetidamente la justicia y sus incontables millones de víctimas quedan en sufrimiento”.
Este miércoles, un tribunal del Vaticano absolvió a un exmonaguillo de los cargos de abusar sexualmente de un compañero de estudios en un seminario ubicado dentro de la Ciudad del Vaticano.
P. Gabriele Martinelli, ahora de 29 años, era estudiante del Seminario San Pío X en el momento en que ocurrieron los presuntos abusos, de 2007 a 2012. Martinelli fue acusado de abusar sexualmente de un estudiante más joven cuando ambos eran menores de edad. Además de Martinelli, el exrector del seminario, el P. Enrico Radice también fue absuelto de los cargos de encubrimiento.
El juicio fue el primero de este tipo que se ocupó de abusos presuntamente ocurridos en el Vaticano. El Seminario San Pío X alberga a niños de 12 a 18 años que están considerando el sacerdocio y que sirven misa en San Pedro.
En mayo, Francisco ordenó que el seminario encontrara un nuevo hogar fuera del Vaticano.
Delia Gallagher y Saskya Vandoorne de CNN contribuyeron con el reportaje.