(CNN) – Aproximadamente 24 horas después de la muerte de Colin Powell, Donald Trump demostró, de nuevo, que es totalmente incapaz de tener empatía, gracia o incluso decencia.
“Es maravilloso ver a Colin Powell, que cometió grandes errores sobre Iraq y, famosamente, las llamadas armas de destrucción masiva, ser tratado tan bien en muerte por los medios de ‘fake news’”, dijo Trump en un comunicado publicado el martes por la mañana. “Espero que eso me ocurra algún día. Era un clásico RINO, si acaso, siendo siempre el primero en atacar a otros republicanos. Cometió muchos errores, pero de todos modos, ¡que descanse en paz!”. (RINO es un término peyorativo que quiere decir “Republicano solo de nombre”).
“Pero de todos modos, ¡que descanse en paz!” Sí, Trump realmente dijo eso.
El abismo entre la declaración de Trump y la de otros expresidentes sobre el fallecimiento de Powell es simplemente enorme.
“Laura y yo estamos profundamente entristecidos por la muerte de Colin Powell”, dijo George W. Bush. “Fue un gran servidor público, empezando por su época de soldado durante Vietnam”.
“El general Powell fue un soldado ejemplar y un patriota ejemplar”, dijo Barack Obama. “Estuvo en el centro de algunos de los acontecimientos más importantes de nuestra vida”.
“Él vivió la promesa de Estados Unidos, y pasó toda una vida trabajando para ayudar a nuestro país, especialmente a nuestros jóvenes, a estar a la altura de sus propios ideales y sus más nobles aspiraciones en casa y en todo el mundo”, dijo Bill Clinton.
Lo que la declaración de Trump debería recordarnos es que se trata de un hombre particularmente obsesionado consigo mismo, y sin ninguna capacidad de ver más allá de sí mismo.
Powell fue abiertamente crítico hacia Trump (votó por Hillary Clinton en 2016 y por Joe Biden en 2020) y sobre la oscura dirección a la que el empresario multimillonario estaba llevando al país. Por eso, Trump vio en la muerte de Powell una oportunidad para vengarse de él… y la aprovechó.
Esto es, en una palabra, vulgar. En tres palabras: totalmente sin clase.
También echa por tierra la afirmación que Trump repite regularmente de que ama a los militares más que ningún otro presidente.
Powell fue un soldado altamente condecorado y sirvió como jefe del Estado Mayor Conjunto durante la primera Guerra del Golfo. Aunque no hay duda de que su argumento de que Iraq poseía armas de destrucción masiva para justificar la segunda guerra en Iraq fue una mancha en su legado, está igualmente claro que se trata de un hombre que dedicó la mayor parte de su vida adulta al servicio del país.
Nadie debería sorprenderse por la reciente degradación de lo que significa ser presidente por parte de Trump. Pasó cuatro años en el cargo envileciéndolo. El hecho de que algunas personas aplaudan que Trump haya atacado a un hombre muerto es, quizás, su legado más tóxico.