(Reuters) – Barbados eligió a la primera presidenta de su historia para sustituir a la reina Isabel II de Inglaterra como jefa de Estado, en un paso decisivo de la isla caribeña para desprenderse de su pasado colonial.
Sandra Mason fue elegida a última hora del miércoles por dos tercios de los votos de una sesión conjunta de la Asamblea y el Senado del país. En un comunicado, el gobierno calificó su nombramiento como un hito en su “camino hacia la república”.
Antigua colonia británica que se independizó en 1966, esta nación de poco menos de 300.000 habitantes ha mantenido durante mucho tiempo sus vínculos con la monarquía del Reino Unido.
Sin embargo, muchos barbadenses llevan mucho tiempo luchando por eliminar el estatus de la reina, y con él, la persistente presencia simbólica del imperialismo en su gobierno. En este siglo, varios líderes han propuesto que el país se convierta en una república.
Quién es la nueva presidenta de Barbados
Eso ocurrirá finalmente el 30 de noviembre, cuando se cumpla el 55º aniversario de la independencia del país de Gran Bretaña y Mason jure su cargo.
Exjurista que ha sido gobernadora general de la isla desde 2018, Mason fue también la primera mujer en formar parte del Tribunal de Apelaciones de Barbados.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, calificó la elección de una presidenta como “un momento seminal” en la trayectoria del país.
“Acabamos de elegir entre nosotros a una mujer que es única y apasionadamente barbadense, no pretende ser otra cosa (y) refleja los valores de lo que somos”, dijo Mottley tras la elección de Mason.
Varios países dejaron de tener a la Reina como Jefa de Estado en los años posteriores a su independencia, siendo Mauricio el último en hacerlo, en 1992. Esto convierte a Barbados en el primer país en casi tres décadas que abandona a la monarquía británica.
La persistencia de la reina Isabel
La reina sigue siendo la jefa de Estado en más de una docena de países que estuvieron bajo dominio británico, como Australia, Canadá, Nueva Zelandia y Jamaica.
Wazim Mowla, del think tank Atlantic Council, dijo a Reuters que la elección podría beneficiar a Barbados tanto dentro del país como en el extranjero.
La medida convierte a Barbados, un pequeño país en desarrollo, en un actor más legítimo en la política mundial, dijo Mowla, pero también podría servir como un “movimiento unificador y nacionalista” que podría beneficiar a sus actuales líderes en casa.
“Otros líderes caribeños y sus ciudadanos probablemente elogiarán la medida, pero no espero que otros la sigan”, añadió Mowla. “Este tipo de movimientos se considerará siempre que sea en el mejor interés de cada país”.
Mottley dijo que la decisión del país de convertirse en una república no era una condena de su pasado británico.
“Esperamos continuar la relación con la monarquía británica”, afirmó.