(CNN) – La prueba de China de un misil hipersónico con capacidad nuclear ha dado nuevo impulso a los críticos de la ambiciosa agenda del presidente Joe Biden para reducir el arsenal nuclear de Estados Unidos, con funcionarios de inteligencia y defensa advirtiendo que el lanzamiento de China marcó un importante salto tecnológico que podría amenazar a Estados Unidos en modos desconocidos hasta ahora.
La noticia del lanzamiento sale a la luz pública en un momento en que el gobierno se acerca al final de su revisión de la postura nuclear de Estados Unidos. El equipo de seguridad nacional de Biden ha trabajado en favor de una política de mayor contención y un gasto más limitado en la modernización y producción nuclear. El presidente también evalúa una política de “no ser el primero en usar o NFU” para las armas nucleares de Estados Unidos, según personas familiarizadas con las discusiones.
Sin embargo, otros dentro de la administración alertan sobre posibles peligros. Funcionarios de inteligencia dijeron a la Comisión de Inteligencia del Senado en sesiones informativas privadas que la prueba de China –que siguieron de cerca mientras se realizaba– marcó un avance sustancial en la capacidad de China para lanzar un primer ataque estratégico contra Estados Unidos, según personas familiarizadas con las sesiones informativas.
Si bien no da necesariamente a China una ventaja sobre Estados Unidos, dijeron los informantes, hubo ciertos elementos de las capacidades del misil y su funcionamiento que tomaron por sorpresa a los funcionarios. China también construyó y probó con éxito la tecnología más rápido de lo que EE.UU. predijo que podría ser capaz, según un antiguo funcionario de control de armas que trabajó hasta enero. Mientras tanto, una prueba hipersónica llevada a cabo por el Pentágono el jueves fracasó, convirtiéndose en la segunda prueba fallida desde abril.
La prueba de China también demostró la capacidad potencial de lanzar un ataque desde el Polo Sur, una trayectoria que ha preocupado durante mucho tiempo a Estados Unidos debido a la falta de sistemas diseñados para proporcionar una alerta temprana de tal ataque, dijeron funcionarios de defensa.
“Se trata de una capacidad de primer ataque y subraya la necesidad de que continuemos con nuestro programa de modernización a buen ritmo”, dijo un alto funcionario republicano del Congreso, refiriéndose a los esfuerzos en curso en el Pentágono y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear para revisar el arsenal nuclear estadounidense. “Por lo tanto, va en contra de la narrativa de que podemos reducir el papel de las armas nucleares cuando Rusia y China están corriendo a toda velocidad”.
Otros funcionarios y expertos no están tan preocupados por la prueba de misiles y afirman que, aunque tenía la intención de provocar, la tecnología no da ventaja a Beijing y, por tanto, no es desestabilizadora.
“Mi consejo hoy es no exagerar con el sistema”, dijo Jeffrey Lewis, profesor y experto en armas nucleares del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales. “China ya tiene 100 armas nucleares que pueden apuntar a Estados Unidos y puedo vivir con ese hecho. Eso es disuasión nuclear”.
Añadió que “no me alarma tanto este paso en particular como el hecho de que es uno de una serie de pasos en lo que se está convirtiendo en una carrera armamentística”.
Cuando se cuestionó a Biden sobre el lanzamiento en el foro de CNN este jueves, Biden dijo que los estadounidenses no deberían preocuparse por si China y Rusia llegarán a tener un ejército más poderoso que el de Estados Unidos. La verdadera preocupación, sugirió, es una escalada involuntaria que se salga de control.
“Lo que sí debe preocupar es si van a realizar actividades que los pongan en una posición en la que puedan cometer un grave error”, afirmó.
Sin embargo, al mismo tiempo, Biden fue más lejos que los anteriores presidentes al sugerir que Estados Unidos estaría preparado para enfrentarse militarmente a China en caso de un ataque a Taiwán.
“Tenemos el compromiso de hacerlo”, dijo. La Casa Blanca intentó más tarde retractarse de ese comentario.
Un alto funcionario de la administración dijo a CNN que la “posición de Biden sobre la proliferación no ha cambiado”, pero dijo que la revisión de la postura nuclear tendrá en cuenta el entorno de seguridad actual.
“La administración Biden-Harris está comprometida a renovar el liderazgo estadounidense en materia de no proliferación y a hacer frente a la amenaza existencial que suponen las armas nucleares”, dijo el funcionario. “Estados Unidos inició su Revisión de la Postura Nuclear a principios de este año para examinar estas cuestiones. La revisión tendrá en cuenta el actual entorno de seguridad y evaluará la estrategia, la postura y la política de Estados Unidos. Seguiremos manteniendo una disuasión estratégica segura y eficaz, al tiempo que trataremos de hacer frente a la amenaza existencial que suponen las armas nucleares”.
Sin embargo, el éxito del lanzamiento de China también ha influido en la revisión de la defensa antimisiles que está llevando a cabo la administración, y el Congreso exige ahora que ésta explique cómo está trabajando para detectar y defenderse de los misiles hipersónicos.
El mes pasado, la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes añadió una enmienda a la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA) en la que exponía su preocupación “por la incapacidad de los actuales sistemas de radar para detectar, rastrear, atacar y derrotar las amenazas emergentes de las armas hipersónicas”, informó entonces Defense News. “Tal y como identifica la Estrategia de Defensa Nacional, el Departamento de Defensa tiene la necesidad inmediata de reforzar los esfuerzos para contrarrestar estas armas”.
La comisión había revisado la información sobre la prueba de misiles de China cuando añadió esa enmienda, según dijeron los miembros del personal del Congreso a CNN.
“Simplemente no sabemos cómo podemos defendernos contra ese tipo de tecnología”, dijo el embajador de desarme de Estados Unidos, Robert Wood, a los periodistas esta semana en Ginebra.
Presión sobre Biden para que se mantenga el statu quo
La revisión de la postura nuclear ha sido objeto de un gran debate interno y de una intensa actividad política incluso antes de que China probara el nuevo misil, según las fuentes.
Biden ha estado durante mucho tiempo a favor de frenar el arsenal nuclear estadounidense y él y su equipo de seguridad nacional han estado sopesando si una política de “no primer uso” ayudaría a reducir las tensiones nucleares con sus adversarios.
“Estamos tratando de decir: ‘No vamos a atacarlos con un arma nuclear a menos que ustedes nos ataquen con un arma nuclear’”, dijo en enero Bonnie Jenkins, subsecretaria de Biden para el Control de Armas y la Seguridad Internacional.
Jenkins, que sirvió en el Departamento de Estado en el gobierno del expresidente Barack Obama, dijo que Estados Unidos “dio algunos pasos atrás en eso” bajo el expresidente Donald Trump.
“Hemos añadido todas estas condiciones en las que realmente podemos usar un arma nuclear. Hemos retrocedido”, afirmó.
Sin embargo, ha habido cierta oposición interna a los miembros más progresistas del equipo de Biden. La principal responsable de la política nuclear de Biden en el Pentágono, Leonor Tomero, fue destituida el mes pasado en lo que el Departamento de Defensa insistió en que era solo una reorganización. Pero los aliados de Tomero consideraron la medida como un intento de influir en la dirección de la revisión de la postura nuclear, que ella estaba supervisando.
“Ella es más progresista en estos temas, y algunos en el Pentágono estaban preocupados por lo que pudiera hacer”, dijo Lewis, que es amigo de Tomero. “No se trataba de que se pusiera en contra del presidente. Se trataba simplemente de que el edificio era muy conservador”.
Mallory Stewart, otra funcionaria de mentalidad progresista que fue nominada por Biden para ocupar el puesto de subsecretaria de Estado para el control de armas, verificación y cumplimiento, también está encontrando oposición en el Capitolio.
El senador Jim Risch, un republicano de Idaho que es el miembro de mayor rango en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, ha dicho que se opone a la nominación de Stewart debido a las objeciones de los aliados de Estados Unidos sobre la consideración de la administración de una política de no primer uso. Stewart ha participado en la revisión de la postura nuclear en su calidad de responsable de política nuclear y control de armas en el Consejo de Seguridad Nacional.
“Definitivamente estoy de acuerdo en que hay ciertas preocupaciones sobre lo que posiblemente está en el proceso de consideración”, dijo Stewart cuando se le preguntó sobre las objeciones de los aliados durante su audiencia de confirmación a principios de este mes. “Pero creo que el esfuerzo que estamos llevando a cabo para comprometernos con ellos es para entender realmente cuáles son esas preocupaciones y para, con suerte, abordarlas a través de parte del proceso de compromiso”.
“Nos preocupa profundamente”
La reticencia a invertir demasiado dinero en la modernización nuclear, y la posibilidad de un cambio hacia una política de no primer uso, pone nerviosos a algunos aliados, incluyendo a Alemania, el Reino Unido y Francia, que están profundamente preocupados por la amenaza que supone Rusia, dijeron las fuentes. El gobierno ha consultado a más de dos docenas de aliados para conocer su opinión en el curso de la revisión de la postura nuclear, añadieron las fuentes.
“Lo más importante” que los aliados querrán ver de la revisión es un “compromiso de EE.UU. para renovar sus propias fuerzas nucleares”, dijo un ex alto funcionario de defensa británico que estuvo involucrado en las discusiones antes de dejar el gobierno en julio. Para el Reino Unido es especialmente importante el desarrollo de la ojiva nuclear W93, que sería la primera ojiva de nuevo diseño añadida al arsenal de Estados Unidos en décadas.
Pero un posible cambio en la doctrina estadounidense que especifique las condiciones en las que se utilizaría un arma nuclear, en contraposición a la política deliberadamente ambigua que se aplica desde hace tiempo, “nos preocupa profundamente”, afirmó el exfuncionario.
“La preocupación es que sea interpretado por los rusos como un debilitamiento del compromiso de Estados Unidos de simplemente no permitir una coerción nuclear de Europa”, dijo. “Rusia parece ahora más amenazante que en cualquier otro momento desde la década de 1980. Así que, para los europeos, parece un momento realmente extraño para poner en duda un pilar de la política de la OTAN que ha funcionado hasta ahora”.
Oren Libermann contribuyó con este reportaje.