(CNN) – Sudán ha entrado en crisis después de que los militares disolvieran el lunes el gobierno del país y declararan el estado de emergencia.
El golpe de Estado ha aplastado las esperanzas de una transición pacífica del poder tras la destitución del expresidente Omar al-Bashir en 2019.
Esto es lo que debes saber:
¿Qué está pasando en Sudán?
Sudán ha estado gobernado por una difícil alianza entre los militares y grupos civiles desde 2019, pero el lunes, los militares tomaron efectivamente el control.
El primer ministro Abdalla Hamdok y su esposa fueron detenidos y llevados a un lugar no revelado. También fueron detenidos numerosos ministros y funcionarios del gobierno.
El general Abdel Fattah al-Burhan, jefe de las fuerzas armadas de Sudán, disolvió el Consejo Soberano y el gobierno de transición, que comparten el poder.
Afirmó que el acuerdo de reparto del poder con los miembros civiles del Consejo Soberano de Transición del país “se convirtió en un conflicto” en los últimos dos años, “amenazando la paz y la unidad” de Sudán.
Se han suspendido varios artículos de la Constitución y se ha destituido a los gobernadores de los estados, dijo Burhan.
¿Quién es Burhan?
El general de mayor rango de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, está detrás de la toma del poder por parte de los militares.
Ha sido jefe del Consejo Soberano, un organismo híbrido civil-militar creado para guiar a Sudán hacia la democracia. Como líder del consejo, ejerció las funciones de jefe de Estado durante los dos últimos años.
Burhan debía ceder el control del consejo a un líder civil en las próximas semanas. En lugar de ello, disolvió el consejo, diciendo en una declaración televisada que celebraría elecciones en julio de 2023 y que entonces daría el relevo a un “gobierno representativo independiente y justo”.
¿Cómo empezaron los problemas actuales?
Cuando Omar al-Bashir fue derrocado en un golpe de Estado en 2019, poniendo fin a su brutal gobierno de tres décadas, la cúpula militar de Sudán asumió el control para supervisar la transición de poder, formando el Consejo Militar de Transición.
Pero el consejo contó con la fuerte oposición de un movimiento pro-democrático que pedía en su lugar un gobierno civil. Tras negociaciones tensas que duraron semanas, ambas partes acordaron formar un Consejo Soberano que gobernaría “durante los próximos tres años o un poco más”.
Según el acuerdo alcanzado en julio de 2019, el consejo militar se encargaría de la dirección del país durante los primeros 21 meses. A continuación, una administración civil gobernaría el consejo durante los 18 meses siguientes.
Pero ha demostrado ser una alianza inestable. El ambiente triunfalista que invadió la nación tras la destitución de Bashir se ha amargado, y las tensiones entre ambas partes han aumentado en su lucha por mantener el control sobre el futuro de la nación.
¿Fue una sorpresa el golpe de Estado?
No del todo. Adam Hireika, ayudante de Hamdok, dijo a CNN que el primer ministro estaba al tanto de los planes del ejército y que había recibido presiones para disolver el gobierno.
Hireika dijo que visitó a Hamdok el domingo por la noche, donde discutió la situación actual. Dijo que Hamdok acababa de reunirse con Burhan.
El lunes, el Ministerio de Información dijo que Hamdok había sido presionado para hacer una declaración “en apoyo de la toma de posesión”. En su lugar, dijo, pidió a los manifestantes pro-democracia que salieran a la calle en protesta pacífica.
¿Por qué ocurre esto?
Las tensiones habían aumentado después de que algunos políticos, entre ellos Hamdok, presionaran para que se produjera una transición completa al gobierno civil antes del 17 de noviembre, de acuerdo con el acuerdo de transición original.
La situación se agravó el mes pasado, cuando fracasó un golpe de Estado militar atribuido a las fuerzas leales a Bashir, con el resultado de que la mayoría de los oficiales implicados fueron arrestados.
En las semanas posteriores, los líderes militares han exigido reformas a la coalición Fuerzas de Libertad y Cambio (FFC, en inglés) y la sustitución del gabinete. Los líderes civiles les acusaron de acaparar el poder.
Una multitud de manifestantes sudaneses salieron a la calle el pasado jueves, exigiendo que se cumpla el acuerdo de transición de 2019 y pidiendo un gobierno elegido. También hubo protestas pro-militares que se oponen al gobierno civil.
¿Cómo ha reaccionado la comunidad internacional?
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó el golpe y pidió la liberación del primer ministro y de otros funcionarios, según dijo en un tuit el lunes, añadiendo que la ONU “seguirá estando” con el pueblo de Sudán.
Guterres reiteró su condena este martes en una rueda de prensa, agregando que el mundo está viendo “cómo se multiplican los golpes de Estado”.
En una rueda de prensa, la Casa Blanca dijo que el gobierno de Biden estaba “profundamente alarmado” por los acontecimientos que se estaban produciendo en Sudán, mientras que el Reino Unido calificó el golpe de “traición inaceptable al pueblo sudanés”.
¿Qué significa esto para los programas de ayuda de EE.UU.?
Estados Unidos tenía grandes esperanzas en la transición de Sudán a la democracia y, en las últimas semanas, ha intentado evitar un posible golpe militar.
El año pasado retiró a Sudán de su lista de Estados patrocinadores del terrorismo y, en junio, apoyó un paquete de alivio de la deuda de US$ 50.000 millones para el país. A medida que las tensiones se han ido intensificando en las últimas semanas, el gobierno de Biden ha expresado su apoyo a la transición a la democracia dirigida por civiles en Sudán, y ha subrayado que cualquier intento de elementos militares por frustrarla tendría consecuencias en la ayuda estadounidense prevista.
Durante el fin de semana, Estados Unidos envió a su principal delegado regional, Jeffrey Feltman, a Jartum para hablar de la transición democrática con el primer ministro Hamdok, el general Burhan y el general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, e instó a “todos los actores a volver a comprometerse a trabajar juntos” para aplicar el acuerdo. Justo después de su visita, los militares sudaneses lanzaron su toma de poder.
El lunes, la Casa Blanca condenó el golpe y suspendió la ayuda de emergencia por US$ 700 millones a Sudán, destinada a apoyar la transición democrática, una ayuda fundamental para un país que se enfrenta a una creciente crisis económica.
¿Qué quieren los manifestantes?
Miles de manifestantes que se oponen al golpe de Estado salieron a las calles de la capital, Jartum, este lunes, algunos coreando: “Caminamos con la preocupación en el corazón y la preocupación duerme en el pecho de la gente”. Se reunieron en varios lugares.
Cuatro personas murieron y al menos 80 resultaron heridas como consecuencia de los disparos efectuados durante las manifestaciones, según informó el Comité Central de Médicos de Sudán en un comunicado en Facebook. El Comité, que está alineado con el componente civil del ahora disuelto Consejo Soberano, culpó a los militares de los disparos. CNN no pudo verificar estas afirmaciones.
Los videos difundidos en las redes sociales mostraban a multitudes dirigiéndose hacia la Comandancia General del Ejército. Se podía ver a algunos retirando el alambre de púas que se había colocado en una carretera, en medio de informes sobre el cierre de calles en varias partes de la ciudad.
Los partidarios del gobierno civil también han anunciado un programa de desobediencia civil y una huelga en respuesta a la toma de poder por parte de los militares, según informó el Ministerio de Información en Facebook.
¿En qué situación queda la transición democrática?
La toma de poder de los militares amenaza con hacer descarrilar el camino de Sudán hacia la democracia, justo cuando el país ha comenzado a resurgir tras décadas de gobierno autocrático, aislamiento mundial y sanciones económicas paralizantes.
En pocas semanas, los sudaneses estaban a punto de celebrar su primer liderazgo civil pleno en tres décadas. Pero ahora, los militares han declarado que gobernarán por su cuenta, y no está claro si cumplirán su promesa de unas elecciones libres.
¿Dónde está Omar al-Bashir?
El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya dictó órdenes de detención en 2009 y 2010 contra Bashir por cargos de genocidio y crímenes de guerra relacionados con la campaña militar de Sudán en Darfur entre 2003 y 2008.
A principios de este año, el gobierno anunció que entregaría al expresidente a la CPI, junto con otros funcionarios buscados por el conflicto de Darfur.
El ex presidente se encuentra actualmente en prisión en Sudán; fue condenado a dos años por corrupción y posesión ilegítima de divisas extranjeras en 2019. También se enfrenta a otro juicio en Sudán por su papel en el golpe de Estado de 1989 que le llevó al poder.