Washington (CNN) – Se espera que los demócratas eliminen el permiso familiar y por enfermedad remunerados de su paquete económico y climático fundamental, descartando uno de los puntos centrales de la propuesta del presidente Joe Biden mientras se apresuran a llegar a un acuerdo con los senadores que se resisten, según varias personas familiarizadas con las conversaciones.
La supervivencia del plan ha estado en duda durante varios días debido a las objeciones del senador Joe Manchin, un demócrata de Virginia Occidental. La propuesta inicial de Biden de 12 semanas se redujo a cuatro semanas en un esfuerzo por asegurar el apoyo de Manchin. Eso fue rechazado, lo que llevó a un esfuerzo de la senadora demócrata de Nueva York Kirsten Gillibrand que intentó encontrar un acuerdo con Manchin.
Eso no ha tenido éxito, dijo una de las personas, lo que llevó a los demócratas a sacarlo del paquete mientras buscan reducir el costo general y los programas de la propuesta para satisfacer las demandas de Manchin.
Manchin dejó en claro que no se movería de su posición. cuando se le preguntó sobre la disposición el miércoles y dijo: “Simplemente no puedo hacerlo”.
Pero cada movimiento hacia Manchin también corre el riesgo de alienar a los progresistas, y eliminar las licencias pagadas, que se han considerado una pieza fundamental de la propuesta, agrega otra complicación para la Casa Blanca y los líderes demócratas mientras buscan unificar el partido en el transcurso de las próximas pocas horas.
El plan de Biden
El presidente Joe Biden impulsa la creación de una norma nacional sobre permisos familiares y por enfermedad que sean remunerados, que ya existe en la mayoría de los demás países desarrollados.
Para muchos demócratas ha sido durante mucho tiempo una prioridad la creación de una prestación federal que permita a los nuevos padres, así como a los trabajadores que se recuperan de una enfermedad o que cuidan de sus familiares enfermos, tomarse una baja laboral remunerada.
Biden propuso originalmente garantizar 12 semanas de permiso remunerado, pero el plan se ha reducido a cuatro semanas a medida que se prolongan las negociaciones sobre un amplio proyecto de ley de seguridad social. Esto podría reducir el coste de la disposición a unos US$ 100.000 millones, frente a los casi US$ 500.000 millones de la propuesta original.
El plan de gastos a 10 años, cuyo precio original es de US$ 3,5 billones, prevé ampliar la educación, la atención sanitaria y las ayudas a la infancia, así como abordar la crisis climática y realizar más inversiones en infraestructuras. Los demócratas están a punto de llegar a un acuerdo, aunque es probable que se reduzca el tamaño y el alcance de lo que propuso Biden en un principio.
Estados Unidos se queda atrás
En la actualidad, Estados Unidos no cuenta con ninguna prestación federal de baja por enfermedad o por familia, lo que lo convierte en un caso atípico entre los países desarrollados.
Es la única nación que no ofrece algún tipo de permiso remunerado a las nuevas madres entre los 38 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Las políticas varían entre los países de ese grupo, pero la media es de 18 semanas de permiso de maternidad remunerado. En Alemania, que tiene una de las prestaciones más generosas, las madres reciben su sueldo completo durante 14 semanas y luego otras 44 semanas de sueldo parcial.
La mayoría de esos países también ofrecen algún tipo de permiso remunerado a los padres, así como prestaciones por baja laboral.
Millones de estadounidenses no tienen permiso remunerado
El Gobierno federal creó en 1993 una política nacional de permisos familiares y por enfermedad no remunerados a través de la Ley de Permisos Familiares y Médicos. Esta ley permite a los trabajadores tomarse 12 semanas de vacaciones sin perder su empleo para recuperarse de una enfermedad grave o para cuidar a recién nacidos o a miembros de la familia con problemas de salud graves, pero no garantiza ninguna remuneración.
También tiene muchas exclusiones, ya que deja fuera a muchos de los que trabajan para pequeñas empresas, a algunos que trabajan a tiempo parcial y a los trabajadores que no llevan al menos un año en su empresa.
A falta de un mandato federal, muchas empresas privadas, así como seis estados y la ciudad de Washington ofrecen permisos familiares y por enfermedad remunerados. Otros tres estados han aprobado leyes para establecer estas prestaciones y tienen previsto empezar a pagarlas en los próximos años.
Aun así, millones de estadounidenses se quedan sin esta prestación. Alrededor del 77% de los trabajadores no tiene permiso familiar pagado y el 22% no tiene permiso por enfermedad pagado, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Los trabajadores con bajos ingresos tienen menos posibilidades de acceder a una baja remunerada.
En los últimos años, ha habido cierto apoyo bipartidista para los beneficios de licencia pagada a nivel federal. En 2019, el Congreso votó para proporcionar a todos los trabajadores federales 12 semanas de licencia parental pagada, una política respaldada por Ivanka Trump, la hija del expresidente Donald Trump, que se desempeñó como una de sus principales asesores.
El Congreso también proporcionó un beneficio temporal de licencia familiar y por enfermedad, el año pasado, para ayudar a los trabajadores a superar la pandemia si contrajeron covid-19, estaban cuidando a miembros de la familia que se enfermaron o perdieron el cuidado de los niños cuando las escuelas cerraron repentinamente.
¿Cómo podría funcionar una prestación federal?
Una propuesta presentada por los demócratas de la Cámara de Representantes permitiría a los trabajadores cuyos empleadores no ofrezcan ya permisos familiares o médicos remunerados solicitar directamente al Departamento del Tesoro la prestación cuando la necesiten.
Entre las personas que podrían optar a esta prestación se encuentran los padres que acojan a nuevos hijos por nacimiento, adopción o acogida y los trabajadores que se recuperen de enfermedades graves o que cuiden de familiares gravemente enfermos. Recibirían una paga parcial, cuyo porcentaje se basaría en una escala móvil, de modo que los trabajadores con menos ingresos recibirían el 85% de su sueldo normal y los que más ganan el 5%, dejando fuera a los que ganan más de US$ 250.000 al año.
El Gobierno federal pagaría las prestaciones y reembolsaría parcialmente a los empleadores que ya ofrecen permisos familiares y por enfermedad remunerados.
Incluso si la propuesta se reduce a cuatro semanas en lugar de 12, los expertos en política dicen que todavía podría tener un impacto significativo en muchos estadounidenses.
“Uno de cada cinco trabajadores no tiene ni un solo día de enfermedad. Sería un verdadero cambio de juego para ellos tener un mes”, dijo Kathleen Romig, analista política sénior en el Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas.
Con información de Katie Lobosco, Phil Mattingly, Manu Raju y Lauren Fox