(CNN) – Travis McAdam revisa los periódicos locales y el contenido de las redes sociales extremistas, además de recibir informes personales de los miembros de la comunidad sobre las amenazas. Algunos informes detallan las protestas que pululan frente a la casa de un funcionario de Salud Pública. Otros describen los mensajes de correo de voz hostiles o los correos electrónicos enviados a los funcionarios de Salud.
McAdam, un experto en extremismo y nacionalismo blanco de la Red de Derechos Humanos de Montana, ha estado monitoreando las amenazas de violencia dirigidas contra los funcionarios de Salud Pública en Montana y, a veces, en el norte de Idaho.
A lo largo de la pandemia, estas amenazas se han convertido en un problema nacional en Estados Unidos.
El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, ha hablado abiertamente sobre recibir amenazas de muerte. Barbara Ferrer, directora de Salud Pública del condado de Los Ángeles, también ha hablado sobre recibir correos de odio y amenazas que se remontan a marzo del año pasado.
En el estado de Washington, la directora de Salud Comunitaria del Condado de Okanogan, Lauri Jones, dijo que instaló un nuevo sistema de seguridad y pidió patrullas policiales alrededor de su casa luego de repetidas amenazas en línea.
Los investigadores también han descubierto que algunas de las amenazas contra los funcionarios de salud pública provienen de personas con vínculos conocidos con grupos de extrema derecha.
Ahora, existe una preocupación renovada de que tal acoso pueda aumentar en todo el país con los próximos esfuerzos por vacunar a los niños pequeños contra el covid-19.
“Existe la posibilidad de que eso termine siendo uno de estos puntos de inflamación donde las amenazas y el acoso aumentan nuevamente”, dijo McAdam a CNN. “Cada vez que hay un nuevo acontecimiento durante la pandemia, aumenta la posibilidad de que aumente el acoso”.
“Solo puedo imaginar que esto aumentará”
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. está considerando autorizar la vacuna contra el covid-19 de Pfizer / BioNTech para niños de 5 a 11 años. Con la aprobación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., las vacunas podrían administrarse la próxima semana.
A la espera de esa autorización, los funcionarios de Salud Pública planean ayudar a aplicar las vacunas en esos menores, pero sus esfuerzos podrían venir acompañados de más amenazas y acoso por parte de la pequeña minoría de estadounidenses que son escépticos en contra de las vacunas o del covid-19.
“Desafortunadamente, anticipo que este será el caso”, escribió Brooke Torton, una abogada sénior de la Red para la Ley de Salud Pública, en un correo electrónico a CNN. “Solo puedo imaginar que esto aumentará una vez que los niños más pequeños comiencen a vacunarse”.
Los funcionarios de Salud Pública continúan enfrentando amenazas por simplemente administrar la vacuna debido a la desinformación generalizada, anotó Torton, y la idea de los requisitos de la vacuna tiene el potencial de causar indignación entre algunos padres.
Ciertos gerentes de programas de vacunación ya han experimentado publicaciones intimidantes en línea durante la pandemia, dijo a CNN Claire Hannan, directora ejecutiva de la Asociación de Gerentes de Inmunización.
La asociación incluso discutió planes con algunos de sus miembros para organizar la entrega de premios a médicos y líderes comunitarios por ser “líderes” en la vacunación, pero algunos miembros expresaron su preocupación de que tal premio podría generar amenazas y hostigamiento contra los galardonados, dijo Hannan.
“Aquellos que se pronuncian en contra de las vacunas y hacen ese tipo de acoso todavía son una minoría muy pequeña, y creo que seguirá siendo así”, dijo. “Pero cada vez que hay una nueva iniciativa, o en este caso, una nueva vacuna para los niños, entonces es algo que tenemos que considerar que va a haber una reacción violenta desde el lado antivacuna”.
“Los mismos profesionales que están tratando de protegernos, están siendo atacados injustamente”
A pesar de que los funcionarios de Salud Pública han temido por su seguridad durante la pandemia, el acoso parece aumentar cada vez que se implementan nuevos esfuerzos o políticas de mitigación del covid-19, dijo Lori Tremmel Freeman, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud del Condado y la Ciudad (NACCHO, por sus siglas en inglés) a CNN.
“En este punto, las cosas están tan divididas políticamente que creo que cualquier nueva iniciativa asociada con esta enfermedad, cualquier nuevo esfuerzo para mitigarla, ya sea una vacuna o más uso de mascarillas en las escuelas, etcétera, será hiperpolitizada”, dijo Freeman.
“Parece que el entorno en el que nos encontramos en este momento está propicio para que la gente realmente exprese su política ignorando los consejos de salud, lo cual es simplemente desafortunado”, agregó Freeman. “Los mismos profesionales que están tratando de protegernos están siendo atacados injustamente, y eso es realmente una amenaza para todos nosotros”.
La semana pasada, la NACCHO envió una carta al secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, solicitando “que incluya la protección de los funcionarios y el personal del Departamento de Salud Pública en su directiva para que las autoridades federales se reúnan con las autoridades locales, estatales, tribales y territoriales para abordar el aumento riesgo de acoso, intimidación y amenazas de violencia contra el personal relacionado con la escuela”, dice la carta, firmada por Freeman.
Freeman aún no ha recibido una respuesta de la oficina de Garland, pero dijo que escribió la carta porque no quieren “esperar hasta que ocurra una tragedia para elevar esto a los niveles más altos” que puedan.
La carta señaló que algunos funcionarios de salud han tenido que comenzar a conducir automóviles sin distintivos o instalar cámaras de seguridad en el hogar, otros han tenido que depender de escoltas policiales y seguridad las 24 horas, mientras que a otros les preocupa que sus hijos sean atacados.
“Estas amenazas han cobrado un precio: al menos 300 líderes del Departamento de Salud Pública han dejado sus puestos desde que comenzó la pandemia, afectando al 20% de los estadounidenses. En muchos casos, han sido abusados verbalmente y amenazados físicamente”, según la carta. “Es de notar que muchas de estas amenazas han incluido matices misóginos y racistas, dañando aún más a estos funcionarios”.
Torton escribió en su correo electrónico a CNN que las discusiones que ha tenido con funcionarios de Salud Pública en todo el país “ciertamente revelan un patrón de abuso dirigido a funcionarios de Salud Pública que también son mujeres y minorías raciales, sexuales y de género” y “parece que es más probable que sean un objetivo”.
Torton no participó en la carta de la NACCHO al secretario de Justicia de EE.UU.
“Al rastrear la violencia política en los últimos meses y el movimiento de milicias antigubernamentales durante décadas, encontramos que esta tendencia de aumento de amenazas e intimidación dirigida a los funcionarios de Salud Pública locales, así como a otros funcionarios locales, es muy preocupante”, escribió en un correo electrónico a CNN Rachel Carroll Rivas, analista sénior de Investigación del Southern Poverty Law Center.
“Nuestra investigación indicó que algunas de las amenazas provienen de personas con afiliación conocida con organizaciones de extrema derecha que han estado abogando y participando en la violencia”.
McAdam, en Montana, le dijo a CNN que ha visto tendencias similares en su propia investigación.
Específicamente en Montana, McAdam también ha notado que los miembros de los grupos de milicias antigubernamentales han comenzado a asociarse con las personas que protestan y acosan a los funcionarios de Salud Pública.
Para algunas organizaciones extremistas que amenazan, las mismas personas enojadas por las medidas de mitigación del covid-19 y los agentes de Salud Pública, están listos para ser reclutadas, dijo McAdam.
“¿Recuerdan los mítines anticonfinamientos que estaban teniendo lugar en las capitales estatales o fuera de los juzgados del condado u otros edificios públicos? No era necesariamente que las multitudes antigubernamentales y las multitudes de milicias fueran las que organizaran todo eso, pero estaban apareciendo en esos espacios”, dijo McAdam.
“Para ellos, fueron los principales campos de reclutamiento, porque generalmente hay personas de tendencia conservadora que están realmente enojadas con el Gobierno en este momento”, dijo.
“Comenzaron a aprovechar algo de esa ira”.
Carroll Rivas señaló en su correo electrónico que los ataques y el acoso contra los funcionarios de Salud Pública locales brindan a las organizaciones extremistas la oportunidad de “canalizar sus puntos de conversación antigubernamentales” hacia la corriente principal.
“Las conspiraciones sobre el covid-19 y la organización de la desinformación incluyen una mezcla de actores y organizaciones de extrema derecha, así como políticos de la corriente principal y gente común. El grupo de reclutamiento es, lamentablemente, grande”, escribió. “Concentrar los ataques a nivel local es una táctica básica del movimiento de milicias antigubernamentales y de la extrema derecha”.
Empuje para apoyar la salud pública
Aprobar y hacer cumplir leyes efectivas con sanciones estrictas para las personas que amenazan y acosan a los funcionarios de Salud Pública, lanzar campañas educativas de salud pública e invertir más en salud pública podrían ayudar a frenar el acoso frecuente, escribió Torton, la abogada principal de Salud Pública, en su correo electrónico a CNN
“La salud pública necesita que se refuerce su imagen”, dijo Torton. “Ha sido dañada y politizada durante esta pandemia”.
Para combatir el creciente peligro del reclutamiento de extremistas y las amenazas a la seguridad de los funcionarios de Salud Pública, McAdam dijo que los miembros de la comunidad que apoyan la salud pública deben alzar más la voz en su respaldo a la ciencia y denunciar el odio.
“Lo que está sucediendo en muchos de estos espacios de reuniones públicas es que hay extremistas y matones que dominan esos espacios donde se discuten estos temas y se toman decisiones”, dijo McAdam.
“En este momento, se siente como si hubiera un vacío en algunas comunidades donde en realidad solo se escuchan a esos matones”, dijo. “El resto de nosotros, la mayoría de nosotros que queremos tomarnos la pandemia en serio y queremos dar estos pasos, debemos asegurarnos de que nuestras voces también sean escuchadas”.